Wednesday, December 17, 2014
Cool move!
Cinco, cuatro, tres, dos, uno: Jefferson de camino a la nada. No es la primera vez que le encomiendan una misión extraña. A decir verdad debe ser el tipo más experimentado. Nunca antes la nada había sido dilucidada a través de teoremas científicos tan explícitos. La nada, hasta ahora, era cualquier cosa sin cosa. Cualquier algo sin algo. No sé, tete, no sé. Pero ahí estaba Jefferson. Habían localizado la nada absoluta, aseguraban algunos técnicos experimentados en metafísica y geolocalización. No se trataba ningún agujero negro, de aquellos que se encuentran a años luz de la tierra. No, no. La nada de la que hablamos se encontraba en la tierra. Vamos, que no había que pillar un cohete para ir a por ella.
Jefferson, al contrario de lo que uno pueda pensar en un principio, tenía una mujer que le amaba, unos hijos fabulosos que le hacían el almuerzo cada mañana y un perro, Brubrof, que le llevaba el periódico a los pies de su butaca en cuanto pasaba por delante de la finca el repartidor.
Aún as
Mira, yo no sé porqué había aceptado esa misión. Otra más, en realidad, de la que pretendía salir airoso…
Antes de aquella había saltado a la comba con Jenson Button, había contraído sarro tan sólo deseándolo con mucha fuerza, había colonizado marte acompañado de Brubrof y el repartidor de periódico, había dominado los vientos de norte a sur y de este a oeste, había coloreado con plastidecors cuadernos de dibujos de superhéroes junto a enfermos de alzhéimer… Todo un maestro de lo no calificable… así que nada, no había porqué temer no salir airoso, como he indicado, de su siguiente misión.
El pobre, sin embargo, no cayó en el detalle de que en la nada, precisamente, por haber, no hay ni aire, por lo que muy airoso no iba a salir. Así que justo al adentrarse en el perímetro considerado como “NADA” se quedó sin aire ipso facto. Un par de segundos después, se empezó a elevar, pues tampoco había gravedad… y a continuación, sus extremidades empezaron a consumirse, convirtiéndose él en Minion Guy, que es como me gusta llamarle a la gente con muchos, muchos muñones.
La muerte parecía a la vuelta de la esquina, pero de repente el proceso de descomposición se detuvo. La nada, de repente, cobró voz, y dijo “el alma es irreductible”.
“toma ya, puta chorra”, pensó Jefferson… No solo él pensó en la fortuna que había tenido. También el numeroso equipo de técnicos, ingenieros, y periodistas que seguían muy de cerca, desde el centro de operaciones de Indianápolis, la misión. Incluso los miles de millones de telespectadores y cibernautas que se agolpaban frente a sus televisiones de plasma fliparon de la suerte de Jefferson.
Acto seguido. La nada desapareció. Que dices, “cómo coño desaparece algo que ya de por si no puede haber aparecido, porque es la nada”, pero sí, desapareció, haciendo caer al bueno de Jefferson, que recordemos, permanecía suspendido en la nada”, como un puto saco de cemento contra el suelo. Pobrete, Era un puto saco. Llámale tronco, llámale cono. Poco más era Jefferson. Pero aun así se sentía muy afortunado.
No sé. La vida, es al fin y al cabo vida. Lo demás es nada. Y la nada acojona, y parece que también duele.
Friday, December 12, 2014
Diddy Kong Racing
La ciudad, el rock’n roll , la pana que parte. Jose Antonio brillando, saltando en pijama aunque va a arreglado. En medio del adoquinado de la ciudad. Es de noche. Esta es una ciudad de hoteles baratos y de música fácil. Nunca verás un lujoso coche cruzar la avenida. Pero todos tienen dirección asistida.
El fin de semana, joder, viva el puto fin de semana.
Estoy dentro, estoy dentro de Diddy Kong Racing. A toda velocidad.
Tuesday, December 09, 2014
El ascua que fulgura en el centro de mi ano
Hoy me siento bastante tranquilo, y eso es una suerte. Una suerte de suerte. Me siento en paz. Me siento barrigudo. Me siento oblicuo. Debo hacer muchas cosas. Debo probar el teppanyaki. Debo colorear los aledaños de mi ano. Debo suturar los asuntos pendientes también, está claro.
Ayer vi por enésima vez el final de Eduardo Manos tijeras. Estuve cerca del lloro. Y eso que solo le presté atención 2 minutos. Es algo extraordinario, lo sugestionados que estamos también a la hora de demostrar las emociones más irracionales.
Hay gente que se sabe provocar el lloro. Yo lo único que sé es que con 30 años, uno se pee con una facilidad pasmosa, incluso involuntariamente. Y eso que cuando era joven me jactaba de tener un control absoluto sobre mi esfínter.
Las cosas cambian.
Me gustaría alcanzar el vientre del firmamento.
Thursday, December 04, 2014
El hangar de la imaginación
Sólo tengo 30 jodidos años y renqueo desde que tengo consciencia. Giro mi cabeza hacia mi hombro derecho, la agacho y la elevo mientras babeo. No es que este senil, es sólo que soy un quejica.
Hoy que llueve, las promesas llegan con más dificultades hasta la estratosfera. El lomo de mis sueños se llena de gotas cargadas de partículas de arena del desierto del Sahara. Como un colibrí de alas mojadas, a veces a mis sueños, les cuesta lanzar una trayectoria decidida hacia lo más alto, hacia el lugar donde aspiran a convertirse en realidad. Hoy, con tanto agua, tanta humedad, el cielo tan tapado, sigo lanzando pensamientos por doquier. Los veo alejarse con dificultades, Algunos incluso, caen unos metros más allá de donde emprendieron el vuelo. Otros flaquean, descienden torpemente, pero logran reemprender la trayectoria correcta.
Es una cosa curiosa, cosa de la naturaleza, que cuantas más dificultades proponen los elementos para detener mis ilusiones, más las diversifico en cantidad y tipología. Estoy contento de que sea así. Cuestión de supervivencia espiritual, supongo.
Por eso, los días como hoy, sueño fuerte y me paseo por el hangar de la imaginación orgulloso de ver mis maquinas preparadas para despegar. No dejan de entrar prototipos de ilusión, todos llenos hasta los topes del combustible de la esperanza. A veces me sorprendo, ya lo dije de lo maricón que puedo llegar a ser. Me gustaría ser un maricón asesino, que no un asesino maricón. Pero bueno, de momento me paseo como el presidente de una gran compañía, por las instalaciones desde las cuales mis mejores deseos salen despedidos. El hangar de la imaginación.
Wednesday, December 03, 2014
Gris Brillante
Si me cae el traje gris, si me aplasta
el cielo ceniza, si lo que creía que era capaz de aportar no lo valora quien
debería valorarlo, pues entonces me voy a convertir en el mejor de los
mediocres. Por eso mismo voy a volar llevando a cabo arriesgadas inversiones
que cuestiónen toda ética y moral. Si quieren que sea como ellos, pues voy a
serlo. A partir de ahora, soy mi propio gestor, y ellos son la source. Básica
su aportación, pues el líquido que me ofrecen a final de mes es la materia
prima para conseguir realmente aquello que debiera haber merecido desde hace
años. Mientras esto siga así, voy a adaptarme a lo que haga falta. Quiero que
entendáis algo, agarradme fuerte de la mano ahora que aún coleo. Quiero que
entendáis que siempre he sido bueno haciendo de las vicisitudes virtudes.
Por eso, voy a beber de su mala
condición. Quizás el aliento incluso me llegue a oler tan mal como el suyo,
quizás mi mentón se convierta en una prominente figura que desgarra cualquier
perfil craneal lógico y racional. Quizá babee como un jodido engendro y
desprenda un tufo tóxico… Ya sabes, si no puedes con el enemigo únete a él…
Y me voy a regocijar, me voy a regocijar de ser más hijo
de puta que el hijo de puta que me ha creado. Voy a hacerle sentir como un
pedazo de mierda inútil. Esto es lo que va a pasar entre las cuatro paredes.
Esto es lo que me habrás enseñado….
Yo, yo me regocijo
Tuesday, December 02, 2014
El código de París
El
indigno, allí, tomando su café, resguardado del mundo que no se cree… En ese
mismo bar, también hay restos de mi juventud. También hay pedazos de un muelle
fluvial del Sena. Sí, están los cigarrillos, tu ausencia. Viene a ser, a día de
hoy, un destello a pesar de toda la ceniza que te envuelve. ¿Dónde estarás hoy?
La verdad es que en realidad no me importa. Cada uno sigue su camino. Lo
nuestro nunca fue demasiado traumático, aun así, llevabas toda la nostalgia por
la espalda. Es imposible haberte conocido y desprenderse de ti. O de lo que
emanabas. Nunca nos acercamos apenas. Incluso cuando los dos quisimos, nunca
nos acercamos. Y sin embargo, pude notar perfectamente entre el vaho, la
humedad, el frío, los destellos de los faros con los que me pedías ayuda. Noté
cómo quisiste que te salvara. Sí. Y no acudí. Demasiadas cosas en la cabeza,
supongo.
Ahora
que ya soy mayor, prefiero hacer las cosas a mi manera. Estoy por perder el
tiempo. Cuando dudo, prefiero recordar nuestros muelles fluviales. Sobre todo
en invierno. Me sienta muy bien recordarlos. Lo nuestro nunca se empantanó,
sencillamente nunca llegó a suceder del todo. Es una historia muy ligera.
Friday, November 28, 2014
Pequeño último placer
Supongo
que tiene que llegar el día en que me vista de coronel, me ponga ese uniforme
de gala con las mejores acreditaciones, supongo que ha de llegar ese día en que
saliendo a la calle con paso firme, yerga la cabeza y mire al firmamento sin
ningún atisbo de duda. Ha de ellegar el día en que un punto empiece a brillar
en la espesura; entre las nubes grises. Algo que abra el cielo como si fuera
el vientre de un cerdo recién cercenado. Una lluvia sanguinolienta de riñones e
intestinos debe caer sobre todos nosotros. Lo más jodido será que poco me va a
importar.
Aún me
siguen preguntando porqué digo este tipo de cosas. Yo les contesto que hay
quien saborea un helado mientras sabe que niños mueren. Así, que ¿qué tiene de
extraño lo que yo hago? Supongo que la gente suele habituarse a vivir en el
centro de su pequeño círculo de percepción, obviando así tanto dolor que se
produce alrededor. No voy a ser yo quien cambie esta decisión. Pero claro, que
ellos tampoco intenten cambiar la mía. En mi habitación, cuando jugaba con mi
hermano a derribar pequeñas murallas de madera, empecé a suponer lo que
realmente se cocía en el mundo. Llevo tanto tiempo dándole vueltas que ya casi
ni me duele. No me duele que mañana pueda ser mi última noche en la tierra, si
sé que la mía no es una muerte puntual. No me asusta dejar este mundo si lo
hago con todos los demás.
Bien es cierto que en ese caso, yo como la generalidad de las personas, caería en un profundo desespero.... pero a la vez, el morbo me invadiría.
El morbo de ver cómo reacciona esa gente que siempre tuvo preocupaciones tan
estúpidas. Un pequeño placer que envuelve la gran angustia de la desaparición. Un
pequeño regalo que saborearía en medio de la desazón. Me gustaría ver qué hacen
todos aquellos que nunca tuvieron tiempo para darse cuenta de lo que significa
vivir, instantes antes de desgajarse, en por ejemplo, un mar de cuchillas. Me he dado cuenta de que paradójicamente, quién menos piensa en lo que
le rodea, en el milagro de la existencia, más teme desprenderse de su propia
vida. Hay tanta gente -suspiro- cuyo comportamiento promete tanto, en caso de saber que
su propio fin está cerca...
Por
eso, me coloco mi traje y voy repasando instantáneas de la última noche en el
mundo. A mí también me va a doler, pero sé que toda esa poca elegancia, toda esa falta
de honestidad que ha llevado a unos cuantos gilipollas tan alto en un mundo asqueroso que ellos se encargaron de blindar, va a ser
también la que les haga parecer tan ridículos cuando caigan.
Disfrutaría
tanto…
Cercenado
Prácticamente
son 5 los años. 5 putos años en donde no he encontrado respeto de ningún tipo.
Algunos pretenderán que siga asistiendo a mi puesto con la misma ilusión del
primer día, que siga viviendo de la esperanza de que algún día lleguen a valorar
mis aportaciones. Algunos esperarán a que me pudra silenciosamente hasta que
los que vengan detrás se pregunten “¿Qué hace ese mueble viejo ahí?”
En su
favor, aquellos que nunca han confiado en mí alegarán que nunca estuve por la
labor. Y mentirán. Porque al principio lo estuve e incluso ahora estoy
dispuesto a estarlo. Pero al final uno se cansa de dar sin recibir. Y más
después de 5 años. No hubiera estado de más una muestra de respeto, o ya ni
eso; consideración.
Toda mi
vida he creído ser capaz de valerme por mi mismo, de crear cosas interesantes,
de tener algo de ingenio, de en definitiva, poder desempeñar un buen trabajo a
la altura, por lo menos, de lo que una empresa espera. Pero estos 5 años para
lo único que han servido es para minar mi confianza, para arrinconarme, para
hacerme dudar de mí mismo. Por surte no
he perdido aún la cabeza, y sé que son ellos los que se han equivocado. Me lo
demuestran mis amigos, y mis quehaceres fuera de este lugar. Me demuestran que
aporto valor en distintas formas.
¿Pero
qué hago con estos 5 años? Me pregunto si se creen que soy tonto, o simplemente
un vago. Me pregunto por quién me tienen, aquellos que me niegan algo básico.
Seguramente no habré ocupado apenas lugar en sus reflexiones diarias,
semanales, mensuales, anuales…
Hay una
persona en especial que merece todo mi desprecio. Yo no soy de desearle a nadie
mal. Pero hay una persona por la que primera vez he sentido completa
indiferencia. Nunca fue tan fácil no dudarlo. No dudar dejar languidecer a
alguien.
Wednesday, November 26, 2014
La profundidad hacia la referencia
Ya en la lejanía, me pareció leer hace bien poco algo interesante
que me hizo evocar una idea importante en este tiempo de permanente
desubicación y pérdida:¨La búsqueda de referencias absolutas e infalibles”. Ya
sé que he hablado muchas veces de ello, pero es que casi lo olvido. Por eso me
lo repito otra vez. Nunca pasar algo por alto había significado tan
descaradamente renunciar a un tipo de fe. Las referencias, vienen a presentarse
de muchas maneras. En mi caso puedo contar lugares, sonidos, olores… No se
trata de nada sorpresivo, se trata de puentes directos hacia aquello que podría
ser el hogar de uno., el emplazamiento de la redención. También alguna amistad
que hace aflorar a uno al esencia de su ser. Me puede catapultar en cierto modo
hacia la placentera esencia de un cometido que Se necesita espacio y tiempo para obtener
la profundidad necesaria para interpretar la referencia. Si no te tomas tu
tiempo, vas apañado chato.
Veamos, son los recuerdos que cada vez cuesta más evocar, aquellos
que ubican, aquellos que aportan calma.
Es el tiempo y el espacio para pensar sobre ello. Ya sé que suena
redundante, pero allí se encuentra la paz, en la dilatación de la reflexión. Deben ser este tipo de cosas contagiosas: La calma de alrededor,
lleva a la calma interior. El espacio y el tiempo te dan la profundidad para
rememorar. Buscas entre los sonidos, entre los lugares que pisaste y los olores
que te marcaron. Y entonces, das con
algo que te hace sentir aliviado. Algo por lo que no dejar que te venza la
muerte.
Puede que no haya dicho nada. Incluso yo mismo lo pienso. Pero hace
dos o tres horas lo veía todo tan claro como cuando tenía potencia e ilusión.
Ahora por ahora, la neblina de la
monotonía, del ser gris, ha vuelto a dificultar la llegada de la clarividencia,
pero juro que hace dos horas estaba ahí…
Es inevitable reconocer que cada vez me cuesta más evitar hallar la profundidad. Noto como me hundo
irremediablemente en el lodo. Aun así,
forcejeo, coño… Espero que antes de desaparecer, pueda dejar constancia de un
modo más clarificador de lo que significa conservar las referencias absolutas,
para nunca dejar de ser auténtico.
Monday, November 24, 2014
CEBICHE
The happy chewing haerted boltman está más alicaído que de
costumbre. Yo a veces le llevo a su mesa un cestito con hierbas que he cogido
en el campo. Tengo la ilusión de que se las coma y purgue así su estómago. Pero
eso nunca sucede. The happy chewing haerted boltman (HCHB) siempre se enfada, y
empieza a hacer el gamberro. Es que es un gamberro con cuerpo de anciano. Él se
saca la tita y se empieza a mear encima de todos sus subordinados. Esta un poco
mal acostumbrado, diría yo. Normal, ya que nadie le levanta la voz. Claro, así
hace y deshace a su antojo. En mi mesa se ha meado muchas veces. Digamos que mi
mesa tiene una atracción especial para él. Supongo que al ser su subordinado
más próximo, el cede con facilidad a la tentación. Se hace pipo encima de mí.
Yo no abro la boca. Aunque a veces me lo pide no abro la boca. Nunca no abrir la
boca, nunca no quejarse de forma verbal había sido tan digno. Creo que me odia. O más que eso, creo que no
acepta nada de lo que sale de mí. YA puedo ofrecerle algo genial, que a él se
la suda. Diría que es muy clasista, mi querido HCHB. Creo que le podría llamar
Cebiche. Cebiche me gusta, es un buen nombre. Ay cebiche, ay como te la
endiche. Hay cosas que ya nunca van a cambiar. Él no es de los que cambie, y
más cuando le ve las orejas al lobo. Prefiere no ceder un centímetro, no arriesgarse
a conocer nada nuevo por miedo a lo que pueda acabar siendo. Hace buena la expresiones
de más vale malo conocido que bueno por conocer.
Mal asunto para mí.
Un abrazo desde los dominios CEBICHE.
Thursday, November 20, 2014
Las noticias de esta mañana
Sin hacer ruido, sin
hacer ruido nos colamos en la factoría. Los instrumentos son grandes e
impresionantes. Tommy es el primero en asumir los riesgos y prueba de maniobrar
con ellos. Soltura, solidez, los demás muchachos nos vamos sumando, Jeff, Marc,
Peter… Todos queremos nuestra parte. ¿Has sentido alguna vez la sensación de
conocer perfectamente algo que nunca antes habías utilizado? Es impresionante,
todos experimentamos la emoción de control total a la vez. En la explanada
de afuera, las alarmas continúan sin tener motivos para saltar. Somos
silenciosos y limpios. Los acaudalados siguen con sus quehaceres, como si no
pasara nada. Y mientras tanto, nosotros creamos bellas historias, como nunca
antes se han escrito. Tenemos la estrella desde el principio. El baile es
perfecto y sentido. La carretera hacia la ruina de los demás se allana.
Brillamos sin depender de nadie, y a fuera, en la explanada de la factoría, el
sol quema el cemento. He tenido que esperar 30 jodidos años para tener esta
idea tan sencilla. No es tanto eso, es más bien el valor de haberlo propuesto a
los demás chicos. Y ahora, dios, qué bien sienta lograr surfear por encima de
tus propias emociones. Es magnífico sentir que pilotas de manera pretty smooth
tu propio piruetaje. Miro a los demás, sé que piensan lo mismo que yo.
Podríamos decir que ahora, por fin y de verdad, somos uno.
En el concesionario de al
lado hay coches de gama alta. No diría de lujo, pero sí de gama alta. Hay vendedores
con traje que saben hacer muy bien su trabajo, saben hacer volar a los clientes
aún sin prender el motor de las máquinas. Ellos adoran su trabajo. Eso me hace
cerciorarme de que no puedo odiar a nadie que cree en lo que hace. Ellos son bienvenidos
en mi mundo. Que vengan todos los vendedores de coches del concesionario de al
lado, que vengan porque esto también les va a gustar a ellos.
Friday, November 07, 2014
KU KU KUPA KU KUKUPA X 2
Mientras las manos se
ensucian y las sabandijas recubren los huecos que hay entre mis dedos, muerdo
fuerte mi lengua para tratar de evadir el dolor del alma. En el pozo de la mierda, según que escollos
pueden servir para escalar un poco más alto. Para recibir un poco más de
luz. A veces, cuando caigo contra el césped
y los rayos del sol me azotan en la cara, no puedo evitar sentirme bien. Aunque
el golpe sea fuerte. Da igual.
Me imagino con mi
banda, atendiendo tansolo a los golpes de la batería. Tienen dúnicamente por
preocupación asimilar el golpeo ajeno como mío. Tiemblo con la voz, y visualizo
su onda como un extraño ente físico consumido por su propia fuerza. Un
especímen que va dando brincos por el aire, apoyándose en variaciones
melódicas, quebrando el vacío, atravesándolo sin miramientos.
Las luces de neón,
ver que todo funciona si el ritmo se comprende. Tener la sensación de que caminas
con algo más que tus piernas, y no halo de la polla, tener esa sencación del
que todo el paisaje te complementa. De que si giras hacia un lado de repente,
el mundo gira suavemente contigo.
KU KU KUPA KU KUKUPA X 2
Monday, October 27, 2014
Anoréxicos bloggers gays
Anoréxico y gay. Mal. No debes ser anoréxico. Puedes ser
gay. Me caen mal los gays anoréxicos, siempre que se hayan metido la enfermedad
en vena a través de su entrega a la moda, a través de su entrega al mundo de la
farándula y de la fama, que sustenta cánones de belleza tan asquerosos. Gays trendys
bloggers anoréxicos, mira, mejor os
quedáis en vuestra puta casa. Sois unos derrotados de la vida, y vuestra
manifestación no hacen más que convertir en derrotados a los demás.
Friday, October 24, 2014
Vampiro o víctima dependiendo de quien se acerque
Entre la pena de quién no siente ni para bien ni para mal.
Entre quienes tienen la carcasa metálica, el estuche soñado, Entre aquellos que
obviaron el contenido para agasajar el continente. Los días de playa y sol, la
entrega hacia el furor de las olas, su sonido chapoteando en mis oídos. Los
cálculos de la renta variable. La inestabilidad gubernamental, el trabajo menos
emocional de mi vida. Y tú, aún, un poco más lejos, tú.
Hay una pasarela que lleva al mar, pero que no tiene barcas.
Una especie de altar que parece reclamar mi presencia. El horizonte, es
exactamente como lo imaginas: liso y azul. Tan abierto que se percibe la
curvatura de la tierra. El paso de lo terrenal a lo espiritual, sólo se puede
conseguir por la vía rápida si tienes una buena moto de agua. Eso por lo menos
es lo que hubiera pensado 10 años atrás. Ahora no estoy seguro ni siquiera de
eso. Nadie demuestra nada. De los de toda la vida, solo unos pocos merecen la
pena. Los otros viene n y van, como brisas otoñales que no hacen más que recoger
hojarasca muerta, sabe dios para qué. La rescatan para volver a colocarla en
otro lugar en una especie de danza ritual sin sentido.
En mi terraza hay unas cuantas plantas. No te creas que cuando las miro no guardo un espacio para ti. Para nuestra realidad alternativa, donde vemos cómo van ganando terreno a las baldosas. Cómo los dinteles se van ennegreciendo, cómo las tardes apoyan tus vestidos en nuestra cama, cómo adquiero el vehículo necesario, y cómo ols reflejos en los cristales de los rascacielos se vuelven parte habitual del día a día. Tú miras la hora, yo preparo el almuerzo, la televisión sigue encendida, y el sol, probablemente nos observa con cariño cada vez que ilumina nuestro pequeño ático...
No, no te creas que cuando las miro no guardo ese espacio.
Thursday, October 16, 2014
Estrellas de octubre
Dime, le dije, dime que nuca habrá una puerta entre nosotros
que se cierre definitivamente. Dime que podremos saltar por la ventana, dime
que habrá un tejado común, una lanzadera secreta para nosotros dos. Dime que
estás tan segura como yo, de que no hay nada seguro. Dime que tengo derecho a
soñar contigo, dime que después de todo, hemos ganado algo maravilloso. Dime
que aunque suene a mariconada, miras las estrellas y piensas en mi, que en tus
tiempos muertos te acuerdas, igual que yo, de instantes que te desbordan la
emoción. Dime que tengo derecho a hacer algo más que limitarme a recordar.
Nos hemos dado cuenta de que vida solo hay una. Y eso nos ha
llenado de miedos. El tiempo se clava en la piel, y decidir nunca se me ha dado
bien. Menos aún borrar algo que es mío.
Pero sentirme legitimado a relamerme en lo que me has regalado, me cuesta mucho
si no estás cerca. No puedo, aún retengo la intensidad de tu presencia. De tu
olor. A veces se hace muy cuesta arriba todo. Deja que piense que puedes
disfrutar también sola. Dame permiso para imaginar que vuelves aquí después de
un largo camino. Déjame fantasear con la idea de que nunca en realidad te he
perdido. Que en el fondo los dos tiramos de manual. Que sabemos que siempre va
a continuar ahí esa ventana, o esa puerta que nunca se cierra del todo.
Conseguí tenerte como alguien con quien no había una sola barrera. Con quien me
podía vaciar. Con quien me acerqué al valor absoluto en una suerte de unión.
Claro que te quise, coño.
Wednesday, October 15, 2014
El sonido sordo de pegarte contra el suelo
Tienes un paquete de
cigarrillos aunque no fumas. Lo llevas a menudo encima. La última vez que te lo
olvidaste en mi casa, ya no regresarías a por él. Lo supe desde el primer momento. Sacrifiqué
todo lo nuestro para desangrarme letra a letra. Para esto que está sucediendo. Para
recibir un golpe en el estómago que me recuerda que estoy vivo. Sigo siendo así
de estúpido. Hay destinos, como Belfast,
que han incidido sobremanera en mi manera de actuar. Debería pensar en cambiar mi estrategia. Debería pensar en
dejar de pensar. Debería pensar en ignorar mi cabeza. Sí, quizás debería
encontrar otro destino que me duela. Pero de otra manera.
Tuesday, October 14, 2014
Ya no tengo 23
En la banda, los
chicos van a la suya. Siguen unos caminos que no comparto. Yo, me quedo más
solo que nunca. Es algo que nunca me había importado. Me gusta la soledad. Pero
nunca me había entusiasmado tan poco. Me esperaba otra cosa, hoy que me la
vuelvo a encontrar. Sigo echando de menos muchísimas cosas. No tengo tiempo
para emplearme a fondo en asuntos que no
me emocionan. La música, cuál es el cometido de la música, si no es otro que
emocionar? Qué hago yo ahí si ni siquiera logro erizar mi piel con nuestras
propias canciones. Siempre deseé tener un grupo, ir de sala en sala para
desplegar mis temas, mis canciones… Ahora me encuentro luciendo algo que no es
mío. Tenía tanto que decir, tanto que demostrar, y resulta que cuando estoy a
las puertas nadie valora absolutamente nada de el camino que hemos recorrido. Y
para colmo, si alguien ha creído en mí, voy y lo aparto de mi vida. No me
imagino cuán duros pueden ser los días ahora. Las dudas permanecen, no se
disipan tan fácilmente. Quizás he cambiado lo único que no debía cambiar.
Monday, October 13, 2014
Desde el vértigo de la decisión
Este dolor
que se ancla y no se va. Nunca antes lo había sentido. Aún sin música lo puedo
reconocer. Puedo recordar muchas cosas, muchísimas de las que compartimos
cuando estábamos juntos. Y ahora que todo es tan reciente, siento la necesidad
de inmortalizarlas una a una, lleno de tristeza.
Por
ejemplo, cuando fuimos al teatro, nuestra última aventura, allí en el lliure de
gracia, la botella de cava que bebimos después, o el restaurante argentino al
que fuimos antes. Las salidas con Carla y Juju reventando la madrugada, tú
abrazándome fuerte, haciéndome saber que siempre ibas a estar ahí. Las promesas
que me hiciste. No dudé en ningún momento de que no fueras capaz de cumplirlas.
Las plantas… cada vez que veías una en un escaparate te detenías valorando si
quedaría bien o no en mi, nuestra, terraza. Recuerdo muchas cosas que no tienen
demasiada importancia. Los momentos en el sofá, fumando maría. O tú liándote los
porros detrás de la barra, sigilosa. También otros momentos mucho más elaborados y
realmente especiales. Como el día de mi cumpleaños, cuando me regalaste todas
aquellas cosas. Todas, absolutamente todas, hablaban de mí. El dibujo que me
hiciste se me sigue clavando en el corazón cada vez que lo veo o lo pienso.
Toda esa ilusión y talento colocados en un papel del tamaño de un LP. Cuando
cantabas, lo bien que lo hacías y cuánto te costaba siempre que te lo pedía.
Cuando saltabas encima de mí o me pedías besos, cuando cocinabas para mí o
íbamos a cenar y estudiabas detenidamente todas las cartas de los restoráns. O
cuando íbamos al cine, o cuando te quebajas de esto y de aquello con tu gracia
natural. Yo siempre quise quererte. Lo juro. Siempre quise quererte muchísimo,
y el cariño que siento ahora mismo es mayor de lo que nunca hubiera imaginado. No
puedo imaginar no volver a saber más de ti. Pero entiendo que no tenga derecho
a destruir tu letargo, tu voluntaria desaparición, si no es para recuperarte y volverte a
colocar allí donde estabas. Debo esperar aunque a mi también me reviente por dentro. Me siento exhausto y vacío. Ayer lloré como un
gilipollas en la cama. Lloré, y sollocé, me sorprendí gimiendo como un mariconazo, con la nariz
llena de mocos, aparentando mi cara contra la almohada y pidiéndote perdón,
diciendote que lo sentía. No me imaginaba esta clase de dolor. No me imaginaba
esta sensación que tengo ahora que escribo. Nunca antes había perdido una parte
tan importante de mí. Y maldigo toda la sinrazón que me lleva a no poder
quererte como te mereces siendo mi pareja, pero a echarte tanto de menos ahora
que ya no lo eres. Maldigo la sinrazón de no enamorarme de ti con locura y tener claro
que quiero pasar el resto de mi vida contigo, y a la vez no poder hacerme a la
idea de no abrazarte o compartir mis victorias, mis historias contigo antes que
con nadie, para que tú hagas lo mismo conmigo. Noté todo tu calor, todo tu
apoyo como nunca lo había sentido de nadie. Noté cómo te esforzabas por salvar
todo lo nuestro día tras día. Nunca me había sentido así de querido. Y yo voy y
te lo agradezco así. Debes pensar que soy un desgraciado, un monstruo, o qué se
yo. Quizás aún no encuentras explicación. Yo tampoco, y mira que la busco. Te
he cambiado todo lo que tenías en la cabeza de un día para otro. Contabas
conmigo para todos tus pormenores, y ahora por inercia, aún de tu corazón debe
seguir brotando esa sensación. Pero tu cabeza, acto seguido, te dice que no
estoy, y entonces sientes esa punzada en el estómago, y el dolor en los ojos. A
ti también te pasa, no?
Han sido
muchísimas cosas. Y sabemos que todo va a ir bien y que vas a encontrar tu lugar.
Me gusta pensar que puede que yo te haya ayudado un poco en tu camino. Desde luego
tú a mí me has enseñado cosas que nadie nunca me había regalado. Ayer por la noche me dí cuenta mientras lloraba como un memo. Me enseñaste esta increíble forma de dolor y el valor del tiempo que hemos estado juntos; Ésta forma de sentirse vivo y agradecido de haber dado contigo. Lo único que
quiero ahora mismo, lo que deseo, es que no te arrepientas para nada de lo que
hemos vivido, que te sirva para avanzar y que encuentres la felicidad en cualquiera de sus formas. No mereces
menos. Estás cargada de sueños y debes dispararlos bien alto para convertirlos
en realidad. Y debes hacerlo por ti misma. Eso es lo que deseo, que sigas
disfrutando de lo que te viene encima, que no es poco. Estás preparada para
tener una vida mucho más intensa que la que has tenido hasta ahora. Y puestos a
pedir, yo quiero ser, de un modo u otro, partícipe de ella.
Friday, October 10, 2014
Brilistupid head
Hay algo en la mirada que tienes ahora mismo,
Dice el calvo. Entonces yo con una soltura impresionante, le
escupo en la cabeza. Sé que en ese momento, si hubiera sonado una música,
hubiera sido muy pretty smooth flying.
Algo que muy pocos directores entenderían. Él, por ejemplo, no lo entendería.
No está preparado para recibir cosas nuevas. Está cerrado como el coño de una
monja. Cerrado y acartonado. A ese cabrón le agarro fuerte con la mano de los
carrillos, se los aprieto y sus morros se contraen. Entonces le escupo en la
boca. El cierra sus ojos, balbucea alguna cosa. Él, tan elegante, tan correcto,
tan protegido, tan conformado. Ese hijo de puta al que no le importa ver como
se anquilosa la fuerza de la juventud de sus subordinados.
Un coño
oxidado tiene el derecho a volverse a ilusionar y remojar sus paredes. Él,
debería tener el deber de lubricar sus recursos. Pero no. Todo está bien así.
Almacenando En
el cuarto del olvido todo lo que se pueda almacenar.
Tuesday, October 07, 2014
Octubre bajado
En octubre, esta vez la velocidad difumina de modo
irreconocible todo lo que veo. Me parece percibir el saludo del Delatorre, el
olor agrio de la gorra de les estades
que me he colocado cada año desde que regresé del pueblo donde se celebraron.
Actualmente me siento cansado, me sudan los pies, mis dientes tienen manchas
marrones. Oigo menos de un oído que de otro, se me cae el pelo abundantemente.
Mi apetito sexual disminuye cada día.
Esta vez, como decía, las caras se difuminan más que nunca. No vibro
apenas al escuchar los temas que me hicieron llorar hace años, que me hicieron
soñar, que provocaron que me entregara a la música en una suerte de juego
acrobático, en un cortejo plagado de piruetas hermosas. Ahora soy ese gimnasta
que toca el fin de su carrera. Sus herramientas, insustituibles, empiezan a fallar y nunca van a regresar. La lucidez es
lo poco que le queda, y duda de si eso es bueno. Ver cómo la gente tiene miedo
conforme se hace mayor. Ver cómo tratan de sortear sus complejos pero siempre
acaban reventando contra ellos. Notarnos en caída libre, sentir a mi lado a
todos aquellos que se han cruzado en mi vida, notarles esquivar las evidencias.
Pero en este declive inexorable, la
única salida que hay es dejar que el cansancio te venza. No por tratar de
postergar algo que irremediablemente sucederá, vamos a conseguir nada. Somos
como animales enjaulados, sí, arrinconados en una esquina de nuestra celda, esperando
nuestro turno, amontonados… viendo como una mano gigante se nos va llevando a
quién sabe dónde. Y gente que me ha ignorado, gente que no ha creído en mí,
también tiene miedo. Somos iguales, como dije una vez. El punto más democrático
de la existencia es su inicio, pero también su final.
Tuesday, September 30, 2014
Ser baladí
Desidia,
la princesa de mi culo, pasea pateando a sus vasallos. A las puertas de
octubre, menopáusico yo, seco por dentro, arrugado como una pasa que no tiene
una suerte de jugo en su interior. Una esponja acartonada, cuya membrana se convierte
en un mero manto de ceniza al posar mi mano sobre ella. Es otoño, la época
tardía para los tardíos. La nostalgia, nutriente principal de las raíces del
alma, esta temporada no parece ser precisamente de mucha calidad. Hoy, podría
notar revuelto mi estómago y hacer escupir a mi ano un chorro impresionante de
mierda mientras ando arqueado hacia dentro, en posición fetal. Como bien te
puedes imaginar, ese chorro de mierda me sacudiría caliente en la propia cara
mía. Lo que sentiría en ese momento es bajeza. Una bajeza tan bien definida que
por maravillosos instantes no cabría esperar nada peor. Y es que igual que los
momentos de felicidad son terribles porque no volverán, los momentos de bajeza
son bellísimos y placidos, porque no hay un lugar más profundo donde caer.
Sentir el confort y la seguridad que propicia en mí mi propio chorro de mierda caliente
en mi cara, es algo impagable y que te transporta a un videojuego del que eres
protagonista. Algo así como un San Andreas donde hay muchas putas que reventar y civiles que
abatir sin remordimiento alguno. Cuando visitas la bajeza, generas un ejercicio
baladí del cual tú eres el origen. No vales nada. Pero tampoco nada vale nada.
El chorro de mierda, y su calor en tu rostro se encargan de recordártelo. Ser baladí es acercarse a lo absoluto por la
puerta de atrás. Columpiarse al filo de la existencia, asomarse al sinsentido y
mantenerse allí racionalmente. Yo quiero
ser baladí.
Tuesday, September 23, 2014
Un tipo de vuelta a casa
Cuántas cabecillas habré dejado de acariciar porque la jauría
se habrá desvanecido antes de que logre salir de mi asombro. El sol se habrá
puesto antes de que deje de sentir su calor en la piel, y los árboles me habrán
susurrado el secreto antes de poder comprender…. De poder comprender nada.
Algunos hablan de su hogar, de su casa, les es fácil
imaginarla. A mí me cuesta mucho, me
cuesta mucho imaginar la forma de mi casa, pero eso no me asusta. Mi hogar, se
podría decir que es el de todos. Solo hay que sentirlo, y aunque no esté en ningún
lugar, puedes encontrarlo en cualquier parte donde te trepe el silencio por la
espalda. Mi casa es así, ruega por respeto, eso es lo único que pide a cambio
de lanzarme sus brazos enormes, fuertes y confortables por encima, para
recogerme y hacerme sentir a salvo. Entre sonrisas, mi hogar y yo viajamos…
Tomamos sendas distintas y nos cruzamos de vez en cuando, pero el destino
siempre va a ser el mismo. Lo puedo notar en las caras de algunas personas, en
sus gestos, lo puedo sentir en algunas canciones, pero también en los ladridos de
algunos perros por la noche. No sé cómo se llega a mi casa, no sé cómo dar las
indicaciones, pero siempre que necesito encontrarla, aparece cerca de mí.
Tendré que caminar más, tendré que caminar menos, pero siempre me lanza los
respiros.
Monday, September 15, 2014
La tarjeta de la defenestración
Badhog, el cerdo calamitoso de anteayer, hoy puedo ser yo,
y mañana tú. Badhog, supongo que es un estado de ánimo. Pero no uno cualquiera. Badhog hace
que se repita en tu cabeza que haces algo mal. Que sigues ahciendo algo mal. 30
años mal. Habrá que cambiar cosas, y habrá que fortificar los hábitos
saludables. Yo antes solía pensar con
mucho más desparpajo. Pero 4 años parece que son suficientes para tirar por la borda la
funcionalidad de tus neuronas. No sólo eso… en este periodo de tiempo, puedes
conseguir adormilar su sed para volverte un oficinista ejemplar más. Cojo el
ascensor 4 veces al día y siempre que haya alguien dentro digo “hola”. Ahora
nos reparten una correa a modo de collar para que luzcamos nuestra tarjeta de
acceso al edificio orgullosamente. No entiendo la facilidad con la que la gente
asume ser eso, ser gente, ser indiferentemente gente. Todos se han cansado de
brillar. No niego ser especial, ya se sabe, pero lucho por probar con reflexiones,
allí donde me está permitido llegar. Y sólo por eso no se me puede considerar
igual a la gran mayoría de gente de este edificio, que se cuelga esa tarjeta
del cuello tan felizmente. No se dan cuenta de lo que simboliza ese gesto. Que
dios les tenga en su haber.
Subscribe to:
Posts (Atom)