Wednesday, December 27, 2006

Cosa de Tres

El mar no se hace. Nace.
El mar es el único que no se reprocha nada.
Inexpugnable de tan abierto,
Temerario y sereno
Irreverente y sin referencia
El mar devuelve
El mar arrastra
El mar estalla
Y el mar no estaba ni estará
Solo anda
Sonidos de alma
Por mil tanques metálicos y corroídos
Corales y Nada

Hubo una vez que Pedro, Clara e Ismael se acercaron a la forma más decente (el Mar).

Pedro quería a Clara. Clara quería a Ismael. Ismael quería a Pedro. Dos heterosexuales de pura cepa. Un homosexual de cepa pura.

Pedro odiaba a Ismael, Ismael odiaba a Clara, Clara odiaba a Pedro.

Y vio la luz la estructura humana más hermosa. Porque el sexo ganó la batalla a la guerra. Y se compartían los tres, dando lugar a la composición de sonidos, gestos y contactos, más delicada y más fuerte. Dando lugar a lo más similar al Todo o a la Nada. Dando lugar a lo más similar al Mar.

Yo les miro desde la orilla. Desde las rocas de la desidia... Y pretendo ser como ellos, pero no puedo. Soy el voyeur del peñasco. Ese hombre de chaleco azul marino, que toca la caña de bambú y lanza piedras planas al agua hambrienta, que lucha por llevárselas los estómagos de sus profundidades cuanto antes.

Yo le pedía al cielo que me trajera a su superior... sólo porque andaba cachondo, como siempre.

Pedro, Ismael, y Clara, se unían y se mezclaban. El amor fecundaba hasta el último rincón de sus cuerpos. El odio, según la leyenda, se empeñó en hacer pequeños poco a poco sus genitales para acabar haciéndolos desaparecer.

Amor y odio enfrentados. Amor y odio de la mano. Se necesita odiar para amar como la evidencia de que el frío solo es ausencia de calor. Por ello seguían, herejes del espíritu, lanzando órdagos de carne pagana y terrenal. El sexo con amor y odio es mejor que el sexo con amor. El sexo con amor y odio es sexo puro y limpio, decían.

Así, al final, siempre anhelaban unirse de nuevo... y en última etapa, se convirtieron por fin en una pelota de carne. Un amasijo de huesos horrible.
Y es que el sexo sin genitales dio lugar al rumor plácido de una playa desierta un crepúsculo de verano.

El mar, el mar, que los había conocido cuando todavía tenían pies y brazos, cuando todavía tenían rostro y comportamientos de seres humanos, no tuvo más remedio que hacerles un hueco en su regazo.
Lograron que el destino les prestara atención. Aunque fuera solo para reírse de ellos. Y yo grito al cielo y sigo sin ver o que me vea.

Monday, December 18, 2006

Diciembre e I

Tienes tanta razón que me das rabia.

Si en realidad lo que has hecho, no ha sido otra cosa que demostrarme que soy mortal.

Pero no sé, hasta ahora vivía tan y tan cómodo…

¿Qué sería de nosotros sin estos pensamientos tan caprichosos que nos rondan la cabeza? Piensa, si quieres, que son gratuitos; que pueden hacer daño; piensa que todo se ha de ver claro. Piensa que hay metas. Piensa en todo eso.

Y renuncia a las minucias, a los pequeños detalles y a los caminos llenos de neblina. Quiere verlo todo despejado. Sereno, Serena. Quiere pensar en el final de las cosas. Quiere morirte de corrección. Quiere amar y ser amada. Quiere ponerle palabras a todo. Quiere entender los desenlaces. Ya acaba. Acaba.

No dejas que los niños se cuelen en tu cena perfecta. Te aseguras de que no vana tirar del mantel ni que se van a meter debajo de la mesa. Pero renuncias a la alegría de sus correteos y de sus gritos. Tu mansión es perfecta. Pero has querido que sea helada también.

Yo lo único que pensaba era en volverte a acariciar los brazos. Pienso eso y ya me ciego. Pienso en que te quitas la ropa y me siento felizmente violento. Me olvido de decirte muchas cosas. Procuro escribirte un embarazoso poema, a solas, ahora que todavía creo ser capaz de sentirte. Lo estoy consiguiendo. La luna ha pedido permiso para entrar por la ventana más que cualquier otra lucecita.

¿Qué coño será de nosotros sin nuestros caprichos?

¿Y sabes qué aparecerá al final, a ti que tanto te gusta pensar en eso de los finales?
Yo te lo digo. Pagaré en la barra y saldré del bar, agarraré mi coche, y empezaré a rodar. Todo habrá resultado ser propina. Propina como la que habré dejado. Todo resultará haber sido polvo, carretera y horizonte. Todo habrá resultado ser música enlatada. Todo habrá resultado ser tapicería barata. Todo habrá resultado ser una puta tontería.

¿Es mejor así, verdad? Tú no querías eso. Tú querías estar colgada de las estrellas, a juego con sus ciudades. Querías llegar hasta ahí arriba.

Yo me quedo con mis cigarrillos rubios, con el rugido del motor, y con las alitas de pollo para llevar.

Y lo único que vamos a tener,
Lo único que nos va a quedar,
Lo poco que hay más allá de tu luz y mi suelo...
Es amor.
Eso es lo único que compartimos.

Sunday, December 17, 2006

Esquela 44: Notas

Si tienes algún problema, dilo. Lo mejor es explicarlo todo. Es jodido tratar de vivir como seas capaz de imaginar que te gustaría. No chilles mucho, porque llamar la atención no es bueno si no tienes una excusa preparada. Pro-actividad, dicen.

Si elijo, me jodo. Tengo sentido común, así que no puedo evadir mi deber. Dentro de las cosas de siempre, están las cosas que cambian, y las cosas que no cambian. ¿Y sabes qué? A alquilar un bote y a alta mar. Bueno, quizá no llegue tan lejos. Qué agobio, llego y qué agobio. No se puede intentar ver la vida a ojo desnudo a través de una diapositiva translúcida que, sin embargo, proyectada con un cañón, describe un sueño. No. Es la enésima vez que lo digo.

Tengo que trabajar en algo, ganar dinero, ser mi propio dueño y acabar corrompido. Pero me he de ganar a pulso el ser así.

No sé porqué te he encontrado tan linda, pero ya me va bien. Quizá porque hay una cosa que se llama al revés que el deja vu. Quizá porque contigo me pasa que los tintineos de siempre, siempre me suenan como si fuera la primera vez. Una clave para el éxito, dirán algunos. El éxito en la vida. Bien. Depende, supongo.

Ojalá un día me rinda y venza a la vez. ¿Puede pasar? ¿Puede suceder que haya otro tipo de verdad? La Mía, y la Universal. Esas son las dos verdades de mi vida. Todos las tenemos. Rinda (Mía). Venza (Universal).

La Mía nunca nos duele y nos la hacemos a medida. Es la que hace funcionar las relaciones con los nuestros. La Mía anda condimentada con nuestros pequeños/grandes vicios. Codicia y demás. Es una verdad demasiado grandilocuente. Casi todos la tenemos muy desarrollada. Las Mías se solapan las unas con las otras y nacen los conflictos que han asolado a la humanidad desde su existencia. La Mía obra socialmente.

La Universal duele y a menudo no estamos preparados para ella. Es muy cruda y socialmente (recordar que Mía obra socialmente) no es aceptada. Universal habla de sacrificio individual por el bien colectivo. Universal te llama negro si eres negro. Te llama moro si eres moro, te llama perro si eres perro, te llama tullido si eres tullido. La verdad universal no tiene tacto, y como indica su nombre, está por encima de la raza humana. Es fruto del Medio. No está en condiciones de triunfar entre las personas. Porque tendemos a vivir en comunidad.

Las Mías son verdades más asequibles. verdades a nuestra medida. La medida del hombre tontito.

Mía es Negro, Universal es Blanco. Solo que una persona socializada se rija por Mía, la comunidad, como la paleta de un pintor en donde hay un montón de óleo blanco con una mota negra al centro, ya se ha pervertido. La comunidad se resiente y sus sujetos se infectan de las Referencias Materiales. Referencias son los lujos de exhiben otros. Son una especie de meta facil de divisar y dificil de alcanzar. Los hombres ante ellas actuamos como los mosquitos ante los neones. Las Referencias tienen todas un denominador común. El denominador común es el "Para Mí". Un deportivo como el que vi, lo quiero Para Mí. Un reloj como el de mi vecino lo quiero Para Mí... "Para Mí" es lo que mide el hombre contemporáneo.

Actualmente somos unos pervertidos. No sé que significa "plan preveer". Tan siquiera sé si se escribe así.

Quiero volver a tirar las horas por la borda sin que el mar a donde caen, sea mi piel.

Thursday, December 07, 2006

Esquela 43: Cheated Bible

En el pueblo, las cosas siempre han ido a bien. ¿Es la magia de la fe religiosa?. No creo. Los petardos amenudo suenan amortiguados en mi cabeza. he ingerido algo de cerveza. Entro en la primera peña que encuentro abierta. Me siento en la butaca más destrozada de todas. Aún se huele su cuero raído. Agradable.

Los sentimientos se marcan a fuego lento solo en los pueblos.

La artesanía está más cerca de las deidades. El flujo emocional corre por las veredas no canalizadas por el cemento devastador.

Las paredes forradas solo sirven para recibir acusaciones sin fundamento. Solo pueden contener la sangre que prueba un crimen.

Forrar paredes es arriesgado.

En los pueblos se cometió el primer acto corrupto cuando quisieron tapar las paredes y evitaron usar la madera.

Vino el papel. El error de los seres humanos no fue ceder ante la tentación de una manzana roja (¿a quién coño se le ocurrió eso?)

El error que nos ha condenado lo provoco aquél que forró por vez primera una habitación de su casa del pueblo.

Esa solución que algunos calificarían frívolamente de "práctica", solo nos trajo discordia. Los valores de los hombres y las mujeres sen han ido desvirtuando desde aquél día. Ahora la gente va tatuada, con la piel atravesada con varas de metal.

Y son ellos mismos los que se quejan del mundo en el que estamos. No puedo evitar que me dé la risa.

Monday, December 04, 2006

Esquela 42: Cumplemuerte

El niño al principio se oculta tras el regazo de su madre.
Asoma media cabeza, tímido.

La bestia le clava los ojos.

Para él eso es un monstruo horrendo.

Su madre le acaricia tiernamente la coronilla. El niño entonces la mira. Ella le devuelve la mirada junto con una cálida sonrisa. Le da un suave empujón en la espalda.

El niño se deja llevar. Da unos pasos poco a poco. Muy inseguro. Lleva los brazos ocultos tras la espalda. Se detiene a dos metros del engendro de Belcebú. Levanta los ojos. La bestia se agacha. El niño puede sentir su hedor. Su aliento. El cuerpo del demonio es formidablemente voluptuoso, de manera que al inclinarse, acorta un metro la distancia entre su cabeza y la del crío.

El niño se trata de controlar. Lo consigue. No desvía la mirada.
Es entonces, es entonces, cuando pone al descubierto sus manos, ofreciendo al Diablo algo que llevaba oculto en ellas, tras la espalda.

Un montoncillo de guijarros.

"Mis huesos son para ti", le dice a la bestia.
"Mis huesos son para ti".

La bestia acerca la palma de su grotesca mano.
El niño posa los cascajos en ella. Y aprovecha para acariciarla.

La bestia es horrible. Una cara desfigurada, de cebadas protuberancias. Roja como el pimentón toda ella. Brillante y aceitosa. Unos dientes afilados, encias ensangrentadas y boca horizontal. Tiene cuencas muy hundidas. Pero apenas se vislumbran los ojos. Solo dos bolillas negras que chispean de rabia en su centro.

En efecto, cierto aspecto bovino.

Y así vendo mi alma.
Así, como un niño el día de su cumpleaños.
Solo que en vez de soplar las velas de la vida, ofrece los huesos de su muerte.

Es el cumplemuerte.
Es el cumplemuerte.
Es precioso.

Más bonito que todos los aniversarios del mundo.

Porque solo cumplimos uno en toda nuestra existencia. Justo cuando se consume.

Y Satanás utilizara nuestros despojos para alimentar a sus perros granates y rabiosos.

Siéntete honrado.

"Mis huesos son para ti"
"Mis huesos son para ti"
"Para ti"