Tuesday, April 30, 2013

Sonado escándalo en el Lola




“Hora del escarnio”

“Hora del escarnio”

Eso es lo que pensé cuando sabelotodo David reveló el verdadero origen de la vida humana.

Yo no daba crédito; allí estábamos, en el patio, como cada día de entresemana, hablando de pollas y de coños, pero sin saber bien bien qué representaban, cuál era su utilidad.
D solía dosificar muy bien la información, convirtiéndonos al resto en almas ávidas de saber. Cada vez que soltaba algo, lo hacía disfrazando el conocimiento de suspense, convirtiendo un dato revelador, una mieja de verdad, en una puerta entreabierta hacia un mundo atrayente de desconocido. Un lugar que los demás deseábamos pisar con todas nuestras ansias.

Mientras Ru desenvolvía el papel de plata de su almuerzo, David se acercaba al grupo, y echaba el anzuelo:

“¿Para qué sirve la vagina?”

“Pues qué sé yo, para mear, no sé, sirve para ser chica”

“Y crees que eso es todo, pedazo de mierda?”

“Pues claro… qué más quieres”

“no has pensado en la posibilidad de que por ahí se meta la polla para liberar un ejercito de espermatozoides que fecundarán los óvulos de la chica, para que ella albergue el feto que a posteriori se tornará nuevonacido?”

“… Pero qué… pero qué coño…De qué estás hablando?”

Mi mundo vuelto del revés; todo en lo que creía de repente se tambaleaba…

“Pero cómo crees que las mujeres tienen hijos, maldito ignorante?”


Traté de rebatir, confiando aún en que aquello en lo que había creído durante toda mi no muy extensa vida, era lo correcto, lo verdadero.


“las mujeres tienen hijos porque son mujeres”

“Ya? así, sin más? No crees que el hombre debe intervenir en algún momento? Entonces cual es el sentido que tenemos en el curso de la vida, que al fin y al cabo hablar de vida es hablar de algo tan minúsculo como insignificante, que hemos de hablar de CURSO de la vida si queremos referirnos a cuestiones que van más allá de una primera aproximación perceptiva al propósito de nuestra existencia…”

“Pero… pero….. pero qué diante dices? Las mujeres tienen hijos por casualidad… Llega una edad en que algunas, por arte de magia se convierten en premamás; un proceso completamente azaroso, como azarosa es la naturaleza amenudo; mira los caprichos que tiene, que no le importa sesgar vidas mediante temporales, heladas, sequías… Qué sentido tiene destruir lo que tú mismo creas? El mismo que el de dar vida de rebote, sin más…

“Pero qué clase de retrasado mental eres? No tengo nada más que añadir. Lo que viniera a partir de ahora sería una pérdida de tiempo.

Dos años después me hablaría de la masturbación. Entonces ya no tendría fuerzas para rebatir lo que me prometía.

Thursday, April 25, 2013

Vívida



Éramos parabrisas; imparables parabrisas que podían con todo aquello que se a su paso encontraban. Yo te tenía a mi lado, bailando exactamente al mismo ritmo que yo; sin ti yo no era nada, igual que tú sin mi; parte de aquél vehículo sangre; vehículo alma, fulgurante vehículo; Berlín, Tokio, su comida, las mantas, tus promesas, el dolor más intenso que nunca he sentido es idéntico a la felicidad que me invadió; cada rincón de mi cuerpo protegido por tu piel, tú me cubrías pliegue a pliegue; los recuerdos echados a perder emergen con fuerza; las glorietas, las cortadoras de césped y su rumor;  Y sobre todo aquello, tus promesas,  aquellas por las que aún hoy sigo siendo quien soy; aquellos grandes salones y los vasos comunicantes entre nuestros corazones; siempre tan vacíos, siempre tan ávidos; tus uñas clavadas en mi espalda; colándose entre mis costillas; sentía por fin que estaba completo; sentíme completo, obrado, cumplido, consumado; tocado.

 La velocidad de tu amor quemándome por todas partes, convirtiéndome en un despojo de carne que cauteriza a los segundos; Perdiendo por el camino elementos que ya no sé si fueron indispensables en algún momento, manchando las paredes, golpe a golpe; cada impacto es un impulso en forma de luz, de brillo; yo a tu extrema merced; el riego de tu saliva a abrasándome desde bajo mi oreja hasta la ingle, una cicatriz invisible pero imborrable, inquebrantable que a carcajadas rebate al tiempo; Todo por culpa de tus jodidas promesas, que yo soy lo que soy, un constante saco de tierra raído. Y las piedras me lo recuerdan, me recuerdan que sobre ellas, con tus yemas colocaste mi sangre, y que con mi fluido dibujaste tus sueños, por eso,  duele tanto; más cuando el sol irradia calor, cebándose casi tanto como tu propia indiferencia a día de hoy; sentada tú en un banco, prometiéndole a otros que su vida será mejor, arrancándose su alma por ti sin tu pedirlo; pero esa es tu condena, marcar, marcar y marcar: ser recordada por quien desconoce que te recuerda, pero obra cada día por y para ti.

Como yo ahora, que te he vivido tanto que no te he vivido, y que sin embargo se que a ti me debo, y que cada paso que doy lo doy porque no había otro remedio, pues cualquier otro que hubiera dado después del día que te concebí, también hubiera sido por y para ti.

Wednesday, April 24, 2013

I,cuánto tiempo


Querida Enera, 

Aquí estoy escribiéndote después de tanto tiempo.
Discúlpame, el paso de éste sigue gastándome bromas de mal gusto. creo que es algo de lo que nunca me voy a librar. 

A menudo, sin embargo, recuerdo cuando saltábamos de un árbol a otro,  éramos monos que robaban miel de los panales prometidos.

Ni en mis peores pesadillas esperaba envejecer. Pero aquí estoy, envejeciendo en el tiempo, con todo lo que ello conlleva. La distancia nos ha convertido en conocidos, aunque sé, que si dios quiere y nos volvemos a encontrar en el mismo punto físico, volveremos a ser amigos.

Ser arrastrado por la corriente  no está tan mal, pero pesa saber que ya no somos aquellos niños, que los errores se pagan y que las facturas saldadas con retraso suponen a menudo altos intereses.

Ahora mismo, soy todo aquello en que nunca me quise convertir, y aún así irradio menos tormento y angustia y más alegría y felicidad que cuando era joven. Pero ya sé que este estado forma parte del proceso de adormilamiento, del abandono del estado de alerta. Sé que esta positividad no es más que consecuencia del vacío emocional, de la ligereza de quién se ha rendido y ha renunciado a llegar allí donde se veía capaz de llegar.

YA sé que todo esto te importa un pimiento, o que por lo menos, aborreces la manera en la que te lo he escrito.  Quizás me ves como una especie de anciano descorazonador que sale a la calle con aquella gorra y aquellas bermudas que le llevaron a la popularidad en sus días dorados. Puede que sea así.

Al grano, mi estimada amiga.

Aquí, las cosas son las que son. Aunque también hay espacio para la burda ilusión. Dentro de este estilo de vida completamente  urbanita, occidentalizado, frenético, y superficial, que llevo, he logrado marcarme  pequeñas metas. Metas de soñador amateur. Más allá del trabajo de siempre, el salario de siempre, la casa de siempre, la soltería de siempre, hay progresos en la música.
Tengo un par de conciertos programados, uno en solitario con un amigo joven de alma y de fuerte ilusión, en un pequeño bar de esplugues. El bar que me vio crecer como artista. Este tendrá lugar en un mes. Y al mes siguiente, a finales de junio, tengo un gran concierto con los de mi grupo, donde aprovecharemos para presentar en disco que estamos grabando. Este concierto se celebrará en sala Bikini, una de las salas más importantes de Barcelona, con lo que el acojone es chico. Es momento de darlo todo, querida. Sin miedo. Algo que debí aprender de ti hace tiempo, pero que hasta ahora nunca me había planteado aplicar. Sin miedo.

También busco piso para irme a vivir solo. Actualmente comparto con tres nenas y estoy un poco cansado. Odio saber que mientras descoyunto a una nena a pollazos ellas se mueren de envidia escuchando tras los tabiques de papel. Esto es un decir, pero ya me entiendes.

Poco más desde Barcelona. Por ahora. Te podría hablar del buen tiempo que hace, este sol primaveral que te obliga a estar exultante día sí día también, o de cómo ha cambiado mi relación con mis amigos de toda la vida, todos ellos emparejados y más imbuidos si cabe en un estilo de vida gris, opaco. Pero somos más felices que hace años. Recuédalo.   Podríamos decir que los muchachos han ido encontrando su lugar. Su hogar. Su sitio en la vida. Vidas sencillas… sumidos en las cuales no es necesario preguntarse cosas que vayan más allá de la compra de la semana. Han encontrado su lugar. Y yo me estoy acercando al mío.

Y tú qué, wapppy? Y tú qué, amor? Todo bien? Háblame de tus proyectos, de tu vida en Berlín, de tu relación con J, todo sigue igual? Espero que sí, ese chico me cayó realmente bien. Cómo va tu cruzada en el mundo de los mimos? Hay trabajo? Los alemanes cada vez me caen peor. Nos endosaron un 4 a 0 ayer y la merkel es una mujer sin ideas que hasta hace poco se veía a sí misma con carácter y capaz de todo y ahora se siente como lo que es, una anciana desnuda a las puertas del juicio final, temerosa por sabedora lo mal que lo ha hecho todo.

Espero verte pronto de nuevo y poder darte un fuerte abrazo.

Se despide un oficinista gris disfrazado de lamentable artistilla.

Tuesday, April 23, 2013

En pro de la absolución


Llega la fuerza, llega por fin, llega en forma de sol; llega en forma de deportivas, llega en forma de caucho; y de nuevo, en forma de camino de tierra. Ya sabes que es algo, quizás lo único que nunca me canso de repetir cuando se trata de escribir. Te lo podría repetir millones de veces: El gran falo, la pizzería del paseo, la chica que me gusta, Nuria, su aparición en mis fantasías sexuales de adolescente; aún retengo con claridad los instantes en que la penetraba; ella siempre se ayudaba de una barra de hierro que no sé de dónde salía, para subir y para bajar, mientas suspiraba y los mechones que le caían por la frente se elevaban por la corriente que su aliento caliente generaba. ¿Cómo olvidar aquellas mañanas jugando con su hermano pequeño a Banjo Kazooie, cómo olvidar las carreras por sobre los bordes de la piscina; jugándonos siempre el tipo; cómo olvidarlo, aunque ahora lo único que me quede ya de todo aquello es el lugar. Porque el tiempo se fue, el tiempo ya se fue. Sólo queda el lugar; una muestra más de la fragilidad de todo menos de la posición.
Todos, absolutamente todos, tenemos muchas cosas que contar acerca de nuestros veranos.
Todos, absolutamente todos, sentimos que alguna vez hemos sido únicos y especiales.
Todos, absolutamente todos, hemos creído escribir las líneas de nuestra propia historia en algún momento.
Todos, absolutamente todos, hemos querido querer.
Todos, absolutamente todos,  hemos deseado ser comprendidos después de creernos incomprendidos
Todos, absolutamente todos hemos deseado tenerla, tenerla cerca y pasar la tarde con ella.
Hemos deseado que el sol muera antes de que ella desaparezca, que la luna se angustie por dejar de ser la protagonista, porque todos hemos deseado girar alrededor de ella.
Todos, absolutamente todos, guardamos algún instante que no cambiaríamos por nada del mundo.
Y todos, todos, deberíamos tener una referencia eterna, que no es otra cosa que un lugar; para no olvidar quienes fuimos, quienes somos, quienes seremos, y el hueco que dejaremos.

Tuesday, April 16, 2013

Kyoko en su día de trabajo


En el mundo del pectoral; en ese mundo lleno de curvaturas naturales, ese lugar poblado de viajeros de los que jamás vas a poderte fiar, allí dónde ser músico ya no significa ser buena persona… allí es donde actualmente reside Kyoko, aquella prostituta de lujo que logró confundirme completamente; aquella que por dinero no sólo ofrecía sexo, si no que ofrecía amor. El amor más puro que he podido encontrar…
Han pasado muchas por mi vida, pero ninguna supo ofrecerme tan pío sentimiento.

Vemos las luces de la gran ciudad. Es media noche, la lluvia ácida chasquea en la gran vidriera de la habitación (he tenido la tentación de decir NUESTRA habitación, pero he logrado contenerme), los motores de las motocicletas berrean ocasionalmente  reventando las carcajadas de los transeúntes borrachos…

Kyoko tiene unos pies extraordinariamente pequeños, y sólo por ella existir, me siento miserablemente humano; ella me hace sentir torpe, oscuro, truculento, un puñado de huesos atolondrados recubiertos de piel correosa y sucia.

Kyoko osa colocar, apoyar suavemente uno de sus pies sobre mi pierna… Osa, porque hace falta valentía para entrar en contacto con un mundo tan triste como el mío, cuando eres un espíritu sublimado, lo etéreo encaprichado en convertirse en forma. Porque eso es Kyoko:

Moraleja sin relato, lectura entre líneas sin una sola línea, una señal imperturbable que a veces significa que me agache levemente para hacer reverencias, que a veces significa que me aje las rodillas hasta hacerlas sangrar mientras entre mocos y saliva corrida por la cara pido perdón…

Perdón por existir, como ya dije.

Cuando estoy con ella, poco importa vivir en la segunda, tercera o cuarta dimensión. Es absurdo hablar del paso del tiempo, del sentido de la vida. De todo eso Kyoko se ríe, como los animales más listos de la tierra, los delfines, que no dejan de sorprenderse de nuestra estupidez humana, precisamente por creernos tan sumamente superiores a ellos.

“¿Quién nos dijo que nosotros habíamos escogido el camino correcto?”

Kyoko habla y el alma que pueda rezumar la tierra calla.

Imagínate yo, yo soy granito a su lado, un impertérrito cono colocado en una autopista desértica, levantada por el ala más corrupto de los subordinados de Camps.  Algo nefasto de tan absurdo.

Algunos me preguntan constantemente qué se siente al chupar esos pies. Yo les pregunto si han sentido devoción alguna vez. Que la devoción te eleva en cierto modo, porque te dejas de importar a ti mismo; dejas de pesar, de ser pesado para ti mismo. Besar sus pies es abrir todas las ventanas de un hospital blanco y brillante, para que los rayos del sol entren con fuerza sanando a todos aquellos enfermos a los que nunca pudo sanar nuestro tesón humano, en forma de medicamento…

Eso es besar sus pies. Besar sus pies es que ya no te importe la muerte. Besar sus pies es perder el respeto a todo lo que te rodea, pero seguir años luz de ella… besar sus pies es sentirse más perdido que nunca, desnudo, anciano y retoño, en medio de la nada… besar sus pies es no haber existido.

Monday, April 15, 2013

De camino a Galcerán



 La primera vez que apareció, nos encontrábamos en un campo gravitatorio similar al de la tierra, en la estación interesterlar de Túrbeda; Principal suministrador de la galaxia de gas Letano, lugar de paso de cazarecompensas sin escrúpulos, apeadero de naves de carga, convoys interestelares, colonia de descarriados, renegados y exiliados del cosmos…

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 Hace mucho calor en el hall de la estación, acabo de llegar con mi ultraligero, y mientras reparan el propulsor del ala derecho, me dirijo al gran centro comercial… cuando de repente anuncian por megafonía que una delincuente de clase S anda forajida, entre el gentío de la estación:

 “Atención, atención, se ruega extremen las precauciones, una fugitiva de clase S se encuentra en paradero desconocido dentro de la estación. Si la identifican, comuníquenlo inmediatamente a las autoridades”…

De repente aparece su foto en los videos proyectores… y bajo ella, su apodo. “VíperoGirl”… Su aspecto es demencial… Mientras enciendo un cigarrillo, memorizo sus facciones, algo sencillo debido a lo extraordinario de su rostro: No posee nariz. En su lugar, una especie de pequeños tentáculos protegen un hueco sin fondo, una oquedad que es donde debería estar ubicado el tabique nasal.

 No pierdo más tiempo, en 5 minutos he quedado con mi amigo para que me entregue la pieza con la que por fin podre fundir los dos universos, creando una obertura por la que cruzar a la realidad alternativa.

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Toda la galaxia sabe que la estación de Túrbeda no es un lugar seguro para nadie, es un paradero con leyes confusas, competencias diluidas entre distintos cuerpos de seguridad que se superponen a los rifirrafes burocráticos haciendo valer sus armas laser… tengo que darme prisa… aquí la gente dispara, y después pregunta.

Por fin alcanzo el área 17, donde me espera mi amigo, cubierto con gafas ultravioladas y sombrero, ojeando el periódico mientras sorbe mate sentado en un banco cualquiera. Sabe que un aclamado científico como él, no duraría ni un segundo vivo en un lugar así, en una estación tan inhóspita como esa; de exponer su rostro, sería carne de secuestro exprés, y a nadie le gusta pasar por una experiencia así.

“Qué pasa, ¿isra? ¿Cómo va mi dóberman loco?”

 “las migrañas un poco peor, pero mi cerebro aún aguanta dentro de mi cráneo, aunque ya se está empezando a hartar de tan poco espacio”

 Sonrío, y le pregunto si sigue con sus proyectos musicales

 “Eso es algo a lo que es imposible renunciar, ya sabes que una vez logré comprender el mundo, quise comprender el cosmos… y eso me lleva a lo que te ha traído aquí…"

De repente, Isra me me entrega la turbina hectoplásmica con la que estabilizar la puerta entre los dos universos, mientras prosigue:

“Aquí está lo que necesitabas, la pieza que te falta para que por fin logremos sobrepasar lo que nuestra propia percepción nos permite comprender…”

“Genial titu, si no fuera por tus vastos conocimientos en la materia todo esto hubiera sido…”

Entonces es cuando sucede… de repente una gangosa voz nos sorprende por detrás …

 “Dijculpa, tieneh doh rupiah?”

Justo entonces me giro y no tardo ni una décima de segundo en identificar esa oquedad, ese hueco rodeado de pequeños tentáculos pululantes. El corazón se me congela del susto… veo que se saca una pistola de la cintura…. Israel actúa presto:

“al suelo, rápido!!”

Me empuja y ambos caemos del banco, esquivando el disparo de Vípera, pero al caer, la turbina se resbala de mis manos y rueda hasta los pies de la proscrita…

“genial, ehto eh lo que quería…”

Y entonces emprende su huída. Intento seguirla, pero al levantarme veo que Isra está herido, su hombro sangra…

“estoy bien es superficial…., ve tras ella, tiene la turbina…”

 Demasiado tarde, se ha perdido entre el gentío…

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Friday, April 12, 2013

He viajado en el tiempo

Hay cerros, cerros que sobrepasar todavía: Me duermo, y sueño que soy Fox Mc Cloud; Sueño que salto de un cerro a otro, de una plataforma a otra; Soy yo quien hace el horizonte, quien lo origina, quien en definitiva lo abre. Con mi visión, lo voy rajando. Voy tan, absolutamente tan rápido, que no le doy un respiro; no doy un respiro al horizonte: si voy un poco más rápido, por fin viajo en el tiempo de una manera inusitada, pues no doy oportunidad a la completa regeneración de línea final, que es aquella dónde se origina mi alrededor. No dejo que emita todas las imágenes que le corresponden a lo que me rodea. Es fácil de entender. La generación de las imágenes no da abasto, el flujo de realidad tiene un límite; Eso es viajar a mayor velocidad que la luz, supongo. Es lo mismo que decir que has abierto al máximo el grifo de la realidad y tú sigues viéndola desde fuera y sin salpicarte.

Thursday, April 11, 2013

A la hija de puta

Fue aquél miedo a perder el derecho a alimentar a tus hijos? O fue sencillamente el ansia de querer preservar tu prestigio? Fue que lo más facil era ensañarse con el que creíste que era más débil? Fue que creías que al pisotearme no iba a sentirse ni mi crujido; ni el chasquido de mis huesos? O tan solo fue que sentías miedo Sólo fue que estabas asustada? Porque verás, lo has hecho mal, y ahora soy yo quien te tiene en la pal,a de mi mano. Si aprieto fuerte no vas a tener ocasión ni de gritar, vas a desaparecer como si nada hubiera pasado. Nadie te va a echar de menos. Después de aquello lancé un ladrillo con fuerza hacia la cabeza de una de las empleadas, una de mis compañeras, y me dije para mis adentros que me estaba volviendo loco, y mientras la atendían y otras empleadas gritaban histéricas, me meé en su cabeza y salpique a todas aquellas que se preocuparon por esa grandiosa hija de puta. Les dije que las iba a enterrar en una fosa de chuchos abandonados. Eso eso lo que merecían todas ellas, porque son como arpías. Cuando se juntan, son como arpías. Cogí la cabeza de otra empleada y la apreté con fuerza contra mi recto, utilizando su nariz a modo de detonador, de activador de las ventosidades que acumulaba. La asfixie con furia, deje su pelo hecho un asco, le cambié la raya de lado, a esa cocainómana. Porque ella, al igual que el resto, es una cocainómana. Y MIENTRAS VENÍAN LOS DE SEGURIDAD A REDUCIRME, TUVE TIEMPO DE MIRAR LAS CARAS DE ALGUNOS DE LOS PRESENTES, Y PORFIN PUDE VER CUÁLES DE ELLOS ERAN AMIGOS, Y CUALES DE ELLOS, ENEMIGOS.

Tuesday, April 09, 2013

No es mayor, es vencido

TMúriel se ha vuelto loco… TMúriel hila e hila, e hila tan fino, que canta como los ángeles. El día que me di cuenta de que realmente me había hecho mayor, no fue aquél en que me empezaron a salir canas. Tampoco aquél en que mis erecciones dejaron de ser asombrosamente prominentes, ni siquiera aquél en que perdí la poca inspiración que sabe Dios, quien me había dado… El día que me di cuenta de que me hacía mayor fue aquél en que al salir de trabajar, decidí ir a comprar un videojuego. Fue el día aquél en que al llegar a casa, me olvidé de lo que acababa de comprar, un magnífico videojuego. Fue aquél día, en definitiva, en que me hice con un videojuego y se me olvidó jugar con él en lo que quedaba de jornada. Entonces bajó Dios, y me susurró al oído. Y me dijo… no es que te estés haciendo mayor… es sencillamente que la vida te está venciendo… y ese hecho, a diferencia de la edad, se puede revertir. Dios es así, quisquilloso y huraño, amurielado, a veces y siempre preponderante en sus manifestaciones. Así que me veo obligado a rectificar y decir que no es que e hiciera mayor, era sencillamente que la vida me estaba venciendo. Tanto es así que hoy he recuperado vigorosidad en mis erecciones.

Thursday, April 04, 2013

Ninu Ilustrado

Deferencias entre el pasado, el presente, el futuro; realidades estancas que creamos y nos creemos solo nosotros y que anhelamos ver desde la letanía de la vigilia, siempre cortesmente… y la séptima avenida de NY, por fin avistada desde los edificios más altos. Vamos hacia allí; después de un largo día de trabajo. Porque llegará, digamos que llegará el día en que lo que hagamos a nivel profesional, importará más que nosotros mismos. En que lo que ofrezcamos al mercado de consumo decidirá si seguimos o no con vida. Y solo unos privilegiados, entre los que ansío contarme, podrán vivir del amor. Yo viviré del amor a una voz, en mi burbuja de cristal. En su interior haré crecer la rosa más preciosa, de pétalos rojo intenso. Mi casa, será beige. El espacio será gris metálico y mugriento. Oscuro. Ollín, azufre y verdín en el mejor de los casos, bastión de la vida que hubo antes. Lastimoso bastión. Entremedio de todos los cuentos y las fábulas que nos hemos contado mientas existimos, yace el desarrollo de la enferemedad que nos ha hecho creer que debíamos seguir avanzando hacia algún lugar. Cuanto mayor ha sido el dolor, más intrincadas han sido las historias, más rocambolescas las moralejas… cuánto más nos hemos ido alejando de la vida, más hemos ido soñando en ella, cantándole, adorándola… más nos hemos aferrado a lo que cuando teníamos frotando nuestra piel, sólo generaba frío. Nos parecía tan inclemente la vida el día en que empezamos a tomar conciencia social… Nos atizó tan duro en el culo… que se nos ocurrió inventarnos el consumo. Ahora incluso consumo culos cuando coloco mi nariz al fondo de sus esfínteres. Incluso eso tiene un precio en el mercado de valores. Incluso nuestras actitudes más apócrifas, también las más instintivas y originales, penden del hilo del prestigio, de la fama. Somos chuchos vestidos de LV, de Gucci… también de Zara y Bershka, también de “botiga de barri”.. Hay una interdependencia bestial entre nosotros. Bestial en todos los sentidos. No se salva nadie Absolutamente nadie.