Wednesday, September 24, 2008

Esquela 193: Ponme en mi sitio

Las ferias pasan, y con ellas el estruendo mayor, las voces aglomeradas, las cosquillas en la barriga, los descensos inolvidables que siempre acaban con un chapuzón. Y a veces te gusta que no todo salga del todo bien. A veces te gusta confiar en tu suerte, hasta el punto, de pensar que el destino lo arreglará todo. Va bien ceder la última palabra a los factores exteriores, siempre y cuando lo hagas porque te desborda tu propia convicción; la confianza que tienes en ti mismo.

Porque, efectivamente, todo lo que sube baja.

Y, precisamente, lo que ayer subió, hoy baja. Pero esta bien sentirse un poco inseguro, perder alguna apuesta. Y así me mantengo en los cauces de la cordura.

Las carreteras son bastas. Los volantazos no se pueden descartar nunca. Hay que saber digerirlos. Y por ello, entiendo que lo mío es jodido en tanto en cuanto es bueno para los demás. O viceversa.

Y aún sigo teniendo algo que decir. Aunque sea solo por necesidad. Aunque sea algo absurdo. Y esa es la llama que me hace pensar que hay cosas que se me revelarán todavía. Y si las cosas a veces no salen del todo bien, no pasa nada. Si intentas algo desastroso porque estabas lleno de confianza, no pasa nada. Si crees gustar a alguien, y te has enterado mal del asunto, no hay problema.

A veces es lo de fuera, lo que te coloca en tu sitio. Porque todos estamos cayendo al vacío. Por eso andamos tranquilos.

Sea como sea, cuando le pegas un puñetazo a un colchón inchable, el aire de dentro siempre se sitúa en las partes menos afectadas por la ostia, pero nunca desaparece. Después, además, al sacar la mano, aún tiene la poca vergüenza de volver allí donde habías golpeado.

Monday, September 22, 2008

Unos y otros

la primera vez que me vi la herida, pensé que pronto se cerraría.
Poco a poco, fui perdiendo la esperanza de poder empezar una partida nueva, o de poder encontrar un lugar descatalogado. La única opción es limar asperezas. Limar asperezas. Las cicatrices nunca se marchan.

por mucho que te muevas, por muchos depósitos que rellenes, por los miles de propósitos formulados, se acaba consiguiendo sólo un puñado.

No se puede olvidar nada de lo que se ha sido. Hacerlo, solo llevaría a la equivocación, no?

Hay demasiadas cosas que no logro entender, y en días lluviosos como hoy, las dudas cobran fuerza. El corazón se limpia y se vacía, y las penas se filtran por los dedos.

Siempre creí ser infeliz por complicarme innatamente la cabeza. A veces desaba ser un poco más tonto. Creía que la gente que siempre tuvo las alas cortadas era más feliz que yo, únicamente por no calentarse tanto la existencia con tonterías.

Pero esque no son tonterías. Y ellos tampoco tienen las alas cortadas. Nadie se las cortó. Sencillamente, nacieron sin ellas. A nadie le puede parar un televisor, una sociedad podrida, o la indiferencia del resto de la gente. Si lo necesitas sacar, lo sacas de la manera que sea.

Es por eso que no son más felices que yo. Sencillamente han hecho de la resignación su mejor compañera, y han enterrado en lo más profundo de su alma la cosnternación que cada día les asolaría si trataran de llegar a donde nosotros llegamos. Lo cubren todo con munerosas sonrisas de medio y bajo alcance. Y nosotros solo escupimos unas pocas de esas, porque la vida no nos da juego para más. La situación no invita a desternillarse. Pero cuando las lanzamos, salen desnudas de nuestra boca, llegan lejos, y... milagro... se contagian.

Sunday, September 14, 2008

Aprobado

He decidido pulsarlo a fondo. Usarte--- Sólo por la manera en que hablas, las cosas que dices....

Te voy a usar.

Hay momentos en que eres ligero.

Te vuelves la línea, el dibujo. Te vuelves la estampa misma. Te reconoces en todo lo que haces. Es bendito.

La vida se vuelve un metraje. Una tira de cuero raído. Ahora no es cuestión de pensar en lo cíclico y en lo fatal. Solo tienes tiempo de abarcar, extendiendo tus brazos, la cinta entera.

Sientes la estructura de todo lo que vas a poder tener. Y, a mí me da por reírme.

Las ciudades siguen depié.

Y hay cosas que ya se ven venir de verdad. Ya notas como has dejado mucho atrás. Ya no tienes tanto por delante. Ya no puedes decir que "aún hay tiempo". No gratuitamente, por lo menos.

Es el primer examen. Lo has hecho, y te da pavor preguntar la nota. Pero tú mismo la sabes, tú mismo te la has puesto. Y has aprobado.

Has aprobado. Tú mismo te diste cuenta. No muchos lo consiguen. Aquí, si bien es cierto que no hay un patrón establecido para todos, si bien es cierto que cada persona es un mundo y que no tienes que competir con el resto de la clase, te aseguro que se han de soportar otras cosas igual o más duras.

Competir contra uno mismo es una lata. Yo me marco unas metas. Otros se marcan otras. Creo que las mías me exigen mucho, me desgastan. pero siempre sé colocarlas al límite de mi extenuación.

A veces las cosas salen mal.

Los exámenes y sus resultados nos caen en la cabeza. Es algo inevitable obtenerlos.

Saturday, September 13, 2008

Cómo funciono

Campanas sobrevuelan los cielos, y caen, pesadas ellas, sobre las adoquinadas calles. Las abren. Y mientras tanto, yo me digo.... "oh, sólo tiene 17 años". Si bien me escandalizo, también me la sopla.

Las campanas han ido cayendo a mi paso,. Algunas han destrozado las lunas de coches que hay aparcados cerca del lugar por el que camino. Y mientras tanto, pienso que qué les digo a mis amigos, y como yo soy un tio de pensamiento lateral más que de pensamiento horizontal, me encuentro deleitándome con una de las ramificaciones del pensamiento principal, y me traslado, en consecuencia, a una de las playas que pisé con uno de ellos, con uno de mis amigos. Pronto construyo una fantasía fundamentada en recuerdos, y uno a mi "she's only 17" con el paisaje de sensaciones que aún retenego de aquél maravilloso viaje. Aquél que hice con un viejo zorro.

Coloco cerca un chiringuito que descubrí en un viaje más reciente. Un viaje no tan intenso, pero da igual. El chiringuito era la polla. Siento felicidad, pero a medida que mis dedos pulsan las teclas, o mejor dicho, las engullen, siento una tristeza, derivada del mismo suceso que ahora mismo acaece, que no es otro que el de la concepción de la retrospección que ahora me asola.

Caigo en la realidad por unos instantes. Solo la música que suena me salva de sentirme profundamente miserable. Debería decirle algo a una chica del mundo real. Una que me espera, me ofrece caricias, y durante las noches me da mucho amor. Somos como perros callejeros que se encuentran en cualquier esquina. Nos husmeamos en la cama. Eso es verdadero amor.

Me da algun momento muy cálido y agradable. Yo también necesito de esos. Pero no quiero nada más. No quiero nada más. Yo me encuentro muchas veces solo. En la mayoría de ocasiones, ello no me importa. ¿No lo entiendes? Le he de decir algo ya. Lo he de parar.

Así de frenética discurre mi actividad mental. Y lo mejor es que, de lo trascendental paso a lo terrenal en un abrir y cerrar de ojos. Solo porque Pep así lo quiere. Solo porque tengo una cita con su equipo, con el Barça de mis amores. Esta tarde la vamos a pillar buena; un plácido ocaso nos espera: cervezas, música, fútbol, y un montón de lobos en un cuarto repleto de tremendas historias. Vamos a vibrar. Y después, después, solo nos quedará la noche, y espera, una promesa. una promesa que me hicieron unas chicas que conocimos en el sur. Igual las vemos también.

El plan de hoy no está mal. Vivir, a veces, no está mal. No.

Thursday, September 11, 2008

Esquela 191: Producción total

El cielo está azul metal y se encalla en él tanto el granel, como lo plateado de éste, confiriéndole de este modo, un aire eléctrico-navideño pseudo noventero.

Aún así, los suspiros que llegan a mis oídos son incluso de una o dos décadas antes. Para entonces, ya se levantaban algunos edificos altos e impresionantes. Y aunque no recuerde el nombre de ninguno de ellos, sus azoteas siguen existiendo, allí arriba, y más de una persona habrá utilizado alguna para siucidarse. La habrá utilizado en su beneficio.

Solo una vez he estado en Belfast, pero ya he conocido su silencio varado y su fuerza contenida. Estuve allí y lo comprendí. Pero en otros muchos lugares he estado y también he comprendido. A menudo, son sitios comunes. El coche de mi padre, por ejemplo. Allí también me di cuenta de muchas cosas, como que Simply Red pega con los ejecutivos eurpeos.

Después, los conocimientos se van modificando, y voy creando una verdad a la que achacar todas mis desgracias. Porque las verdades de verdad apenas existen. Sólo son un recurso más para obtener explicaciones.

¿Y quien te dice a ti que no formamos parte de la gran broma? Sí, es lo de siempre. Pero es que nunca se puede estar seguro de nada. Nada de nada. Tansiquiera de si quieres a alguien. Quizá por eso; por ser amor, y por ser tan puro. Quizá por ser tan directo y no pasar por nuestra cabeza, el amor dista de asociarse con cualquier verdad en forma de regla. En el amor no hay normas, dicen. En el acto humano reflejo por excelencia no hay reglas.... entonces.... ¿de dónde coño brotamos? Qué coño pretendemos.

Somos lo que para nosotros son los perros que tratan de morderse el rabo mientras dan vueltas como peonzas. Eso es lo que somos.

¿Para quien? No creo que sea una persona. Puede ser sencillamente el aire, que fue tan listo, que decidió adjudicarse la forma más leve de existencia. Por eso solo sopla, mece y provoca el movimiento de los demás.

Los parques y las luces me siguen invitando a ir un poco más allá, a no marcharme todavía a la cama, a montar en la última atracción, a regalarte un último algodón, a morirme de risa en vida, y quien sabe, si al final, implosionar en vez de explosionar.

Esquela 190: Lo que me gustaría que dijera mi grupo de rock favorito

"Los americanos republicanos se preocupan antes por el cielo que por la otra mitad del mundo.

Y ahí entramos nosotros, los grupos de rock que hacemos giras internacionales. A veces incluso tenemos miedo, sentimos vergüenza, porque no nos extrañaría que la gente de fuera de EEUU pensase que somos unos ignorantes.

Es por ello que nos ha sido tan fácil hacer unas canciones con este contenido político tan marcado. Es como la necesidad que tiene uno de sacarse de encima la ropa mojada después de que le caiga un chaparrón."

Wednesday, September 10, 2008

A mi amigo

Solbes está harto, y ya no aguanta más.

Después del quinto correo proveniente de un oyente que Francino le lee, el oso panda número 1 estalla.
Estalla mentalmente, claro está.

Pero yo, que soy la mente de Solbes, sé de todos sus secretos.

El pobre hombre siempre esforzándose, como el resto de políticos, en dar explicaciones sin cuestionar nunca lo gilipollas que es la gente.

Claro, la primera norma de esta gran mentira que es la política, es que, para ser lo que es, que no es otra cosa que mentira más que política, uno nunca puede tratar de estúpidos para arriba a la gente a la que se debe.

"Mal empezamos", se dice Solbes a menudo al recostar su cabeza de oso panda sobre la mullida almohada. "¿Cómo van a cambiar las cosas, si no somos capaces de reconocer el problema abiertamente? Estamos haciendo el tonto, prometiendo cambiar las cosas a través de un estado que no tiene la fuerza para hacer nada solo. Ningún gobierno es capaz de superar una crisis por sí mismo.

Y la gente no sabe aprovechar los días prósperos, la gente no se sabe educar económicamente a sí misma en el mundo. Y después, cuando es la sociedad misma la que se busca encontrarse hundida en la mierda, me apuntan todos a mí.

Y claro, cualquiera les dice, que lo que pasa es que se han de informar más, y que a quién se le ocurre pillar hipotecas a 40 años. Qué cosas! Si les llamas ignorantes se te echan al cuello, y si asumes toda la responsabilidad, solo consigues que te apunten todavía muchos más dedos."

Al final, mi amigo Solbes también concibe ya la mentira. Se siente miserablemente farsante, y a pesar de ello, también se considera un mártir. ¿Cómo puede ser? No se le puede arrojar a toda esa gente la verdad, porque una cabeza como la suya, se vende barata, y hay muchos que prefieren ver como caen los que debían ser sus salvadores, a tratar de entenderlos.

Pobre Solbes, me digo. Pobre Pedro Solbes. Si yo te entiendo... déjalo ya, que vivimos a merced de unos majaderos, amigo. Cualquiera, desde allí arriba, desde un frágil podio de cristal, llama estúpida a esta sociedad, eh? te machacarían los huesos.

Yo lo puedo decir sin ningún problema, desde esta plataforma que de cercana, casi está hundida en el suelo de la cruda realidad. Yo lo digo: Hay mucha gente tonta. Demasiada.

Sunday, September 07, 2008

Septiembre, abrázame

Septiembre, abrázame.
Septiembre, abrázame.
Septiembre, abrázame.

Septiembre, abrázame y llévame de paseo por los últimos resquicios de la inocencia. Llévame de nuevo al lugar de los xilofones, llévame a otro tiempo, de otro lugar. Septiembre de siempre, el único que viene como los demás, el único que es el de siempre, pero que siempre parece distinto.

Septiembre, acércame a la nostalgia. Septiembre, lánzame una sonrisa honesta y espontánea, como haría cualquier niño. Hazlo, y de paso, llévame contigo, llévame al orígen y al final de todas las cosas. Déjame allí tirado, en mi propia infancia, en el hueco de siempre, en donde ni la marea ni las olas alcanzan. Déjame descansar allí, y déjame ser. Viájame, viájame a mi propio centro, a mis propias profundidades, y logra, tú que eres el único que puede, logra fundirme de nuevo con la línea del tiempo y del espacio. Permíteme ser el árbol aquél que tuve a mi lado mientras crecí, o el aliento vacío de las voces del patio que se vuelven a amortiguar, déjame ser la negrura propia de cualquier lugar lejano, el sonido muerto de cualquier ciudad del norte. Conviérteme en noche, traspasando la vida de un soplido, y tórname negrura y felicidad. Trasládame al corazón de cualquier niño. Cualquiera que no tenga tiempo para pensar en las tonterías en que todos ahora pensamos, cualquiera que esté ocupado volcando un sinfin de risas en su alma, cualquiera que no piense mientras siente, cualquiera que no sea capaz de comparar nada con nada, para así poder juzgar desde el verdadero estrado.

Septiembre, llévame otra vez más contigo. ¿Puedo llevar el bocata envuelto en plata? Septiembre, vierte todas las toneladas de nostalgia sobre mi. Asfixiame de recuerdos y fúndelos con viejas ilusiones y con las esperanzas de los tiempos venideros. Septiembre, mézclame todo lo que tengo dentro y después desparrámame por cualquier piedra fría. Allí esperaré que salga el sol, y nunca me voy a cansar de verlo. De una vez por todas.

Sptiembre, crudo y dulce, inicio y final.

Fuegos de artificio

Tiene muchas formas distintas, se presenta de un montón de maneras diferentes, pero al final, siempre eres tú quien acaba yendo tras ellos, mientras golpeas con fuerza tus deportivas contra el suelo del pasillo del polideportivo.

Después, también puedes llegar rendido una noche cualquiera. El mundo te puede haber escupido que eres una mierda, pero tú aún tienes tiempo de sacar la guitarra y dar el último golpe de gracia. Entonces escribes una canción y te das cuenta de que, mientras lo haces, ya no sólo eres tú.

Y de repente, te encuentras en tu acto más íntimo después de la masturbación, que es el de la creación, dependiendo de otra persona. Y por fin, llega así, el día en que entiendes que hay algunas cosas que sí se pueden compartir. Unas cosas que si repartes, que si confinas en la delicadeza de otra persona, multiplican maravillosamente su valor.

A veces, pues, necesitamos que nos den un empujón para seguir creyendo en nosotros mismos. Es importante discernir lo que de verdad nos aporta de lo que no. Y nadie puede llegar a ser persona si sólo confía en sí mismo, nadie puede descifrar parte del mensaje si no recoge algo de lo que hay a su alrededor.

No somos ciegos, ni sordos, y cuando aparece una amistad, hay que cuidarla. El silencio es mucho más limpio que cualquier palabra, y ahora que aún me queda camino, pero ya he dejado atrás una parte importante de mi vida, me noto abismalmente maduro. Hay algunas cosas que acabo de aprender, y que noto que vana a ser eternas en mí. Ya he lanzado algunos cohetes espectaculares, ya he quemado algunos cartuchos, y han sonado deliciosamente. Yo los miro muy contento, y veo cómo dibujan formas fascinantes en el cielo. Y es eso, eso es.


Es el mapa de lo vivido junto a mis amigos, a mi familia, a la gente que ha pasado por aquí y por allí. Ya veo, ya veo, que estoy en la etapa en la que los primeros cartuchos han trazado piruetas que ahora mismo acabo de observar.

Noto cómo las luces se desvanecen en la inmensidad del firmamento. Las luces de mi fuego. Aún quedan muchos cartuchos que quemar, pero porfin, veo el proceso entero de la desaparición de los primeros que he lanzado. Eso es ser maduro.

Es algo que aprendes en tu interior, y que sabes que no va a cambiar.

Y después, con las primeras cosas claras, decides decir la primera palabra. La primera certeza sólida de los jardines de tu alma. Y decides compartir algunos de tus secretos. Decides que puede estar bien dormirse de una manera en que nunca antes has dormido.

Tuesday, September 02, 2008

Esquela 187: Peque despedida

Avistando el pájaro inteligente, y esperando a que las montañas abran surcos en las llanuras, para hacerse así, con el paisaje.

A veces me castro los pensamientos, las penas y las inquietudes, y logro fijarme en los maletines de cuero, en los contratiempos de última hora, y en los taxis disponibles en las cercanías.

Otras veces, se me empina la pasión por lo desconocido y lloro salchichas de afección matutina. "Siempre yo", "siempre yo", dirían los más fervientes defensores de la inquietud standard.
Y el techo ha de estar en alguna parte. Mi expansión no debe ser infinita. Lo sé. Temo no percatarme del momento en que deje de aprender de verdad.

Sí, ya sé que las hojas de los árboles, los gestos de los desconocidos, los silencios de la cocina, siempre van a estar ahí, y nunca, los unos se van a parecer a los otros....

Pero quizá, habrá un momento en que por fin yo, entre todo aquél salteado de instantes, aparezca. Aparezca definido ante mis propios ojos. Entonces todo habrá acabado. Y si las inquietudes se marchan de una vez por todas, no me debería preocupar que el momento llegara. Porqué seré como un viejo senil. Seré al que menos le importe el haber perdido todas mis ansias de conocer. ¿A quién voy a dañar, cuando deje de crecer? Aquí, en mi cabeza no hay familiares a los que adolecer, reventándoles los miembros desde mi propia memoria. En mi cabeza solo estoy yo, multiplicado por dos.

Estoy Yo, y el que Creo Ser. El que Cree Ser Yo adora al Yo, y será el único que llore la ausencia de este, cuando el Yo ya no pueda absorber más. Pero es que si el Yo desaparece, el que Creo Ser Yo también lo debería hacer... espero que así sea, porque si no, me pasaré el resto de mi existencia lamentándome de lo que podría haber sido y nunca fue.

Cuando el que Yo Creo Ser vea desde la platea al verdadero Yo definido, moribundo y sin nada que ofrecer, espero que desaparezca del teatro.

Mi muerte como poeta necesita la intimidad absoluta.

Y entonces, siempre estaré castrado del todo. Ciego. Mejor así, no? empezaré a hablar de mi, creyendo conocerme del todo. Quizá incluso llegue a creer que conozco las otras personas. Quizá muera feliz en la ignorancia que no va de dentro a fuera, si no que va de dentro a más adentro. Ignorancia hacia mis propias capacidades, que por entonces ya estarán atrofiadas.

Lo único que lamento de esta muerte anunciada, ahora que reuno los últimos colgajos de lucidez, es el olvidar la sensación que me aportaba el cielo azul o grisáceo. Y con esto me refiero también a todos los detalles de los que alguna vez me hube enamorado cuando aún me expansionaba.

Cualquier cosa valía. El gesto de un desconocido, el silencio en la cocina, las hojas de los árboles....

Monday, September 01, 2008

Metamorphosis 1

En algunas ocasiones ella le volvió a escribir, contándole alguna historia de lo que le sucedía, ya fuera en el trabajo, ya fuera cuando se escapaba a alguna capital importante; Cuando se perdía en alguna ciudad de aquellas que años atrás, se antojaban casi fantásticas. Ciudades de donde brotaban términos tan absolutos como "verdad", como "sentido", como "vida".

Ciudades que ambos habían construído en su cabeza a base de migajas de esperanza. Ciudades que a pesar de tener historia, tener nombre y poderse señalar en el mapa con un dedo, para ellos relucían como paraísos. Seguro, se decían, que si alguna vez llegaban a andar por allí, no no debieran que preocuparse por qué escribir, no tuvieran ni que pensar en cómo decirlo, y pudieren, por fin, despedirse de la angustia de quien tiene mucho que querer contar, pero nada que contar.

Eran los sueños que todos los que alguna vez amamos la esritura, tuvimos.

Lugares en donde uno existe por sí solo. Lugares en donde uno puede hablar de sí mismo sin abrumarse. Lugares en donde uno puede llegar a tocar lo más profundo de su alma.

Ella después, le explicaba que todo aquello no eran más que un montón de ideas que habían ido a anidar en Europa, un montón de ansias que, eternas ellas, a falta de poder desaparecer, se habían instalado en la otra punta del mundo.

Desde aquí, yo también sueño en ir a Tokio y descubrir en su contención y su sencillez, el camino más plácido para mi alma.

Y los sueños, quizá solo son los pensamientos que llegan al precipicio de lo irrealizable, pero allí se quedan, en el Finisterre, en la otra punta del mundo. Y no puedes deshacerte de ellos. Sólo los puedes catapultar lejos de ti.