Monday, June 20, 2011

El normal reencuentro

Podría conducir muchas millas más, si me lo pides. Ahí afuera, con esa lluvia cayendo, ese paisaje negro y esas luces de neón, otra vez tan ocasionales, reventando a esteladas la oscuridad.

Por fin volvimos a coincidir. Y no sé qué soy, pero tú estás cerca de contestarlo. Aún estás. Si no me respondes, tampoco me va a importar. Tú eres más educada de lo que me imaginaba.

No te creas que no me apetece marcharme. Por eso estoy aquí, contigo. Aunque no estés en realidad y esto te pueda parecer extraño, ahora mismo viajamos en el mismo autobús vacío. Solos tú y yo. La contractualidad nos ha unido. La coyuntura, las circunstancias, las vicisitudes…

Quiero irme. Quiero no parar de irme.

Saturday, June 18, 2011

Calafell urgente

Hoy es uno de esos días en que tengo el sol de mi lado y el tiempo a favor; uno de esos días en que puedo porfin mirarme e intuir hacia dónde voy. La intución se presenta definida; hoy más que nunca quiero regresar al calafell más íntimo para morir mientras vivo, para entenderlo todo algo mejor, para rendir cuentas al destino y hacer que se sienta orgulloso de lo que ha logrado conmigo... Hoy más que nunca me quiero ahogar con esas olas; desvanecerme de felicidad enfilando el paseo.
Más que nunca; sé que aquél es mi lugar de después del trato humano. Necesito volver a los caminos de tierra que me ofrecen algún tipo de sentido, una clase de final para mi mente. Quiero abrazarme fuertemente, quiero tenerme siempre, quiero importarme eternamente, quiero sucumbir únicamente ante mi propia ambición; quiero que mi historia se entienda vièndome el rostro... Mierda; necesito ir a calafell.

Friday, June 17, 2011

Qué bien me sientan los 23+

Implosionaré por onésima vez rompiendo los baremos de lo estructurado y planteando un nuevo terreno. Aunque eso de un nuevo terreno es algo relativo, como relativo es el juego que a mi alrededor acaece. Imposible encontrar un sustento que no sea otra treta de todo lo que se mueve y conspira. Porque conspira. Todo conspira. Alrededor, incluso por encima de nuestros dioses. Aquellos dioses que creemos tan grandes e inconcebibles. Por el hecho de imaginarnos ni que sea sólo una parte de ellos, ya pasan a engordar el gran engaño total.

Sí, es verdad lo que estás pensando. Me acabo de aurodeclarar el mayor perceptor del mundo, por encima incluso de mi propia percepción como mortal “standard”. Sí, hoy me apetece. Habrán unos más por ahí también. Pero no nos preocupamos en discernir los elementos existentes después del reventar de los dioses construidos por la mano humana.

Cuando atravesamos las etapas de la percepción, llegamos a un punto infinito. No or ello absoluto. Un lugar en que no tenemos nada que hacer. Cuando rompes con tus dioses, florece un maravilloso vacío que aspiras abriendo tus pulmones, para acabar musitando algo así como “me aburro, vuelvo a casa”
Estamos en esas; y en esas estamos.

Thursday, June 09, 2011

Un dato cualquiera

Podría intentar acoplar una ventana a otra y así igual todo iría a mejor veamos, voy a tratar de proceder...
Ahora sigo pretendiendo ser el número uno; el lince. Pero todos acabamos cayendo. Y eso también lo sé. Así que creo que ene l fondo solo espero. Soy actor y telespectador a la vez. Dos papeles incompatibles en una sola persona. Y cada persona es un poco así

Thursday, June 02, 2011

Mi inquietante teoría

Más allá de extravagantes hipótesis, románticas conjeturas o mágicas casualidades imposibles de interpretar, el amor se me revela como la tristeza más sencilla que en su haber tiene el ser humano.

Me remito a hechos, cuando digo que el amor es una clase de religión, una forma de fe que hay que colocar sobre alguien de tu misma especie. Y si la persona que eliges para depositar esa fe no te corresponde; no pasa nada, la colocarás en otra con el tiempo. Es así, y quién no se quiera dar cuenta, es porque se ha cerrado mentalmente. No depende de las otras personas, encontrar el amor. Depende de una misma.

El amor es, en definitiva, un ejercicio mucho más individualista de lo que parece. Empieza y acaba en uno mismo, y de camino pasa por otra persona.

Pero quiero ir un poco más allá. ¿Qué pasa si es así de triste e individualista el amor? Pues que al final cada persona se acaba enamorando y siendo correspondido (sobretodo siendo correspondido) por alguien igual de feo o guapo que el respectivo. Así es. Algunos amigos míos empezaron entregando su corazón a increíbles bellezas que les correspondían al principio, pero que poco más tarde volaban (cediendo al permanente cortejo de otros machos más atractivos). A cada nueva relación, mi amigo bajaba un poco el listón de lo físico, hasta que llegó un momento en que él se estabilizó. La chica con la que se quedó al final era de guapura parecida a la de mi amigo. Dos personas igual de guapas permanecerán siempre juntas. Esto es como sintonizar la radio: Empiezas probando, te pasas de señal, te quedas corto, te vuelves a pasar, vuelves a quedarte corto y al final la clavas. En el caso de mi amigo, empezó pasándose de señal y sólo se ha dedicado a mover hacia un sentido el regulador. Suerte o desgracia, depende cómo se mire.

Claro que hay otros factores a la hora de decidir pareja: Simpatía, dinero, inteligencia. Pero el que marca la teoría equivalente a la ecuación cinética sin rozamiento ni otros elementos externos es el que aquí desarrollo. Eso sí. Esta teoría funciona más con los hombres que con las mujeres. Las mujeres abogan por el prestigio. Los hombres por el instinto.

Veo que el tiempo me da la razón, y que el amor es muy parecido al catolicismo o al protestantismo. Yo, por mi parte, intentaré seguir creyendo en mí antes que en nadie. Eso no quita que no me pueda embelesar con los increíbles detalles de las grandes catedrales ni adore los motivos que colocaron tan alto los mejores arquitectos de la historia. Pero siempre los observaré sin perder la distancia que hay entre mi cielo y mis pies.