Monday, January 19, 2009

Esquela 217: Cuando el indicador de gasolina falla

La vida nocturna, los perros paseando, el funky sordo es lo que queda entre la habitación barata y la calle desconchada. Camino, camino entre nicotina que se ha quedado estancada en el patio interior de mis lavaderos. Todos ellos. Mis lavaderos. Después, incluso el acceder a la carne se convierte en algo sencillo- no por ello menos anhelado-.

Hay varias fases de intrusión. El líquido muerto corre. Corre muerto. A veces apoyas la mano accidentalmente sobre él, y es cuando te das cuenta de todo. Llegas al fondo. Llegas al lugar de una sola cara. Triste y feliz.

Es lo que pasa cuando le das con fuerza, cuando sacas una segunda utilidad al mueble contra el que utilizaba la tinta china un compañero.

Hoy por la mañana, hoy por la mañana, mi comercial me sonreía. Me sonreía.

"no, no dormí aquí".

Me sonreía. Ese cabrón sabe demasiado acerca de mis costumbres. Sabe dónde he pintado mis grafittis, sabe que lo he hecho donde tansiquiera nadie te ha besado.

Creo que me estoy volviendo loco, pero es el proceso natural.
Si me preguntas cómo me encuentro ahora mismo, me paso media hora pensando si reír o llorar, me paso la eternidad haciendo equilibrios sobre un abismo que no asusta, pero por el que no me quiero precipitar, por si las moscas. Y es que al final, lo que cuenta, es lo que te cuentan.

Qué hay si no? Qué hay detrás de las cosas? Sólo lo que te cuentan. Lo que te cuenta la gente, lo que te cuentan tus ojos, lo que te cuentan tus manos, los que te cuentan tus pelos, su aliento o su cuello que mira hacia atrás. Incluso eso es una palabra que te tiran desde fuera.

Qué me queda? Que es lo que queda de mí? Qué soy yo?Y ya estamos en el punto de partida,. Después te vendrán cientos, y yo tomaré el sol. Sólo me queda lo que monto desde mi cabeza, lengüetazos de realidad ya interpretada. Mi versión del los hechos, los cimientos de la parte más humana y delicada de mis intenciones. Y de las tuyas. Y de las de todos.

Como aquella vez que llovía y no llevábamos paraguas, aquella vez que tuve que ir a sacar dinero y tu te escurriste el pelo delante de mis ojos. Maravillados.

Hay alguien, en un lugar u otro, que siempre va a pasarse el día gritando tu nombre. Tú vas a ser solo el hueco medio-aritmético fruto del encaje de diversas opiniones.



..... eh, algo va mal.... oh, MIERDA; NOS LA VAMOS A DAR!!!!!! AAARGHHHHHHHH!!!!
(ruido de metal, mucho metal, contra un corazoncito esponjoso)

Monday, January 12, 2009

Esquela 216: Mi verdad

Veo a un adulto desdibujado.

Veo una alma desorientada.

Veo opulencia material.



Veo una pérdida de papeles de los Mass media,

Veo unas esperanzas estériles en la cara de los aficionados,

Veo un tratamiento incorrecto de algo que SUCEDE



Veo niebla,

Veo disgustos,

Veo lamentos,

Veo profesionales que lo único que tienen de profesionales es la palabra,



Y por fin,

Por fin,



Veo a Bojan.

Sunday, January 04, 2009

Esquela 230 aprox: Muy bajo

Sabe a que no sabe. El maquillaje se suelta, cae, se desprende, se desliza y se corre. El viento apaga las sensaciones. Solo existe el agobio. Las facturas van a atrapar tu lugar más recóndito, van a llegar a donde crees que jamás te iban a perturbar.

Y qué será de todo? Siembran miedo, recelo, inseguridad. Ya no sé ni huir. No sé correr. no entiendo como me mantengo sobre mis piernas. ¡Quién ha puesto esto en marcha!?

No me dejan deslindar la mejor de las sensaciones, ahora que tiene una cara y unos ojos. no me la dejan deslindar. No me dejan separar la pieza más valiosa de todas las que la rodean. No puedo pulir nada de nada.

El coche sigue corriendo, arrastrando consigo todo lo que aposté que sería capaz de olvidar. La vida es un recorrido largo, pero empieza y acaba como todos. Te siento encima de mi pecho. Las horas contigo duelen más porque duran demasiado poco. Cuando te tengo delante, en vez de olvidarme de todo, todo se convierte en una lluvia de puñales. Me roban el derecho a sentirte pura y únicamente. ¿Cómo puede vivir la gente de este modo? Nadie se da cuenta...

Todo es generalmente triste, por sentirnos todos peculiarmente felices.

Es una enorme máquina, la que construimos. Tan grande que no sabemos ver más que la parte que nuestros ojos abarcan. Jamás llegamos a saber en que consiste lo que entre todos, nos pasamos la vida construyendo. Pero a veces creo que es un enorme perro de metal, un perro de metal que no nos va a traer nada bueno. Construimos desenfadadamente nuestra condena. Mejor construir algo y así, no tener nada que pensar, aunque lo que levantemos sea nuestra propia perdición.

Y yo también me pongo manos a la obra, mientras solo atino a preguntarme cómo seria sentirte pura y únicamente.

Thursday, January 01, 2009

Esquela de año Nueve

El tren vuelve a acercarse. Después se irá. Ha estado haciendo lo mismo desde la primera vez que pasó por aquí. Llega y se va. Todo llega y se va. Algunas cosas de un modo más evidente. Otras de un modo menos perceptible.

Los brazos y la espalda me duelen. Estoy cansado.

Hay mucho que agradecer. Y la condena por todo aquello que me angustia, brota de modo paradójico: Lo que menos me deja vivir, es lo que sé que no me va a dar tiempo de reconocer, de homenajear o acariciar.