Tuesday, June 26, 2012

Desde Vancouver

Tenemos 7 asientos en la parte trasera del melocotón de solapas melocotón. Sigo teniendo la jodida sensación de que hay demasiado por hacer. Necesito jugar a la videoconsola como quien necesita las drogas más adictivas del mundo para encontrar su camino. Necesito crear algo nuevo; un nuevo grupo de música quizás; algo más fresco, más honesto, desenfadado y resuelto. Necesito hacer algo ya. Necesito dar salida, dar más salida a todo esto; a mis visiones de grandes ejecutivos disfrutando con la música punk rock de los 2010; a aquellos que beben cerveza después el trabajo en un bar no excesivamente cool; a todos aquellos que no se dejaron bigote porque los cánones lo mandaban, a esos que jamás se compraron unas gafas de sol de colores o de montura de pasta, o sin graduar; a aquellos que permanecieron bajo el parasol de la autenticidad; Esa gente es la que conforma mi visión idílica de la vida; la gente consciente de sus debilidades y virtudes; La gente que a mí no me agobies que ya tengo mi conciencia lo suficientemente viva; a la gente que jamás votó al PP, a la gente práctica y sencilla; con algo de carácter; a la gente que no tiene una cabeza de alambre.

Monday, June 25, 2012

Dolor en los huesos (dp de San Juan)

Tengo la sensación de que me duele el cuerpo de tanta felicidad. Tengo la sensación de que si en esta ocasión escucho música como lo sueño hacer cuando escribo, romperé a llorar y mi corazón sentirá tal desolación que dejará de latir. Es esa extraña sensación que me asedia justo después de los momentos más sensibles de mi vida: tengo ganas de morir, tengo miedo de morir. Todo por culpa de esta felicidad tan enfermiza que me derrite los huesos.
Esto volvió a pasar en San Juan, otra vez empeñándome en ser joven y en azuzar mi vida; en sacarle la lengua, en doblegarla y casi despreciarla de amor….
Caras nuevas, caras de siempre… otra vez hubo espacio para creer en el amor, en la eterna juventud, en la fortaleza de mi destino… Vaya mierda, cuando sabes que has sido más feliz que nunca, o que prácticamente nunca si más no. Cuando sabes que puede ser la última vez que seas así de feliz. Vaya enorme desazón.
No me importa lo más mínimo mi día a día después de ese San Juan. Quiero despojarme de mis amigos y retener sólo sus almas, sus pinturas; quiero separar lo humano de lo que realmente pueden ser a ojos de la eternidad; una esencia emocionante, un golpe en el estómago que me hace sangrar por la boca…
No sé qué quiero ahora mismo; me desborda una histeria horrible que me aplaca las ganas de de seguir existiendo como hasta ahora lo había hecho. Lo que más me aterra es que no sé con qué quedarme de lo vivido; no sé qué hacer ahora. Es como si hubiera volado todo un fin de semana, y ahora de nuevo me encontrara enjaulado en un cuerpo humano; pero con el recuerdo intenso y dañino de haberlo podido ver absolutamente todo desde ahí arriba.

Justo antes de San Juan (aunque este publicado justo dp)

¿Te acuerdas de  cuando reinábamos en el puerto? De las luces cayendo; la noche haciéndose; ¿recuerdas aquellos trayectos en el suburbano? El metal que tragábamos junto a la botella de Martini; todo en menos de 15 paradas;
Después el mar nos esperaba, las risas y la excitación de entrar en los clubes; de conocer alguna chica nueva; nos encontrábamos en plena competición;  Yo llevaba una desacertada camisa a cuadros con la que me sentía muy poco a gusto; tú, mucho más contento contigo mismo, destilabas seguridad y don de gentes por allí dónde pasabas; Yo apenas logré besar el cuello de una australiana; hacerme con el número de teléfono de una peliroja del extrarradio que tonteaba con marroquíes; tú te llevaste una vez a la más guapa, y a mí me tocó soportar a su amiga descaradamente gorda.
Después de todo este tiempo, me parece divertido. Ahora mismo, lo pienso y sonrío; allí, en el puerto donde los sudamericanos aparecían flotando como cadáveres cada dos por tres. Sus ajustes de cuentas no nos echaron atrás; las extranjeras que por allí merodeaban eran demasiado tentadoras para nosotros.

Wednesday, June 20, 2012

Aprendiendo a vivir de nuevo


Hay un lugar, allí, al final de todo lo demás, donde sólo estás tú; donde solo quedas tú, Donde solo eres lo que eres; lo que de verdad tienes, aquello a lo que te debes. Me doy cuentra a medida que escribo estas líneas. Hay algo que por fin, en el fondo de todo, nadie nos va a poder arrebatar, algo a lo que no pienso renunciar, pues está por encima de todos los momentos que pueda vivir.
Hay una pieza de nosotros que es pura; es la esencia, es tu razón de ser. No lo has sentido nunca? Yo ahora lo noto como no lo había notado jamás. Puede que deba ser lo que es; puede que caiga; pero ahí estoy, voy en busca de la felicidad. Un camino que había olvidado retomar, pero no puedo dejar de pensar en lo que será de mí, no puedo fallarme a mi mismo; si te paras a pensarlo, siempre hallas una respuesta. Quizás la única certera: Estás a la altura de lo que tú mismo te impones? Yo hace tiempo que estoy abandonándome. Es una hemorragia de indiferencia que he de taponar ya.

Friday, June 15, 2012

En mi época de emancipado juvenil

Sales del trabajo a las tres de la tarde; excepcional diurnuidad; aún retienes algo de tu cabellera; te echas una goma de mascar a la boca al recibir los rayos de sol en la cara, y te dices que la ciudad, por fin te atiende; caminas y puedes sentir los problemas de los demás, te parecen nimios no por ser superior a ellos; Es solo porque eres una novela que nunca quiso ser hombre.  
A tu alrededor, los choches se mueven, pitan, hay atascos; la gente grazne, chicas guapas de compras en sandalias paseando por el gran centro comercial. Si llevaras gemelos, te los arreglarías; la urbe te sienta bien, la urbe te mata lentamente; piensas en lo que vas a hacer tranquilamente, y sin darte cuenta, estás pensando en lo que hiciste ayer, en el bigote que te pusiste, en cómo follaste, en la salvaje manera; piensas en el anonimato, piensas en que la vida pasa, piensas en el equilibrio entre lo que escondes y lo que muestras, piensas en tus amigos, piensas en si lo son verdaderamente, piensas en el listón que les has puesto para considerarles como tales, piensas de nuevo en el equilibrio entre tu vida interior y la vida que hay ahí fuera; deseas llevar una chaqueta tejana, la goma de mascar pierde progresivamente su sabor, pronto la tarde caerá, los rascacielos imponentes impondrán su ley; tu serás un minúsculo punto perdido en un corazón que late vehículos, pronto serás nada; pero ahí estás, es tu Manhattan, es tu vida sellada en tu piel, por encima de las risas, de lo contractual… notas que lo consigues; estás haciendo  algo espectacular, gustarte a ti mismo, sentirte ciudad, acercarte a la desaparición, al aire cargado; a lo que realmente quedará de ti cuando te vayas; de nuevo logras el acuerdo; después de haber follado salvajemente en un piso de la parte alta de la ciudad,  después de haber vuelto a verte con aquella que solo te quiere como amante; después de haber comprendido varios de los significados del trayecto de la vida; Estoy tan feliz que me importa un poco menos morir.

Monday, June 11, 2012

Sentirme encontrado

Las lágrimas caen sobre mi cuerpo; son mis propias lágrimas las que caen sobre mi cuerpo, son ellas las que arrastran consigo el cielo cargado; Nos vimos; fuimos felices; nos cruzamos más bien; reímos en medio de nuestro encuentro que sólo nosotros entendemos. Que solo nosotros entendimos a la perfección; ese guión que nadie más va a disfrutar tanto; por encima de los arboles de plástico. Me invadiste con esa sensación que tanto suelo echar de menos; un hogar, una comprensión, los pilares dispuestos en los huecos justos para que me siga teniendo en pie tal y como soy; Tu me aportaste mi porpia continuidad en el tiempo, y me llevaste a lo más alto varias veces; Después te reías, y yo también me reía; y sabíamos que nuestros caminos estaban escritos; pero qué bonito es cuando incluso la tristeza te parece bella; y contigo lo conseguimos; sobrepasamos las barreras que hacen caer con tanta facilidad a los demás; Disfrutamos de nuestro momento de una manera poética; transformamos la carne en algo que tenía muchísimo significado… Me hiciste creer en lo bueno que es que seamos así como somos….porque a veces dudo, dudo por mi alrededor. Pero eres tan auténtica, tan original, que te he podido entender desde el principio. Te voy  a aprender, te voy a aprender de cualquier manera, y tú te vas a golpear contra mi espalda; te vas a esparcir y me vas a quemar entero.
Y me voy a sentir jodidamente vivo, como hiciste conmigo aquella noche: jodidamente ubicado, jodidamente congelado en el tiempo; jodidamente familiar, jodidamente maduro.

Thursday, June 07, 2012

Lo que cabe esperar de un idiota

Una vez. Una, que yo recuerde, estuve al límite.  Una vez, tuve esa sensación de no poder aguantar más. Fue ese momento en el que me di cuenta de todo lo que había tragado en anteriores ocasiones; las implosiones por las que había tenido que pasar; ahora estoy en el presente, ahora en el pasado; ahora en el futuro, antes estaba en el futurible, en un ratito en el plausible pasado; anteayer viví el presente de el futuro alternativo al probable una vez escoja mi siguiente café. Caras muy redondas a las que todo les va viento en popa, caras buenagente (lo escribo junto expresamente), caras de Blas, pero en chica, de las que no he de separarme excesivamente. ¿Por qué futuro estoy luchando? Por uno que me va a aportar el mayor sinsabor? Debería haber salido a por aquella mala puta, la primera venezolana; Alexandra es su nombre. Total, para verla como la veo ahora, en las grabaciones clandestinas a las que le somete el ninfómano (si hay un hombre que padece esta enfermedad es sin duda ÉL) compañero cada vez que esta le chupa el miembro…. La técnica es buena:
(allí en el interior del coche, a oscuras)
“Quiero verte mientras follamos,  deja que active la aplicación de la linterna en mi móvil”
“¿Qué aplicación?”
Entonces el chico le enseña la susodicha, consistente en una imagen de una linterna que ocupa la pantalla entera del móvil, que al entrar en contacto con la yema del dedo, activa la luz del flash indefinidamente, hasta el momento que se vuelva a tocar la pantalla.
“ah, bueno, ponla”
Dice, la chica. Él sonríe, y en un hábil gesto (esa es la parte sobre la que más dudas tengo, debido a mi tembloroso pulso), lo que activa es la cámara del móvil, y la pone a grabar con el flash activado. Ella, como acaba de ver la aplicación de la linterna, da por sentado que esa luz no va a dar mucho que hablar. Pero se equivoca. Él, rápido acomoda el móvil en la parte superior del bolsillo de la parte trasera del asiento del copiloto, de tal manera que el flash y la cámara captan más de la mitad del espacio de los asientos traseros. Ella empieza a chuparle el pene de la manera más desinhibida posible. ÉL SE CONVIERTE EN LEYENDA.
Ahí estoy yo, viendo como le come el rabo aquella chica que se había interesado más por mí que por él, pero que había cedido a la insistencia de mi compañero antes de ceder a mi “saber estar”. Saber estar digo, como podría decir mi despliegue de insulsa gilipollez.

Esta viene siendo la metáfora de mi vida. Entre estrellas deambulo. Y digo yo, que si admiro su brillo, debería tratar, por lo menos, de emanar la misma luz. Luz de flash de cámara.
Próxima parada: La grabación del acto sexual sin el consentimiento de una de las dos partes contratantes.

PD. ¿Lo has hecho de verdad, YO del futuro? … Qué cabrón… ese silencio es un sí, no me jodas.

Tuesday, June 05, 2012

El inicio de la nueva era

Tenemos cien cipreses al borde de la quiebra, o lo que es lo mismo, a un paso de ser talados. Si no los cien, 90 de ellos dejaran de existir en los próximos dos días. Solo vosotros podéis hacer algo para salvarlos del desastre; habéis sido entrenados para combatir la furia de los Hombres de Siempre, sois un equipo de élite; todos vosotros repudiados de vuestros antiguos trabajos, familias y vidas, encontrasteis aquí una verdadera razón por la que continuar viviendo día tras día. Y no os penséis que esos cipreses, por no yufarse o hacer caca, son peores seres vivos que vosotros. Al contrario, a ellos no les tenían que cambiar cada dos por tres los pañales sus madres, ni tampoco limpiarles la maldita boca llena de mocos; esos cipreses, por plantados que estén, han hecho más bien a la tierra que vosotros. Tú, por ejemplo, qué es lo que has conseguido en los 25 años que tienes de vida? En qué has contribuído a mejorar el funcionamiento del planeta? Ah, no, tu maldito Yaris no es que se caracterice por echar una mano a las flores del globo, tus cigarrillos digamos que no emanan esporas reproductoras… en definitiva, eres un maldito cerdo… peor aún, eres un humano standard… Ve asegurando tu culo para cuando el día del juicio final te encuentres haciendo cola ante Dios, esperando su veredicto, y delante tengas un ciprés y detrás una cobaya... quién crees que se llevará la peor sentencia?

Pues bien, aquí estamos, para cambiar desde la base ese horrible sentido común humano que siempre ha sido tan obsceno, soberbio y sin fundamentos absolutos.