Wednesday, June 13, 2018

Muerte, sólo hay una



Sólo quiero perjurar volver a tener días perfectos, por debajo de la piel, pero encima de los ojos. 
Sólo quiero volver a dejar de buscar. Descansar con la luz del domingo dibujándote por encima de su blanco frente a mí.

Ese estado en el que me encontré al encontrarte, esa cápsula especial integrada en plena existencia, este trago de vida, esa isla dónde vomitar el agua salada que me escuece en la garganta...

Sí, lo reconozco. Podría renunciar al resto de mis sueños a cambio de tu bandera blanca, podría convertirme en un ignorante más, podría atracar en forma de estímulo corto, podría responder durante el resto de mis años tan solo con síes y noes.  Dejaría atrás por ti, toda mi profundidad y mi angustia, y me quedaría en nuestra superficie, dando vueltas en círculo, persiguiéndote, repeliéndonos.

Si es que cuando pienso en ti me olvido de mí. Sólo quiero empacharme de tus pequeñas cosas, y dejo de ser un hombre. Dejo de ser mejor. Dejo de competir contra mí.

Eres mi descanso, mi plácida muerte en vida

Friday, June 08, 2018

Las rallas del delirio



Me lleno de pensamientos hasta derramarme, me lleno de mierda entero.

Entre toda esa miera, busco alguna traza de inspiración, pero créeme que cada día cuesta más encontrarla. La delicadeza se empieza a desvanecer, o quizás es que mis pulmones se han endurecido como piedras.

Escarbo en busca del espacio para el verdadero goce. Pero cuando creo encontrar un solar vacío, un agujero de tiempo, ya tengo otra tarea, otro compromiso delimitando mi presunta libertad.
Sé que no estoy diciendo nada nuevo, solo relato la caída libre que todos y cada uno de nosotros experimentamos desde el preciso instante en que empezamos a existir.
El domingo bendito, si es que existe, se sangra mientras se busca.
Antes pensaba en la belleza que no se preocupa por gustar, y he encontrado un matiz para esta misma definición que ahora ya no retengo en la cabeza.

Me he propuesto millones de veces escribir algo que no tenga que ver con esta tristeza. Pero nunca siento la necesidad, si no es para compartir conmigo mismo mi carrera hacia la nada.

Me detengo (sólo cuando puedo)  y me paro a pensar en lo mejor de todo lo que he conocido.
Sea lo que sea, un paisaje, o una sensación, incluso aquella persona. Todo eso, ya no me pertenece. Solo retengo algún vago recuerdo, parte de la esencia de lo que fue. Pero eso nunca es suficiente. Nunca es suficiente lo mejor. Siempre aspiras a encontrar algo que te de más de esta vida, precisamente porque nadie te dice cómo hay que vivirla.
Cuando abres las alas, sólo eres tú contra un paisaje de vértigo. Tú decides dónde quieres llegar. Y después tratas de alcanzar el punto que sea.  Pero que hay con todo lo vivido? Porque todo lo vivido tiene que convertirse únicamente en recuerdo?

A veces cuesta confiar en uno mismo, solo porque olvidas todo lo que has llegado a ser. Me refiero a lo que llegado a vivir.

La existencia , desde luego, ya no fluye con la misma intensidad