Thursday, December 28, 2017

Pájara de amor



No sabes, amigo, no sabes cuánto y con qué facilidad follo.
No sabes la habilidad, con la que negocio en especies, sea con cuerpos, mentes, sea incluso con almas. No imaginas con qué sencillez reproduzco patrones paradigmáticos, enhebro frases  que llevan a logares aparentemente únicos, pero verdaderamente comunes, y digo, en definitiva, aquello que quieren oír...

A veces es agradable,… Sí, incluso el ritual que precede el sexo puede llegar a ser agradable.

Es fácil hacer de los polvos una afición, un buen pasatiempos, un deporte incluso, un ejercicio en donde uno también tiene el deber de superarse y demostrarlo al otro.  Que me sienta un monstruo, no creo que sea por culpa de mis deseos sexuales. Es más bien la fricción entre mi dinámica y la que espera la gente de mi, la que me genera este desgaste. Vaya inutilidad, ¿verdad?

Claro que mientras follo a destajo, me entra la pájara de amor.

La pájara de amor, el desfallecimiento….
Como que las paredes del templo no son de mármol. Son de cartón piedra.

¿A qué se supone que estoy queriendo?
¿A qué supone que me estoy debiendo?
¿Que se supone que espero a cambio de ti?

Al final pasa que lo único que me retiene en este ábside tuyo, es la cascada de tu desidia y el limbo emocional al que me sometes.  Al final me contagias de tu indolencia, al final me conviertes en un soldado del folleteo desenfadado y casual, y en un esquirol de amor.


Tú me hiciste creer en lo mejor de mí, y luego en lo peor. Tengo que agradecer tu aparición, pero parece que lo que me llevo, es sólo mío.

Friday, December 22, 2017

La cadencia

Tengo que confesarte que ya cada una de tus intersecciones me hace perder la cabeza. La cadencia, el tempo, el beat, tus pasos…
Te pediría que te maquillaras, sólo para parecer una muñeca de porcelana; te vitrinizaría y te colocaría en la parte más vistorsa de mi ático.

Probablemente pasarías a ser, junto con algunos instrumentos, lo más valioso que poseo. ME observarías cada ve que intento hacer música. Cada vez que lo intento hacer bien.

Ya no tienes rostro, la lluvia te ha derretido los ojos; tus labios se han salido de su sitio. Tampoco tienes carácter ni personalidad. Eres solo lo que queda encima de todo eso… capas y capas de maquillaje… te has vaciado de las cosas con las que te había rellenado, estabas pinchada desde el principio. Todo lo que coloqué, se fue perdiendo desde el primer instante. Me esforcé por hacerte grande…

Antes de ser muñeca de porcelana, vacia ppr dentro, fuiste muñeca hinchable, hinchada con todos mis anhelos.

Pero ahora que ya te dejo, dejo las intersecciones, los cruces de tu cuerpo, tus túneles y rotondas, tus medianas,  ahora que dejo tus accidentes para buscarme los míos, me vuelve a ser fácil creer en la vida para uno.



Tuesday, December 19, 2017

Sobre el dominio de la obsesión

Le daba igual absolutamente todo. El vino cayó sobre la sabana, al igual que la ceniza. Fumar en la habitación en los tiempos que corren, es poco menos que una declaración de intenciones.

Nada planificado, todo es bienvenido. La única norma: hacer de la apatía el cadáver que ocultar en el maletero del Camaro.

Pronto podrá abrir vía.

Se revisa los puntos de sutura. La herida se ha cerrado antes de lo que hubiera imaginado. Haber renunciado a la morfina  también le ha sentado mejor de lo que pensaba.

La vida no está tan mal cuando se vive “a pelo”, se dice...

Te liberas de tanta ostia, de tanta tontería, de tanta gilipollez: Desde luego, se alegra haber perdido pocos meses trazando un plan. Ha empleado un tiempo valioso drogándose, esperando que la adicción  hiciera que sus visiones se tornaran realidad. Pero no ha sucedido. En realidad en ningún momento estuvo cerca de suceder.

Aun así, cree que la etapa de toxicómano no estuvo tan mal. Incluso diría que es necesaria, si uno consigue salir de ella. Necesaria para ver la mierda con la que te puedes llegar a obsesionar.

Después de eso, te alegras de estar vivo, claro, pero más que eso, te felicitas por poder elegir  lo que realmente te conviene. Buscas paz, poca complicación, buenas compañías y te cansas de papanatas vende motos, farsantes, frustrados y cobardes.


Ser medio maricón no está tan mal.

Wednesday, December 13, 2017

¿Cómo quieres que me crea que no me quieres, cuando nisiquiera eres capaz de afrontar cómo mostrarte ante mí?

México

Si pudiste verme llegar de lejos
¿Por qué no pudiste haberme encontrado a mitad de camino?
Si me viste sangrar…
¿Porqué no presionaste la herida?

Sólo piensas en ti misma...
Sólo piensas en ti misma...
Es mejor que te rompas antes de que me vaya
en el primer tren a México.

Comprobaste que aún respiraba,
Y sin embargo mantuviste tu mano sobre mi boca.
Sentiste mi piel hirviendo
Pero decidiste ignorar el olor de mi deseo

Sólo piensas en ti misma...
Sólo piensas en ti misma...
Es mejor que te quiebres antes de que parta
en el primer tren a México.

Traducción libre de México, Incubus.

Tuesday, December 12, 2017

Y sin porros...


Me siento en la butaca acolchada. Miro el panel de control. Yo no tengo ni idea de lo que es una nave espacial. Pero ahí estoy. Cómo han cambiado los tiempos… Nunca hubiera imaginado hacer este viaje hacia los paisajes emocionales de mi propia experiencia, de un modo tan “lógico”.

Hoy en día, todo aquello que te recorre el espinazo, se puede encontrar en las vitrinas de cualquier tetería.

Pero esto va más allá. Hoy no busco sentirme mejor o peor, nostálgico, cachondo, iracundo…. No, lo que busco hoy es lo que muchos buscaron durante todo este tiempo en forma de cartas astrales.

Ahora me declaro post-escéptico. Mírame, en la nave que me va a llevar de viaje por el mapa de mi experiencia. Voy a ver cómo cada sensación ejecuta un vuelo determinado, cual órbita de cometa condicionada por la gravedad de los enormes planetas que va sorteando.

Es probable que desde ahí arriba, los juegos visuales más espectaculares de mi existencia, se sucedan cuando te conocí. Si de algo sirve este recorrido, es para detectar, o más bien confirmar, cuál es el poso real de mi irrupción/desaparición en el cosmos como humano.
Todo lo que me habré llegado a expandir inspiracionalmente, tendrá como origen, mi interacción contigo. Estoy seguro.

Ya sé que no lo sabes apreciar. Que las pinturas por las que tú te has empecinado quizás son más intensas, mas recargadas, quizá el conglomerado se mezcló con menos aceite en tu caso, o los colores de tu atlas, abrasan más los ojos de cualquier mortal que mis pequeños asteroides hundidos en la inmensa negrura.

Me da igual, ahí están mis experiencias, y las quiero tal y como son, las quiero por haberlas entendido. Porque no sólo merece la pena tener o sentir, aún es mejor comprender.


…Y comprender, en este viaje -ya te  lo debes imaginar-, es acercarse a la verdad como quien se acerca al sol. Nunca podremos concebir la verdad en su inmensidad, dada nuestra insignificante forma, pero podemos intentar bañarnos de su luz hasta llegar al punto en que no haya sombras en nuestros cuerpos, ni dudas en nuestra trayectoria.

Monday, December 11, 2017

A la mierda con el maestro



Me gustaría ser un maestro del equilibrio. Pero no un Yogui. Un maestro del equilibrio, solamente. No hay necesidad de ejercer de mensajero, ni de bajar la llama de los cielos, para alumbrar la oscuridad que se cierne sobre nuestra especie.
Maestro límpido, allí donde nunca acaba la inconsciencia. Allí donde se obra por el placer de descubrir...
Dónde el respeto y la admiración por todo lo que a uno rodea, danzan alegremente y se expanden como el pigmento de la acuarela que mancha el agua de un sutil pinchazo.
Hoy querría intentarlo, querría ser el junco que se mece; Sí, el agua que fluye meandro a meandro, contorneándose hipnóticamente y jugando consigo mismo. Hoy querría dibujar formas de las que nadie me ha hablado. Formas que nunca antes hubiera concebido...
Pero es muy difícil. Es tan difícil esa suerte de arte en donde te mides contigo mismo....

¿Porqué gritamos tanto? ¿Porqué coño gritamos tanto?

Quiero meterme dentro de mi mismo, recostarme en mis entrañas o expandirme obviando lo innecesario.
Quiero disfrutar de mis sentidos, de la paz, de la reflexión, sin necesidad de pensar ni siquiera en el porqué, ni en el cómo ni en el qué....
Dinamitar lo racional sería osado, quizá con establecer un canal directo entre lo de dentro de mí, y lo de ahí fuera, se convirtiera al final en un punto único, el nexo de un pequeño universo amplificado y repentinamente desdoblado. Así, la sorpresa llegaría. Y colocaría esos hilos que flotan en el aire y ese polvo que solo reflejan los rayos del sol, de una forma determinada en que no solo ellos cobran sentido, si no que dotan de una connotación nunca habida a lo hasta entonces conocido.


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Cómo me gusta cuando pasa eso… Qué vivo me siento, ¡Dios!