Lo he entendido

Ahora que no estás tú, solo me queda el mundo.

Perdona que me haya dejado llevar.  Tienes razón, nunca hubo indicios que demostraran que quisieras volver a intentarlo. Lo que verdaderamente me jode, es no haberte podido disfrutar ahora que eres aquella persona en la que siempre creí.

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¿Puta vida, eh? Ahora sí que me ha quedado claro.

Bona Eskuadra

En el tren, mojado de agua el tren. Bajo un sol abrasador, diría algún centralista. Mira, no sé, sólo veo tu cara detrás de las llamas de la hoguera. En la noche plácida que tuvimos ayer. Aunque no estuvieras cerca, sentí la mejor parte de nuestra equipación. Pensé que podríamos hacer cosas, que aún estamos a tiempo de ofrecer jugadas interesantes. Tú me fichaste a mí, y yo a ti, para este tipo de cosas. Después nunca nos atrevimos a ponernos de titulares en nuestras alineaciones, quizás pensando que si trabajábamos juntos, nos íbamos a alejar demasiado de la realidad. Nos gusta demasiado soñar. Cuando estamos juntos somos como un cuchillo recién afilado. Capaces de atravesar el aire con nuestras miradas, de tener ideas que a la mayoría les da miedo tener. ¿Somos aún aquel equipo que una vez pretendimos? Yo creo que sí. Qué sí, joder, que estamos a tiempo. He mejorado durante el año que he pasado cedido. Ya no tengo la cabeza caliente, trabajo para el resto de la escuadra, de verdad. Un año en el exilio va bien para saber qué es lo que tienes que ofrecer, y cómo quieres hacerlo.
En el tren, de vuelta, el traqueteo, como siempre, me relaja. He pensado que te voy a llevar encima de mis brazos, pues tú apuntalas mis mejores intenciones. Te voy a llevar en brazos y te voy a volver a guiar por la superficie del agua mietras proyectamos en el cielo nuestros pensamientos, como si fueran fuegos artificiales. Tengo que reconocerlo, no hay más remedio, estoy conectado a ti. Hace unas semanas que no respiro mierda. Joder, lo necesitaba.

Dosed

Me he vuelto un jodido adicto que cruza la línea. 

Me he enganchado más que nadie a ti. 

Qué coño debería hacer, ¿dejarlo correr y decir que todo irá bien?

No puedo, porque en ti nacen las historias, recortas las formas perfectas y eres cálida. 

Ojalá te quedaras tendida a mi lado.

Escalo la montaña de la culpa, 

Desciendo la colina de la pena, 

y atravieso un cañón sin escondites.

Debería mostrarme tal y como soy, 

la partida aún se está jugando.

Debería hacerlo a la manera que quiero que sea contigo....

Lo debería tomar, pues nunca lo he tenido.

Octubre de nuevo

En octubre suelen pasar cosas que nada tienen que ver con la superficialidad de los días del resto del año. Aunque todo pueda seguir yendo rápido, es más fácil ver entre todos aquellos instantes fugaces, ver entre todos aquellos pequeños menesteres. Es más fácil comprobar lo que importa entre todo el golpeo. Como siempre, como cada octubre que me ha sido permitido, vengo a honrar este mes.

Tengo tanto que agradecerle... Si octubre no existiera, yo no sería tal y como soy. Si octubre dejara de existir, yo nunca habría mirado definitivamente dentro de mí. Mes de convicciones, mes de regreso. mes de llegada. El único mes que va ganando con el paso de los años. Octubre, plácido, lánguido, mortal como los demás, pero sosegado. Octubre sabe los secretos, conoce las respuestas. Ha tardado en venir, pero está aquí. Y con él, las decisiones más importantes. Es bueno tomarlas ahora.

Después de la llamada

No creo que haga falta que vaya al psicólogo. Darme cuenta de que después de todo, eres como creía, ha servido para acabar con esa idea. Ya no me cuestiono estar equivocado con el mundo. 

Sí, porque llegué a pensar que no conseguir entenderte a ti, significaba quizás que nunca había entendido nada de todo aquello en lo que siempre he creído. Y no hablo sólo de nosotros. Hablo de todo lo que he vivido, todo lo que he aprendido y todo lo que he concluido.

*

*

*

Si me preguntas qué ha cambiado después de ayer, sólo se me ocurre decir que ahora puedo quererte en paz.

Cuando viajamos a Berlín

Berlín, sus luces… Yo con mi cámara en la mano, y sin nada de lo que preocuparme. Había cargado las baterías la noche anterior. Paseando por la ancha ciudad, me pasaba el día robándote planos. Entrando en un montón de comercios. Todo el día entrando en un montón de comercios. Con esa incesante lluvia. El suelo húmedo, las aceras encharcadas, y tú, esperándome fuera de alguno de los establecimientos.. Tú, comprando suvenires, toda la última semana. Entera la última semana. Yo deseando irme de allí. Nunca llegué a pensar, sin embargo, que yo no fui a Berlín para pasarme una semana de tienda en tienda. Yo sólo quería que me preguntaras qué me parecía a mi todo aquello. Pero supongo que me querías hacer pagar de alguna forma tu malestar. Y así tiraste hacia delante, dando por sentado que no había nada que hablar… Pero había algo de lo que nunca me pude cansar. Tú tristeza otra vez. Tu dominio del olvido. Tu ausencia. Tu desidia, tu manera de formar parte del paisaje de una lejana postal. De algo que no me pertenece. Tu facilidad para hacerte evocadora, tu gran talento para hacerme sentir fuera de todo lo que nos sucedía. Y yo, con mi cámara. Haciéndote cientos de planos. Esa era mi declaración de amor. Una declaración tan sutil, que ni siquiera yo fui consciente de ella. Sin embargo, las imágenes han quedado grabadas en la memoria. Ahora ya en ese disco duro que nadie va a reclamar. Allí quedará la prueba de que existimos una vez, de que estuvimos juntos, y de que ni siquiera tus ganas de ignorarlo todo, pueden romper algo que ha pasado y que hemos vivido. Dos, tres años que nunca se nos dieron bien. Yo pidiendo una revisión histórica de los acontecimientos, tú declarando en tus libros de texto que aquello nunca sucedió, y mientras tanto nuestros corazones polarizándose a las luces de un día plomizo y gris, un día de trabajo cualquiera, un día en la gran ciudad de Berlín.

Encuentro con la verdad

Cada vez más, en el recuerdo.
Cada vez más, en la cultura popular de mi cerebro;
Leyendas que cercenaron mi existencia hablan de dioses que repartieron vida a través del odio.

En ese lugar en el que me recluyo,
todo lo que me logra emocionar gira entorno al dolor.
La inspiración emana de la fobia.
Y la certeza de no poder cambiar ya nada, me hace sentir completamente vivo.

Es duro tener que regresar siempre a ti,
tener que recordarte para saber que existo.
Tener que compararte con cada rincón insalubre de mi vida sin ti.
Es cansino, muy cansino, continuar adorándote con la mayor devoción. 

La condena de conocer la magia sin saber lo que hay detrás,
O que lo impresionante no volverá,
La castración de la contra.
No hay capacidad de respuesta, pero sigo viniendo aquí.

Justo igual que la droga,
el camino de huída no duele mientras se recorre,
aunque sepa perfectamente que no lleva a nada bueno.
Ya pararé a descansar cuando me rodeen el resto de cosas que nada tiene que ver contigo.
Ya me devolverá la realidad el dolor cuando me detenga,
cuando deje de escribirte como hago ahora.

Hoy de nuevo tengo la capacidad de comprobar que te quiero con esa potencia descomunal,
Hoy de nuevo me arranco ese flujo de sentimiento, que emana de mí como una profusa fuente de lava.
Si tuviera invitados hoy, no podría evitar agasajarles con este efluvio de pasión.

"Mirad cuánto quiero... ¡Nadie puede entregarse más que yo a este sentimiento! ¡Nadie puede casi fundirse con esa ilusión, con ese anhelo, ese deseo... nadie puede amar mejor que yo! Nunca  habrá absolutamente nadie que pueda tener tanta fe en algo que ya fue, en algo que se evaporó... Nadie levantara esos majestuosos monumentos al olvido mejor que yo... ¡Soy el artista que te prometí, el artista en el cual me escudé, soy pura palabrería por ti, soy mi propio personaje!... En su día elegí amarte a través de él, a través de ese farandulero pseudopoetilla de mierda, a través de ese atormentado, tormentoso por atormentarse...
Pero ahora... ahora ya sólo soy yo joder, ya solo soy lo que queda... el quejido, el gargajo, la parte de arriba de la cucaracha vuelta del revés... ese insecto indefenso que mueve las patitas inútilmente...
Y espero mi final, que consiste en aprender a olvidarte."