Veamos, tienes al público caldeado, no te quedes atrás. No abuses de ese speech, durante unos segundos está bien mantenerlos en vilo, pero ojo no te pases.
Sólo sabe Dios dónde habrá quedado todo es montón de ilusiones. En un cubo de esperma, igual.
Qué tenemos aquí? un montón de colegas del barrio han venido a escucharte, vamos, arranca de una maldita vez.
Qué divertido de tan ridículo. Qué estupidez tan grande me envuelve. Qué sencillez demuestra la vida a veces. Sabes qué es lo peor de todo? que cuando ves la vida sencilla todavía te ofuscas más. Ya podría ser al revés, no? quiero decir; Aquellos instantes en la que la vida se muestra tal y como es, deberían agradecerse desde el fondo del alma. pero no es así. Cuando la vida muestra su sencillez es para llevarse a alguien al otro lado, o para demostrarte que estás solo, y claro; no tienes con quien hablar. No tienes o no quieres. A estas alturas da igual.
Cuando la vida enciende una cerilla debes saber que pronto la va a volverá apagar. No esperes a que se consuma la astilla de madera, que eso ya sucedería en poco tiempo de por sí.
No hagas eso. Si la vida enciende la cerilla, acércate para quemarte. Es una forma tonta de decir algo que hemos oído millones de veces.
No me hagas caso, sigue con la música y ya está.
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