Si empiezan a arder mis rodillas, por fin entenderé a aquellos que piden disculpas mientras enloquecen. Dos meses atrás no hubiera pensado ser capaz de cometer un error tan sencillo. Soy de los que tropiezan setenta veces con la misma piedra... pero esto, se escapa de todas la predicciones... Discúlpame si he tenido suficiente de mi mismo y mis rodillas combustionan de nuevo. la vida parece haberse cansado de prestarme atención. Juega conmigo lanzando por doquier sus actitudes-reflejo: me propone las mismas situaciones por enésima vez, pero me las hace vivir con la misma intensidad que si fueran originales. Es así.
Las mismas cartas; el patrón se repite. Solo hay algo que falla en el juego: Que yo me he dado cuenta. L vida lo tenía calculado todo, y casi consigue que me trague esta farsa. Incluso se ha acordado de acompañar cada situación con la pequeña dosis de originalidad primeriza que requería para que no me cansara de lo mismo. Pero se ha olvidado de borrar los datos técnicos de mi cabeza. Es como si experimentara cosas nuevas, pero de las que me habían hablado perfectamente, de las que me habían pasado imágenes previas. Eso lo que ha sucedido.
Y aquí estoy, perdiendo el culo con quince añeras, jugándome la integridad de mi persona. Colgándome de las mismas complicaciones de siempre, poniendo la misma fe, sembrando la misma perseverancia en las pieles de otra. No puede ser que se hayan cansado de ofrecerme cosas nuevas y me tenga que reenganchar a lo de siempre...
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