Pienso que quizá deba tomar un segundo trago contigo.
Pienso que quizá nos debamos dar una segunda oportunidad.
Lástima que estés tan lejos. En lugares con ruedas en Sol mayor, re menor, la menor y un do mayor que manda huevos.
En zonas de medievo bárbaro. Bárbaro medievo. Ahí estás. Danzando ataviada de lindezas solares. Con tus ojos en el sistema central, calentando todos tus satélites. Tienes uno muy lejos, igual te has olvidado. Soy yo.
No te culpo. Nunca fui un buen anfitrión. No acerté el bus, no te arropé en casa. Lo único que hice fue ofrecerte mi hombro de camino. Pero hasta eso me dio respeto. Tenía entendido que no te gustaba que te tocara.
Después, ya colocada en tu eje rotatorio correcto, me dijiste que fui estúpido.
Desde ahí arriba todo es fácil, verdad? Y qué hago yo ahora? Mierda y más mierda, y encima de la mierda, sabes el qué? más mierda todavía.
Ambos sabemos que somos caminos que se cruzaron una vez. Una sola. Y que no volverán a atravesarse entre ellos. Nunca me ha costado resignarme. Pero siempre he sufrido mucho una vez resignado. Tú lo has olvidado todo ya. Todos han olvidado todo ya. Todos avanzan hacia algún lugar. Yo colecciono, sin embargo, momentos que ya sucedieron. Siempre miro atrás y elijo los que más me importan. Nunca doy pasos hacia adelante.
Debería hacer un esfuerzo. Debería renunciar a ser como soy... porque es peor ser como ahora soy en un lugar como este, que ser como esperan que sea en este mismo lugar. De la segunda manera no habrá fricción. Dejaré de imaginarme cosas maravillosas que duelen mucho. Esa será la pérdida. Dejaré de escribir aquí.
Habrá un día que ya no entre en este lugar. Será entonces cuando muera en vida.
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