Por los sueños y memorias de Giman. Jiman? G-man? No tengo la verdad, ni idea. La verdad, ni idea.
Es como transportar los poderes ocultos de otras épocas a la actual. La potencia de éstos, residía en el vacío puro. En la ignorancia/ ausencia de conocimiento. Eso nos hacía fuertes y actualmente nos volvía épicos. Si bien ahora no cabalgamos sobre cuadrúpedos, los acordes se vuelven fácilmente un atrezzo de los tiempos pasados.
Así, fuimos caminando, con los demonios enfrente. Sin un objetivo específico, como nos pasa siempre. Taladrando el tiempo y el lugar que sólo pretende acariciarnos y rozarnos los rincones del cuerpo. Ni hay una dirección predefinida, pero los caminos están marcados y alquitranados ya. Vayamos donde vayamos, no queda una tierra original. Despedazando cada noche. Desgranándolas como un racimo de uvas. Cuanto más pequeñas sean las unidades, mejor. Nosotros no vemos más allá, ni tampoco queremos ver más lejos de cada una de las fracciones más minúsculas.
Cuanto menos pensemos en las distancias largas, menor va a ser nuestro dolor. La clarividencia solo ayudaría a descubrirnos desnudos, débiles y incipientemente podridos. Si desvelo mi existencia segundo a segundo, puedo omitir la visión catastrófica del asunto. Entre un punto y otro, cuanta menor sea la distancia, menor va a ser el escalón del dolor. Quizá algún día todo pueda ser partido de la ínfima manera, para convertirse lo absoluto en un polvo que ni es polvo, es una continuidad perfecta que deja atrás el framerate habitual. Ese día, el dolor será solo una droga que te lleva a lo más alto y que te mata allí arriba. Dejar de ser así de este modo no está nada mal, en tanto en cuanto llega un punto en el que la envergadura temporal de nuestras vidas es una variable nula cuando se trata de valorar lo que uno ha tenido bajo su envoltura humana.
Vamos comiéndonos las minucias con tremenda devoción. Cuanto más machaquemos todas las partes de todo lo que percibimos más nos la va a sudar el no mostrarnos adecuadamente corteses, el no saber interactuar con el resto de la gente, el no encajar como se espera, el ser incapaz de nada. Incapaz de nada? incapaz de nada frente a otra persona. Incapaz de nada frente a otra persona. Suena tan frívolo... Quién te dice que esa otra persona va a saber valorar lo que tú eres. Frente a quién he de demostrar lo que creo ser? A quién me debo? A quién sinó a mi?
No me confundo. No me confundo y sé a qué me refiero. Es fácil hablar de egoísmo, una de esas palabras tan recurridas. Eso sería no entender nada y abogar por la menor partición de las cosas.
No quiero ser oscuro. Pero lo que me rodea es la oscuridad.
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