Thursday, October 25, 2007

Esquela 103: Amor de honor en oriente

Hay un regalo que alguien no se atreve a dar a una persona; a la persona a la que se lo quiere regalar. Quién lo recibe, aún sin saberlo, se siente contento por el plausible presente. Son cosas que suelen suceder de padre a hijo, de hermano a hermano, de amigo a enemigo amado.

Son pequeños gestos que van más allá de su espectacularidad física. Son pequeños obsequios con grandes connotaciones. Somos orgullosos y agradecidos, y siempre crecimos en un mundo en donde los silencios pesan más que las palabras.

Habrá un día, estoy seguro, en que el hombre que más amo, me dirá con tan solo una mirada hacia mí, y después hacia el cielo, habrá un día, pongo mi mano en el fuego, en que el hombre al que más quiero, me enseñará, con tan solo una sonrisa y con sus manos en los bolsillos, habrá un día en que el hombre que yo quiero ser, se alejará ofreciéndome su espalda como mejor premio, habiéndome abierto su corazón en el momento previo, y me habrá explicado sin palabras:

"Ya no me necesitas, yo lo sé, y es hora de que tú también te enteres"

No comments: