Esquela 309: ¿Habré acertado de número?

La gota que nace en la frente se va alimentando con facilidad de los líquidos que se encuentra conforme desciende. No es más que su propia materia tirada por azar en otros lugares. La gota cae y bate la ceja para hundirse en la cuenca. La amargura se nota en el ojo. Se saborea sin haber llegado a los labios. Se cuela por el globo y viaja por la parte interior del tabique. Las mandíbulas duelen Y al final del todo, no hay nada más que una cabeza agarrada a un cuerpo que no sabe dónde soportarse. Dónde tenerse en pie. Viene y canta la misma canción de siempre, que se cansa de todo, que se cansa de la vida y de cómo le trata, que se cansa de las cosas que le van ofreciendo, que se cansa de los palos que le dan, que ya no se apasiona por el día a día. Esto empieza a parecer una tomadura de pelo. Se empieza a preguntar si él mismo es todo una gran mentira, si es solo una pira que tiene por misión arder.

La negrura se apodera del alrededor, Y llega el punto en que te frotas con ella sin decir nada ni antes, ni durante ni después. De eso sí que nunca te sacias. La puedes abrazar con fuerza y no se queja. Solo pasa en unos momentos muy determinados.

La negrura se casi se palpa. No se limpia, se espesa. No puedo trabajar bien, empantanado como estoy. No puedo atender bien, enlodado como ando. Estoy hasta arriba de mierda. ¿Tanta paciencia para qué, si lo que sucede un capítulo tras otro es algo que supera en lo trágico a lo anterior? ¿De qué sirve aguantar el bochorno cuando no tienes alternativas o aspiraciones?
Si ahora tuviera un bate la emprendería contra cualquier pared, no contra cualquier cabeza. Son dos tipos de rabia distinta. Quizá me auto lesionaría a mí mismo. Hasta ahí, pase.

Mal síntoma desear que pase el tiempo. Es algo fácil de deducir. Hace tiempo que estoy agotado y no me ofrezco nada. Hace tiempo que no encuentro la fuerza del entusiasmo, hace tiempo que me maté o me mataron. en verdad es que no sé bien quién tiene la culpa. Hace tiempo que sólo noto espesura a mi alrededor. Todo se ha mezclado de un modo pesado. Ya nada es ligero ni me explica cosas. Hace tiempo que soy uno más queriendo ser el único que antes era. Me arrastra la corriente y me dejo llevar, solo que miro impotente hacia atrás a pesar de andar desbordado.