Dear, las olas acabaron por cubrirte entero y ahora has descubierto el verdadero sabor a sal. El agua se te ha quedado enganchada en el cuerpo y el sol te la va a chupar.
Por la tarde las bicicletas volverán a rodar y los paseos se volverán a llenar de gente que irá y vendrá. Cada uno hablando de sus cosas; algunos buenos, algunos otros no tan buenos.
Para todos hay sol y calor, eso seguro.
La vida parece apuntar hacia ese lugar en donde todos navegamos sin referencia alguna. Solo nos tenemos los unos a los otros en un océano sin final.
Menos mal que puedo tirar del rock y redescubrir mi propia ciudad mientras camino escuchando a pj harvey. Es una manera de ver las cosas un poco distinta. Tengo muchas cosas que hacer y las he de poner en orden. Pronto llegará otra ola.
Una está bien, pero dos de ellas no las voy a poder soportar. Lo primero que debo hacer es buscar el espejo más cercano y ponerme firme frente a él. Y cuando vea la persona que hay enfrente no debo dudar, pues aunque parezca que puede tenerlo todo, tiene menos que yo.
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