Puedes ser mi escape, o puede ser la base de todos los miedos… inspirada en una novela negra, lenta, lúgubre y que arde con un fuego negro y de llama lánguida.
Puedes ser un barril de Breno que porta las peores noticias, puedes ser una bomba de relojería adosada a mi espalda desde tiempos inmemoriales.
Puedes ser tan indolente como la apatía, la indiferencia, como el “te oigo pero no estoy aquí”. Puedes avergonzarme, violentarme con tan poco…
Puedes haberme tirado ya a la basura, sin yo haberme dado cuenta, puedes reunirte con las otras negras velas, y decir que “otro ya ha sido usado”.
Puedo leer en tus ojos la sangre negra que te alimenta, puedo notar las cosas antes de que sucedan, puedo sentir tu frialdad en forma de mi vergüenza, ya te dije. Puedo pasarme toda la puta vida deseando cansarme de ti.
Porque la única pregunta es si seré capaz de cansarme de ti.
Porque la única pregunta es si seré capaz de cansarme de ti.
Porque la única pregunta es si seré capaz de cansarme de ti.
El primer disparo ha sido ejecutado, el primer disparo ha sido realizado, el primer disparo que abre la batalla de cuyas reglas nunca me han hablado. Igual es que no hay reglas, no hay reglas en esto… y en esas me encuentro, justo entre el primer disparo y la incertidumbre que arrastra tras de sí la cruenta batalla.
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