La vuelta después de desperezarse. He cantado con todas mis fuerzas, y mientras cantaba pensaba en aquello que me dijiste y que nunca voy a poder olvidar.
No sé si es olor de nuestras tierras lo qe nos hace actuar como amantes, Bosé si es este cielo que contplamos desde una azotea en el corazón de Manhattan.
Los dos teníamos la sensación de que cualquier gesto inadecuadose iba a pagar caro; los dos teníamos la sensación de que la una de la madrugada, en vez de ser la primera hora del día, podía ser la última de la nuestra.
Sé que no me explico, pero tú lo entiendes. No sé cómo hemos llegado a este punto, cómo bos hemos propasado, pero siempre recordara aquello que ne dijiste.
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