Esquela 170: Si empeizas a oír el dinamismo de la oficina

El sonido de la oficina es dinámico.

Bueno, claro, no es una oficina corriente, es una oficina muy moderna. Aunque pensándolo bien, hoy en día es normal que haya oficinas modernas. En teoría es un deber ligado a una oficina, ser moderna. Hay un sonido asociado a esa modernidad. No me hagas explicar cómo suena.

Lo que importa es que no es un sonido alegre: más bien no logra levantar la cabeza. Siempre ha estado allí, a pesar de ser un sonido dinámico. La modernidad nos acabaría matando, acerté a oír.

Hoy en día ser honesto, ya no es suficiente para muchas de las tareas que hemos de desarrollar. Hemos de ir de un lugar a otro matando la curiosidad, hemos de movernos junto con nuestros mejores ordenadores. hemos de saber estar en cualquier situación. Has de asentir cuando quieren que asientas, has de estar en desacuerdo muy de vez en cuando para que sigan creyendo que hablan con una persona. Pero al final, siempre acabas siendo lo que ellos quieren que seas.

Caminas rápido, te paras un segundo, solo un segundo, porque hay un bar en donde puedes desparramar tu soledad agusto. Decides entrar, aunque sabes que tienes cosas que hacer... pero esque hoy en día, aún sin tener ningún deber en algún momento, crees que te has de meter en la cabeza cualquier motivo terrenal. La falta de responsabilidad durante algún instante te acaba por abrumar más que cualquier reunión importante. ¿Lo has pensado?,: reservas en cada restaurante una mesa. Lo haces cada noche. Después no vas a ninguno, o como mucho, y obviamente, solo puedes presentarte en uno. Sí, si estás aburrido sientes la necesidad de reservar mesas en restaurantes. No me parece demasiado normal, la verdad.

Entrabas en el bar, y empiezas a aprender a disfrutar de este letargo en el que te has sumido. Lo notas en las venas, y piensas que ese viejo enemigo no te sienta tan mal, una vez te lo cuelgas por el cuerpo.

Ya no corres contra tu vida, ya no quieres demostrarte nada, ahora solo compites contra el resto de la gente.

Eso es lo que pasa cuando empiezas a oír el dinamismo de la oficina.