Monday, November 05, 2007

Esquela 109: Pam i pipa

¿Porqué tuvo que ser tan evidente y tan sencillo? ¿o tan triste y claramente explicado?

Hasta ahora, creía que incluso los rugidos del motor de un camión de la basura, escondían un mensaje oculto. O que la propia mierda que éstos vierten en los estercoleros contiene en sus entresijos algún misterio esperando a ser resuelto.

Son las once de la mañana, y no encuentro nada nuevo. Son mis ganas de pintar las que me han agarrado a mí... qué lástima que no haya sido yo quien las haya cogido a ellas.

Esto provoca una contienda interior. Ya no sé si cuando quiero, creo en lo que quiero, o creo en el momento en que quiero.

Son las 7 de la tarde, el teléfono suena. ¿Quién coño puede ser? a veces intento engañarme a mi mismo diciéndome "hijo de puta el que me despierta de mi siesta". En las sienes retumba el sonido del teléfono. Pero todo es mentira, y en el fondo siempre ansío que solo sea la voz de siempre.

No siempre soy tan oscurantista. Hay muchos momentos en que me sorprendo. No tantos como quisiera, quizá. Lo que me reporta mi sopresa, puede contener a veces una moraleja triste y excesivamente sencilla. pero en según que momentos me gusta dejarme llevar, y olvidarme de historias y debates interiores. Me pasó eso hace poco, me desperté y algo había cambiado en el lugar que ya conocía; algo poco apasionante se había convertido en una pequeña ilusión que cruza la calle.

Y así fue, me desperté y la ilusión cruzó la calle. Ahora ya no sé si seguirla o quedarme aquí, pensando que todo es una mierda.

Hoy, me quiero gritar con fuerza que las personas que traen magia, a veces no tienen porque ser mágicas del modo que yo esperaba. Quiero aseverar que las historias a veces no por ser increíbles y espectaculares en mis sueños, tienen porque ser más fascinantes que las que me puede regalar una realidad sencilla y repleta de detalles de barrio.

De vez en cuando debería aprender a rendirme, a creer un poco más en la vida. A no esperar que todo sea como yo me lo imaginé. A entender que me pueden sorprender sin esperar yo la forma en que me sorprendan. Suena un poco raro, pero viene a ser muy poco complejo, en realidad. Demasiado poco. Tanto como el hecho de no pensar tanto y soltar las riendas de mi cabeza.

Mira, el mundo es una montaña rusa, y no tengo porqué montarme, ja, ja.

1 comment:

Carla said...

No pensar si el cacao de labios es un invento asombroso, no pensar en que pasa el tiempo.

Pensar en tus jugos intestinales. Y en los cuellos que se rompen y en los que no se rompen.

A veces vale la pensa para abstraerse del resto.

Espero que esta noche lo paseis muy bien con la madre en el supermercado y su hijo que pide. Espero que nos veamos este fin de semana. Quiero veros!