En el salón technicholor, en el salón hay
una pantalla muy grande. La lluvia, desde este hueco, es muy tecnológica. Ruego
por mi maletín, ruego por lidiar con las masas tectónicas del mercado, por
tener una plataforma móvil con las últimas tecnologías; muero por el olor a
precinto recién abierto; por los suelos de parqué y la wi-fi correcta.
Es esto, esto es lo que buscaba; un
equipo musical que ni pintado; las sonrisas escurriéndose entre la fornitura del
comedor; un llanto jovial si cabe;
Mis amigos me llaman de vez en cuando;
que si voy a ir aquí o allí, y por fin, la videoconsola regresa como gran
alternativa; por fin redescubro Resident
Evil, Mario Bros, Zelda.
Es así como quiero sentirme, encajado en
esta vida, igual que encajado en un traje formal que sale al paso. Es una
tecnología simpática, una tecnología que me arranca una sonrisa, una tecnología
que pretendo abordar con mi hijo si lo tengo alguna vez, al son del atardecer hibernal,
por fin podré decir que habré tenido, por fin podré decir que habré vivido.
No comments:
Post a Comment