Esquela 230: Ha pasado algún tiempo

De nuevo cae. Nada sube al atardecer. Lo único que te debe preocupar, es si te molesta o no que los sentimientos comiencen a manifestarse de un modo intenso y progresivamente vayan perdiendo su fuerza. A veces, el vacío que deja la felicidad, es también una especie rara de felicidad. Cuando logras que el sustituto sea mejor que el original, entonces olvídate de todos los consejos que te hayan dado.

Llevo toda la tarde mirando por la ventana. no hace sol, pero ya hace unos días que la primavera rompió el invierno, y aunque hoy haya muchas nubes de pormedio, se filtra una esencia sencilla y sin pretensiones.

Algunas veces se ven cosas así. Muy de vez en cuando. Las ves pasar. Pasean sin más. ¿Quién las ha colocado allí? Son momentos extraños que no parecen haber decidido desarrollarse en aquél lugar.

Sí, las mejores cosas siempre estuvieron en un lugar sin que nadie lo hubiera decidido. Sin ambición, sólo creciendo y disfrutándose a ellas mismas. En la primavera es un poco más fácil verlas.

Cae el sol, y te acuerdas de todo aquél que te ha puteado. te acuerdas de todo aquél al que puteaste. caes en la cuenta de que nadie puede tener nunca un comportamiento sublimemente ejemplar. Es imposible no cometer ningún error porque las oportunidades hoy en día te atropellan; Surgen de varios cañones adosados a las almas de cada uno de nosotros; Las oportunidades nos bombardean; Muchas veces nos equivocamos.
El sol se muere un día más. Y vuelve a salir más tarde. En eso consiste nuestra tranquilidad, y en eso consiste la vida. En primavera se ve un poco más sencillo. Todos con nuestro librillo incrustado en el lomo. Y ahí andamos. Cuando me siento bien, no tengo porqué machacar la cabeza de nadie. Solo quiero sonreír y pensar que aún quedan algunas cosas buenas por suceder. Nunca me debería lastrar nada. Si me siento de un modo, me siento así sin reparo. De esta manera llego un poco más lejos. A cada instante un poco más.