Esquela 234: Mi vistazo a nuestra situación

Primer día soleado de la era "me la suda todo menos lo que pese menos de todo".

Esta es la etapa correcta, sí. Lo sé.

Ahora no habrá más remedio que pasar los fines de semana jugando a voley-playa y bebiendo cerveza. Viendo culos fantásticos en bañador, a juego con los atardeceres maravillosos que nos brindan las costas catalanas.

Cuanta más arena traigan nuestros cargueros, mejor. Lo único que necesitamos es terreno y una pizca de olor a brea.

Las reglas serán las de siempre, y los campos andarán tan mal hechos como de costumbre; claro, las líneas las vamos a hacer arrastrando nuestros pies por la arena.
Y ya no te necesito. Ha sido más sencillo de lo que imaginaba. Lo decía en la anterior esquela. Ahora lo veo más claro: poseo una virtud o un defecto que consiste en transformar lo recién acaecido en melancolía, sin pasar por la tristeza, desespero o angustia.

Vale, quizá el tiempo y os Foo Fighters ayuden.

Qué alivio, que salga el sol de esta manera y vaya canchondo para arriba y para abajo. Como un picha brava de los clásicos, vaya.

Y no es que hayan grandes planes en el horizonte. Solo una masa plana de arena que han traido nuestros barcos.

Las playas catalanas tienen el deber de estar mejor que nunca este año. muchos nos vamos a quedar aquí. Señor Hereu, váyase a la mierda, usted no sabe nada. esta demasiado ocupado en parecer cool. En realidad es usted un montón de mierda maloliente. Nos castra la juventud, sabe usted. Y barcelona ya no es ningún referente, solo un bastión de los más rancios, que no son otros que los anclados en la moda de hace un año, un par, tres... aquellos en definitiva, que adoran las tendencias y los complementos. Ahí están, en la cresta de una ola que hace tiempo que rompió.
Eso es barcelona ahora por desgracia: un manchurrón de moda recién pasada de moda que se masturba autocontemplándose.

Todo por culpa de las gafas de pasta.