Esquela 232: Hoy en stock

Un día te sentirás ligero como una botella de cristal vacía.

Y andarás a la deriva, flotando en cualquier mar u océano. Los rayos del sol solo se entretendrán pasando a través de ti. Y ya habrás encontrado mucho más que los demás.

Hay algunos que se pasan la vida esperando que algunas botellas contengan mensajes escritos en su interior. Otros solo queremos llegar a ser botellas vacías sin nada dentro. O con aire. Flotando, eso sí. Flotando y esperando ver salir el sol.

En definitiva, siempre acabamos dudando. Siempre suele haber, por lo menos, dos opciones.
Cuando dudo, me siento importante y de verdad, creo hallar algún sentido al momento.

Siempre puedes hacer lo fácil, o puedes decantarte por lo dificil. Siempre sueles tener claro qué es lo fácil, y qué es lo difícil, pero nunca estás seguro de qué has de elegir.

Y después, solo si has elegido lo que te iba a costar más, puedes sonreír al ver el coche que gira la esquina cargado de mucha bebida. Solo puedes sonreír y mirar atrás cuando te la has jugado.

Lo más curioso del tema, es que incluso las cosas que te han salido mal tienen más gracia al cabo de unos años, que aquellas cuya solución estaba escrita antes de enfilarlas con tus manos.

Carromatos llenos de experiencia se suceden a mi alrededor. Trato de querer a alguna chica, aferrarme a algo que se pueda convertir en una referencia enmedio de este carrusel de ires y venires. Cualquier día puedo empezar a vomitar sangre y empezar a preguntarme más cosas en menos tiempo todavía. Eso me destruiría.

Aún no he cantado a nadie con las ganas que tengo guardadas e imaginadas, y sí puedo decir que he ido recolectando, sin embargo, algunos de los caprichos que me ha reservado la vida. Y mi visión es privilegiada para mi. Solamente para mi. Como debería ser la suya para cada otra persona.

La vida consiste un poco en eso. En ir navegando, flotando, como una botella vacía enmedio del océano. Sencillamente navegando, procurando permanecer vacio y todo eso....