Esquela 229: Verano y muerte

Homenaje al verano... cuántas veces habré pasado por aquí... cuántas veces habré sentido esto... y todavía no me canso.

Aún no es ni primavera. Pero hoy noto el verano cerca. También noto cerca lo que me aporta. No pesar en absoluto en las preocupaciones. Las motos de agua, si por mi fuera, hace tiempo que tendrían un monumento levantado en cada ciudad. Yates caros y sonrisas vacuas. Esa vida, rebañada en crema de cacahuete.

Ahí viene el concurso de misses. Y yo, porfin me decido a salir del cascarón. Excursiones ´por el monte en el anonimato, y mi bicicleta como mi fiel amiga. Otra vez muchas extranjeras, otra vez mucha rapidez en stock, otra vez a no pensar en las consecuencias, otra vez a apostar por una sola noche, por reventarla de lado, por no dar explicaciones y desaparecer justo después.

Es un buen tipo de verano. Mejor si lo acompañas con una videoconsola potente y un gran televisor panorámico. Otra vez sin salir de casa... quemando cartuchos, matando bichos, soñando en lo que los demás sueñan.

Después llega la noche, los grillos de la urba se hacen con los desmejorados jardincillos. ¡Qué recuerdos! Yo peleaba con los que fueron durante unos años mágicos mis amigos. Ahora, de ellos en mí, no queda apenas ya nada. ¿Nada? te parece poco lo que estás escribiendo?

Sin no te quedara nada de ellos, ahora no verías la vida de este color. Mientras yo me preocupo por alabar lo que vivo, otros dan máxima prioridad a las señales de tráfico. Hay gente que se podría pasar siglos hablando acerca de lo que hacen los vehículos que le rodean, siempre y cuando todos condujeramos siempre en carretera.

No tengo tiempo para esetipo de preocupaciones. Me preocupa dejar de sentir o seguir sintiendo algo que no logro descifrar. Algunas veces me sumo en pensamientos abstractos y me dicen que vuelva en sí. Quizá lo que hago al regresar, es alejarme del "sí", de la respuesta.

Da igual, se puede llegar al mismo lugar por incontables caminos: Un buen videojuego, un buen polvo, una experiencia horrible, una composición adusta, un tintineo; observación; el sol que cae. Cloro en la piscina; tú, que me dices que siga un rato más contigo, palabrería de postín, contínuo compromiso, frases hechas y por hacer, colocadas de la manera más práctica... ¿eso es lo que somos al final? Colocaciones prácticas en un espacio del que no sabemos más que eso; que es un espacio; Yendo rápido en verano, yendo lento en invierno. Mi pensamiento depende de lo que me calienta el sol, así que cuando cae la luna, es cuando trato de llegar a las verdades absolutas. Estoy un poco más cerca, pero esta humedad en la piel y las labores más humanas (como querer a alguien durante una noche) también están muy bien. Sí, hombre, están muy bien.

¿Cuanto me queda? Poco me importa. Qué me queda? me importa un poco más. Pero bueno, que tampoco me preocupa, vamos. Tampoco tengo una misión clara aquí. No sé exactamente qué es lo que he de hacer, pero no quiero dejar nada a medias. Todos tememos morir, pero no sé qué es lo que debo hacer aquí. Mis responsabilidades son mucho menos que motas de polvo en el universo. Desaparecer no me culpabiliza de nada.