Monday, February 02, 2009

Esquela 219: Me apetece un clásico

El alma es tan maleable como el mar.
Quiero lo que no tengo.
Me acerco entonces.
Me estiro esforzándome,
Si todo va bien,
Lo consigo.

La victoria es un momento casi imperceptible. Un pico.
No hay altiplanos, en el mundo eminentemente emocional.

Después del arte de tener lo que anhelas,
Viene el descuido,
La ausencia,
El olvido

Somos como las mismas olas que llegan a la costa: Intentamos hacernos con la playa arrastrados por nuestras propias convicciones. Después, nos dejamos llevar por la desidia con la misma ligereza: Nos recogemos en los huecos que dejaron aquellas certidumbres que creímos tener y ser.

Porque no serviría nada forzar nada.

Suerte que somos fuertes.

Entonces tú y yo, tenemos dos opciones. Reír, o llorar.
Siempre nos hemos movido. Podía pasar.
No me quise detener.

Una motocicleta pasa por la calle un día soleado y deseo ser yo quien la conduce.
Hoy es invierno. Las cosas siempre podrían ir mejor. Ahora mismo podrían ir mucho mejor.
Pero la única vez en mi vida en que que soy ambicioso, es cuando me miro al espejo.
Defecto o virtud... Alguna vez me tendré que parar de verdad, pero quiero que sea porque no me dejan avanzar, aunque mis piernas sigan corriendo para siempre.

Las ganas de escribir representan una liberación. Me libero de algo que no me deseaba el mal. Me libero de algo que me emocionó, me gustó. Pero me libero, al fin y al cabo.

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