Monday, May 12, 2014

Timanfaya


Tenemos poco tiempo hasta llegar a donde sea. Siempre hay poco tiempo Incluso cuando bailas como un puto romeo, hay poco tiempo. A veces hay dos columnas donde creías que tan solo había una. A veces tratas de cazar un solo instante. Quizás cuando se cruza tu mirada con la de alguien que te importa. Lanzas tus brazos hacia no sabes dónde. Procuras congelar el aire. El miedo te invade mientras tanto. Ojalá fuera todo un poco más sencillo, ojalá pudiera dedicarte todo el tiempo de mi vida. Ojalá hubiera una vida para cada una de mis pasiones.

Otros hablan. A otros les gusta hablar. Yo soy más de conducir; enfilar tus curvas sin que nadie me pregunte. No hace falta decir que me puedo despeñar en cualquier momento. No va a servir de nada. Nadie me va a rescatar. En un día gris y tapado, solo quiero alargar los vacías que hay en mis charlas con ella. Mientras la lluvia cae y el mundo rueda sin rechistar, yo izo la bandera blanca, clavando su base en tu isla. Podría pasarme aquí toda la vida.  Podría dejare llevar por el sonido de tus olas. Es el único rumor de tu alma. Aquí no llegan las estupideces de los demás. Me di cuenta un domingo, que es cuando más se desnuda el alma. Con frecuencia me rodeo de necios.

***

Penetro en tu interior a través del humo de tus cigarrillos. Te entrego toda mi nada, que es mi parte más importante. Los predicadores siguen en la calle gritando. Los camiones de la basura rugen, y aquí solo llega su sonido amortiguado. Se te ocurre mirarme. Y a día de hoy aun no sé qué es lo que pretendes ver. Ni siquiera yo sé si soy un reflejo de mi mismo. Las preguntas se entremezclan con el propio paquete de tabaco, el tiempo se enhebra junto con el puto cenicero que hay encima de la mesita de noche. Me cago en todo porque hoy no hay nada que no duela.












No comments: