Hay veces que no se sabe si una cosa empieza o acaba. Hoy es una de esas veces.
Ni siquiera sé qué empieza y qué acaba. Es uno de esos momentos.
Podría ser el mayor aguafiestas del mundo o el tío mas enrollado que existe. Tampoco lo sé. Hoy solo lleva una firma de sosiego, tranquilidad y de aceptación de los hechos.
Qué hechos? tampoco lo sé. Es como so estuviera-ojalá-tirado en una playa desierta observando los sucesos naturales de siempre; el sol se mueve de un lado para otro. Me invade una paz que no está lejos de aterrarme y tampoco se sitúa a mucha distancia de lo hogareño y por tanto agradable.
¿me he cansado de algo? ¿o esque estoy mejor en plenas facultades para empezar algo nuevo?.
Tampoco lo sé. Pero algo está cambiando. Lo supe ayer mientras mi hígado se hartaba de administrar el alcohol. No fue la mejor de las borracheras, verdad?
Dos masas tectónicas y yo enmedio justo ahora.
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