Como en la más americana de las tardes de otoño, el sol cae y la sensación de familiaridad parece perfecta. Parece como si tuviera el don de manejar las masas de las pizzas en el aire de manera virtuosa y completamente natural. Los otoños tienen estas cosas; Todo cae. No solo las hojas, el cabello y la muerte sobre los ancianos. También el mundo que hay encima nuestro se acerca más a nuestra piel. Ejerce una presión habitual solo durante estos meses. Si alzas un poco el brazo, puedes rozar algo que se te revela como una intuición vacía.
No es necesario ir tan lejos. A veces tansolo observando los gestos, las paredes o las sonrisas mortecinas puedes extraer algo que va más allá de los habituales significados. Aunque eso sí, no esperes más. No esperes experimentar algo claro y definido. No esperes llevarte nada nuevo del otoño. Solo pasa que te merodea más de cerca aquello que no entiendes. Notas su presencia, como se nota la presencia de un extraño en una casa a oscuras. No sabes nada de él. pero lo notas. El otoño es ese extraño, pero a diferencia de la gran mayoría de los extraños que entran en las casas, apuesto a que otoño no tiene malas intenciones. La muerte, en realidad, si es solo muerte, tampoco las tiene. Solo viene para cumplir el protocolo. Nada puede estar mal si nos sucede a todos.
Desués llega el momento en que te vuelves meramente humano.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
ESTA SÍ TANO.
AMÉN.
Post a Comment