Sunday, March 30, 2008

Esquela 151: En el coche de noche

Una pregunta obligada y que hoy ya no se formula: "¿en qué valores crees?"

El desprestigio es la herramienta más a mano que creo que a veces tengo.

Mis valores son los míos. Si la soledad es o no un valor, no es algo que me preocupe, porqué ¿qué es qué, en este mundo?
No puedes creer nada de lo que viene de fuera, por lo menos, no puedes creer en ello tal y como te ha sido arrojado. Mi mundo, he decidido (gracias a dios que empecé por decidir), he decidido que empieza y acaba en mí. Y que todo lo demás, todo lo que sucede ahí fuera, es el equivalente a todo lo que el río arrastra. Yo, pues, para mí, soy mar y soy aire. Todo lo que pasa ahí fuera, en el "mundo real", en mí, solamente desemboca. Sólo desemboca, sólo desemboca. Todo desemboca en mí. Todo. Absolutamente todo. Es lo único de lo que puedo estar seguro. Yo soy mi propio gestor, yo rijo sobre mí mismo. Yo decido tomarme las cosas de este modo. ME he construido una pequeña barcaza (cuyos tablones son mis valores) para surcar estos océanos de supuesta realidad tan removidos. Mientras navego, veo a gente que se funde con el mar, mar que a través del oleaje, emula figuras humanas. veo un sinfín de elementos que permanecen en la posteridad de la transición. Veo gente que se olvida a si misma, gente que solo es un disfraz de persona, pero que ya no tiene nada dentro. A mi eso me da miedo. Me da miedo que llegue el día en que me olvide de mi, y me diluya entre toda la información que hay a mi alrededor. me da miedo olvidarme de mi identidad, de mi sano juicio, de el último recoveco de legitimidad que es dado a cualquier ser humano.

Pero esque navego en mi pequeña barcaza, y la gran mayoría de entes que encuentro por aquí, no sé bien si son el mar mismo, o si son naufragos que se dejan seducir por las profundidades. Son almas mutantes, son espíritus a caballo de lo intrahumano y el dióxido de carbono.


Si te parece jodidamente estúpido, me da igual. porque tú palabra contra la mía, en mi territorio, en mi lugar sagrado, no va a pasar sin haber sido analizada antes con detenimiento.

Nunca sabré si me voy a sentir tan fuerte como hoy. Pero hoy adoro mis valores y mi opinión. Es algo sagrado en lo que últimamente procuro reparar. Ellos me hacen retener mi propia existencia. Dedicar un pensamiento a mis valores, debería representar lo mismo que regalar un vestido caro para la mujer que amas, debería ser más, incluso.

1 comment:

Kapi said...

El "moving" es la constatación del aburrimiento...wow, man...eso fue sublime.
Muy chulo este último post, me da la sensación de ser movido por las olas del mar de los naúfragos sociales mientras lo leo.
Oye, te quiero invitar a mi blog http://www.kapitalismo.blogspot.com no tiene mucho que ver con el tuyo pero es justo que te de la oportunidad de cotillear.
Un abrazo.