Esquela 146: Lo que queda

Nada más llegar, tengo la puta necesidad de encender el ordenador y revisar el correo. Después no hay nada. Después, es bastante probable que me masturbe.

No fue que andara cachondo, no fue que llevara muchos días sin eyacular. Fue sencillamente que quería llegar al límite de nuevo. Exponerme a la posterior tristeza, al vacío, a la parte más minúscula del significado humano. Repasar los caídos in situ, en el mismo campo de batalla, con el olor a pólvora mezclado con la niebla matutina. Con el hedor a sangre (que es muy parecido al de las piezas de hierro que tiendo a chupar) empecinado en llenarse de todo y de nada.

No sé porqué, no tengo ni la más remota idea, pero ya lo tengo, ando en el estómago de una serpiente. Ella lleva a cabo un movimiento peristáltico. A veces sus paredes me apretan más, otras menos. Y yo, me creo que es cosa mía, que soy yo el que va más agobiado o menos. Pero lo único que pasa es que me estoy descomponiendo mediante un lento proceso. Y por depender, no dependo ni de mi mismo.

Pepe me pregunta por mis días en Kalefa. Pepe. Pepe, Pepe. Qué te puedo contar, Pepe, Pepito, Don Pepone, Pepito Público...


¿Qué la echaba de menos? ¿Que cuando pasé por delante de las barcazas hundidas en la progresiva duna arenosa que el viento se obstinaba en ver crecer fuerte y sana, la recordé tan intensamente que vomité irremediablemente/aparatosamente mi corazón sobre la valdosa fría pero caliente del paseo marítimo?
¿Que las sirgas me escupían y se ensañaban imaginativamente con mi alma, enredándola y estrangulándola,. mientras me leían la cartilla emitiendo desvergonzados chasquidos?

Sí, sí, me acordé de ella, pero no dolió tanto.

¿Qué a qué me aferro? a los buenos resultados de el FCB Barcelona, a lo humanamente posible, a la canción que voy a tocar en un bar y que sueño que me lance de esta vida tan aburrida a una de estrella.

Tú ya eres historia, y mi mierda ya no huele a ti. Eso es una suerte relativa, porque por desgracia, la mierda que no huele, no suele ser mierda, solo un elemento originalmente decorativo. Ahora ya no eres mi problema, pero hay otros.

No me drogo, kapi, pero sí que necesito comentarios aunque no los pida. mola que me leas!