Monday, February 17, 2014

Yerusa (una religión a mi medida)

Pepito abre tanto la boca, la abre tanto que pasa de pepito a pepterodáctilo, y de pepterodáctilo a mero canesú. Sé que él sabe por encima de su propia conciencia que el aspecto que presenta cuando ésta Joyosa metamorfosis sucede no es del todo agradable para los seres humanos, viles en su mayoría, mortales en su totalidad. A mi forma de ver, no con afán de creerme ulterior ni mucho menos, este milagro de la forma bien se puede considerar un sólido pretexto para dar luz a una nueva religión, donde por capricho y por background, elegiremos que Vallirana venga a ser el nuevo Jerusalén.

Sí, esta es una religión  a mi medida, donde muchos paralelismos con elementos naturales coinciden en importancia con otras creencias de alrededor del mundo. El caso es que el sol es la positividad, un cielo claro  nos ayuda a entender que no hay dudas, una gran explanada de cemento, lo que viene a ser un elemento más moderno, es el escenario donde se suceden todas nuestras desdichas. Aquí no hay graderío, aquí solo hay una red de voleibol carcomida. Mis primas son apóstoles y me invitan a bajar a la sede (como los habitantes de Vallirana llaman esa explanada sacra). Hay otros elementos que ya son más difíciles de interpretar para quien no ha experimentado días de infancia en Vallirana. La N340 representa el diablo en forma de tiempo, inexorable Capitán Muerte, que te arrebata la luz lentamente y haciéndote saber que pronto pasarás a un estadía desconocido. La construcción fácil, la especulación, las torres, la lampistería, los garajes y la ostentación, están conectadas a la “sede” y se convierten en los elementos de corrupción humana.


"No hay que alarmarse", profesa esta religión a mi medida, “no hay que alarmarse por ceder ante los placeres de la vida”. Nuestra capacidad para resistir el placer debe ser, sin embargo, limitada. Pepito viene a ser Dios. Pero no es un dios al uso. Es el dios más humano que conozco. Otro día lo explicaré un poco mejor. Hoy hace sol y practico esta religión, no tengo tiempo para más.

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