Wednesday, January 22, 2014

La nada que hay entre nosotros

Yo también he querido mirar a un punto que permanezca fijo cuando no entiendo nada ni nadie. Hoy por ejemplo, me ha parecido oportuno buscarlo. Y como siempre, no lo he llegado a encontrar. O quizás sí.

Lo he buscado cuando te has sentado en la mesa de mi compañera y habéis empezado a hablar. Hablar de vuestras cosas. He visto tus ojos, que me gustan mucho. He pensado en los dos besos que nos dimos, he pensado en ello como quien piensa en un grato recuerdo familiar, o una escapada con amigos. He pensado en ello sin ningún tipo de complejo ni miedo. He pensado en cómo me cogiste la mano, o cómo me clavaste tu mirada justo antes que me lanzara a por ti. Nunca una invitación había sido tan cautivadora, y a la vez, tan discreta. Después me dijiste “no puedo”, y no me sentó mal. Sencillamente me pareció bien.

Ahora no me parece bien. Porque si entonces me pareció bien, fue porque creí que de algún modo aquello era un inicio suficiente. Un comienzo lleno. Pero han pasado los días, la semanas, ya igual meses. Te veo pasar a menudo por aquí y ahora noto que somos más extraños incluso que antes de conocernos. Es una pena, porque se te ve guapa y me gustaría saber más cosas de ti.

Nunca imaginé una historia tan tonta y a la vez tan reconfortante. No encuentro maldad en tus actos, ni angustia en los míos. De tan lleno que fue el presunto inicio, tan vacío ahora es nuestro día cuando estamos el uno cerca del otro. Tú seguirás con tus cosas. Yo con las mías.


Pienso en todo lo que nos podríamos decir, en todo lo que nos podríamos reír, y al final, en todo lo que nos guardamos. Y eso, ese enfoque sobre lo nuestro -y ya me entiendes cuando digo “lo nuestro”- eso sí que me provoca algo de tristeza.

1 comment:

Anonymous said...

Por desgracia no he tenido tiempo de leer todo tu blog, así que no sé toda tu historia. Si te he de ser franca, lo que me ha traído hasta aquí ha sido la pura casualidad de una tarde un tanto nostálgica, el azar de un día no demasiado colorido.
Ha sido toda una sorpresa leer lo que has escrito y ver que nadie te había comentado. Por norma, no suelo publicar comentarios en blogs pero, en este caso he hecho una excepción... ¿Por qué? Ni yo misma lo sé... Tal vez tus palabras me atraparon o quizá me sentí identificada. Lo que sí sé es que debes ser fuerte y seguir adelante con todo. La vida es muy corta y, a veces, por querer mirar al sol lloramos y eso nos impide ver las estrellas.
Prometo pasarme otro día a leer. Mucha suerte campeón.