Tuesday, May 07, 2013

Ayer soñé con Kyoko.


Ayer soñé con Kyoko.
Un sueño con aroma navideño;
Kyoko y yo, siempre Kyoko y yo: Por fin la encontraba. Pasábamos días en familia, y ella se mostraba ausente, como era de esperar.
Dentro del sueño me pregunté mil veces si estaba soñando. No es el primer sueño en que me pasa algo así. La diferencia, es que en esta ocasión, la evocación era tan profunda, que a pesar de preguntármelo tan enfáticamente, la respuesta que obtenía era siempre clara y concisa: “no raül, esto  es real”.
En el sueño, no practicábamos sexo. Sencillamente ella me acompañaba en todas mis situaciones familiares. Manteniéndose al margen, pero sin huir de la estampa. A veces, después de poner la mesa, me sentaba a descansar, y ella se sentaba a mi lado, sin decir nada.  Entonces yo me sentía reconfortado y no me hacía falta nada más.
Por fin podía ver su rostro japonés de cerca; por fin tenía la certeza de que ella existía, y porfin obtenía la experiencia anhelada de tenerla a mi lado. Efectivamente era  justo lo que esperaba: No hacía falta tocarla, ni hablar con ella, para sentir que por fin había encontrado un punto de anclaje en mi propia vida. Una condena, si se quiere decir así; algo por lo que culparme, por lo que no olvidar; una fuente de dolor, pero también un cariño inusitado;
Ahora ya no era navidad. Ahora era verano y estábamos en Calafell. Ahora estábamos en la piscina, ahora en la playa, ahora en un bar; y yo siempre mirándola, mirándola como quien se pellizca para asegurarse de que todo es verdadero, todo está sucediendo realmente.
Ya no recuerdo  más; sólo retengo las sensaciones. Navidad, verano.
Paco Lobato finalizaba su programa y se aflojaba la corbata.
Esto ha salido en alguna parte del sueño también, creo. Qué rabia no acordarme de más.

No comments: