Sunday, April 22, 2012
Fallida comunión
Ahora que escribo en la soledad de la noche, después de tanto tiempo, me pregunto qué es lo que me ha traído hasta aquí; hasta este punto tan lejano. Ahora que no hay nadie en este piso podrido, ahora que mis compañeros están lejos de aquí. Ahora que creía haber encontrado un espacio que todavía no había pisado, van y entran ellos. Sí, mis putos compañeros entran justo ahora. De putísima madre; a saber:
Ellos con sus risas,
Ellos con su permanente estado vital.
Ello me confunde:
¿Es que sólo lloran cuando están dentro de sus camas?
¿No tienen la necesidad de que la soledad erice sus pieles?
Ahora el clima se ha roto, la comunión que había logrado crear con mi alrededor se ha esfumad:
La voz nasal de uno,
Los pesados pasos del otro,
Las atolondradas carcajadas del tercero.
No merece la pena seguir escribiendo cuando lo que pretendo es dejarme llevar al escribir y resulta que no me acompañan los elementos.
Adiós.
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