Cucumber Head es un hombre ocupado; Cucumber Head, se aventuran algunos compañeros de curro a comentar- es más agua que pepino. Los más osados lo equiparan a un globo hinchado por el más gamberro de una pandilla de gamberros. Otros hablan de visiones en las vigilias de sus sueños en las que Cucumber Head tiene un aspecto total y absoluto de preservativo rellenado hasta sus límites de liquido sanguinolento. Si ya de por sí la estampa es angustiosa, todo cobra un aspecto aún más dantesco cuando explican los profetas, que ese condón se irrita con facilidad, y que el sintoma más clarificador de dicho estado consiste en la emulsión un hilillo de sangre por la obertura del profilactico, que pese a estar atada a la vieja usanza, tiene el don de dejar escapar la diminuta ráfaga de líquido a presión no se sabe cómo.
Cucumber Head también ha sido descrito como un humano más; El único rasgo que le diferencia de los mortales, apuntan los más racionales, es su mentón invertido. “si lo miras de lejos parece el típico “tick” que ponen los profesores en los trabajos de sus alumnos después de revisarlos”. El clásico “visto”, vaya.
El testimonio más impactante y escabroso nos llega del hombre que trabaja justo en la mesa de al lado. Explica que una vez, buscando un bolígrafo, encontró por accidente en el cajón de Cucumber Head un informe radiológico en donde se indicaba que éste disponía de un corazón minúsculo, pero lleno de vitalidad y energía. “Un corazón tan pequeño como el dedo meñique de un recién nacido…pero también igual de trufado de vida”.
Desde entonces en secreto, y nunca públicamente, se empezó a extender por toda la oficina el apodo de “Big Little heart” para referirse a Cucumber Head… Un apodo bastante acertado, todo hay que decirlo, puesto que a pesar de ser un hombre con poca paciencia y bastante irascible, en los momentos cumbre (momentos “cumbre”, ¿será porque él es “Cucumber”?) sabía dar las mejores muestras de apoyo a sus esbirros. Y digo esbirros porque para él, eso es lo que eran todos aquellos empleados que trabajaban a sus órdenes.
Sí, él era jefe de un pequeño equipo de personas en su oficina. Un puñado de jóvenes expuestos a sus permanentes cambios de humor.
Cucumber Head era así.
(…)
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