Sunday, June 03, 2007

Esquela 71: Gestión

Te espero como quien sin fe espera. La cara de quién se habitúa a que todo esté por suceder aún sabiendo que nada pasará. Esa es mía. Hace tiempo que dejé de hacerme preguntas que a día de hoy encuentro absurda. “Porqué desapareciste", "porqué no llegamos ni a discutir”, o “porqué no construimos aquella historia de catedrales centenarias entre los dos”.

No me ha dado tiempo ni a poder rendirte cuentas, has pasado tan rápido que no he podido tener aquella sensación de victoria, que te invade cuando sabes que mientras muchos se aburrirían de mirarte, a mi aún me queda un largo camino.

Desde aquí, lo preconcebido solo tiene un sentido inútil y doloroso. Suspiro por algo que no era cierto. Por ser, ni fue. Solo estaba en mi cabeza.

Ahora salgo por los mismos bares y no puedo evitar recorrer sus huecos con la mirada. Si me preguntan que qué me pasa, digo que nada. Y si sospechan que miento, me consuelo pensando que he sido honesto. Porque pasa que allí no pasa nada. No estás.

No nos conocimos como alumno y profesora. Pero yo impregno de docencia a quien me desconcierta. A ti te bañé en un halo de contención y cortesía. En galleta con chocolate fino, suave. Te guardé como maestra de diques, como cabina de presurización, como comportamiento que a mi también me debería llegar algún día. Te puse un paso por delante de tus dos. Y te colgué así de mis deberes más que de mis ilusiones.

Decidí que eras un objetivo más profesional que mis conversaciones con los constructores de arquitectura efímera. Concluí que eres lo más práctico que he visto.

Más vale mirarlo todo igual. Todo funciona a través de una serie de estímulos disfrazados de cualquier cosa.


Yo he decidido pensar que la vida es un constante negocio.

1 comment:

Carla said...

entiendo perfectamente, a mí me pasó lo mismo, y creéme que también recuerdo una cara en sitios significativos, pero me consuela pensar que no es una persona lo que me atormentó, sino más bien una pequeña ilusión. Se llega a pasar, se pasa. Ahora toca echar quinielas y beber sangría barata.