Esquela 47: No vas a saber que te escribo

Retengo tus ojos azules y brillantes, frame tras frame, en la retícula mis globos. Después de invertirse la imagen real, la percepción pasa por la parte helada de mi cabeza, y se convierte en concepción. Mediante las herramientas sensoriales he logrado una información determinada que mi mente se encargará de suministrar a mi corazón. Todo se va a deformar, y solo va a quedar de ti, en mí, lo que yo sienta. Todo va a deformarse, al antojo de No Sé Qué (NSQ). Ojalá supiera en qué consiste ese NSQ.

He visto esos dos diminutos océanos a la vez, solamente tres veces. Y quizá por ser tan pequeños, me da que los conozco como si todo hubiera empezado hace ya años. Sí, resulta que vas a ser la amiga que tanto había esperado. De momento te estás comportando como el fino batín de terciopelo que siempre había soñado tener: Te encantan los divanes y te doblegas en ellos como se doblegaría cualquier otra prenda de la que se hubiera desprendido una hermosa mujer después de un duro día de trabajo en la oficina.

Eres un Poco Niña De Verdad (PNV). Y tienes censurado mi corazón. No te voy a querer, pero podemos aprender a deshacer el nudo de tu coleta, podemos aficionarnos a la espeleología de tus grutas y descender juntos hasta ellas. Podemos volvernos mocosetes y experimentar de nuevo lo vivido en el primer taller de educación sexual que en la EGB nos azotó en la azotea de la cabeza.

Tienes un pequeño burdel y tu mercado potencial se reduce a los pocos centímetros cúbicos de la sección de mi corazón y de mi cabeza que están destinados a retener amistad y sexo en un mismo y estanco compartimiento. De momento ya has ganado algunos pedazos emocionales, pero te quedan muchos otros.

Espero que no llegue el día en que cierres sin avisar. Para un tipo normal y corriente como yo, soltero y oficinista, que solo espera pasar por el lugar de las putas leales para antes de que anochezca y deba estar en casa preparando la cena, tú eres el local de alterne perfecto. Barato pero divino, humilde pero honrado, sencillo, pero entregado.

¿Vamos a ver más películas antes de fundirnos en el sueño que nuestras caricias alumbran?

Y es que por fin, por fin, aprendí a Soñar Flojo (SF). Al fin, al fin, logré tener sueños poco pretenciosos en comparación a los que tenía meses atrás, sin ir más lejos. Porque los Sueños Fuertes, Altos, y Grandes (SFAG), si los tiene un tío vulgar como yo, sólo sirven para que se vuelva loco.

Sí! Aprendí a modular mis sueños, y ahora que sus frecuencias y hondas son débiles, puedo apreciarte y relamerme de escrutar todos tus huecos con la avidez de un chucho hambriento e ignorante de la vida de Los Que Vuelan Alto (LQVA).