Antes del viaje***
Me he besado en varias ocasiones por la espalda, y a pesar
de tener colleges de trabajo insípidos, sé que yo soy el que más, y sé que más
de uno ha soñado con tocar la guitarra mientras realiza un acrobático mortal hacia
atrás. Aquí ninguno de nosotros pierde la compostura y todos decidimos seguir
adelante a pesar del temporal. Por suerte, pensamos, ninguno de nosotros tiene que poner de un modo directo la
cara para recibir las ostias .
Después cada uno se va a su casa y sueña que sueña, y en el
sueño que tiene mientras sueña, una vida mejor, con una casa mejor y con un coche
mejor aparece. ¿Y quienes somos nosotros mismos, para asegurar que la realidad
es lo real y que el sueño es lo soñado? Quién te asegura que no es más rico el
gran soñador que el gran vívido.
Muy poco antes del viaje ***
Un sonoro pedo, interrumpe mis meditaciones.
El viaje***
Ahora me hallo en Brooklin; contigo; independientemente de
lo acaecido. Es un lugar estanco, estanca es la imaginación, que te lleva a
lugares impolutos donde la angustia de la cotidianeidad no alcanza. Podemos
jugar al golf en aquellas azoteas mientras el atardecer cae. Te puedo enseñar
el swing; te puedo coger la cintura mientras te apoyas en mi pecho; podemos
despojarnos del dolor y lanzar fuerte el balón. Después oleremos el raído de tu
bolso y ese mis aroma lo encontraremos en los grandes centros comerciales. Todo
apunta a que volvemos a casa. Esta vez no cogeremos el avión, iremos en coche,
recorriendo las carreteras bastas. Pensaremos en los engaños que habremos
recibido, y en lo correcto de hacer lo que a uno le place. No temeremos la vida.
No le tendremos ningún miedo, y así, por fin haremos lo que siempre hemos
querido.
Si me equivoco, solo me equivocaré para ti.
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