Thursday, September 22, 2011

La última parte de lo mismo

El elevalunas eléctrico no cede en su empeño de subir, de trepar, de escalar… aunque sea perforando la chapa de la carrocería, el marco de la puerta… y allí sigo yo: Poniéndo el culo para que me lo parta en cuatro. Sí que hay cosas que los padres pueden mejorar, aunque para sus hijos sean siempre los mejores del mundo. A veces, cuando llevas tiempo escuchando sus consejos, te das cuenta del truco, del consistir de sus palabras. Cuando quieres algo, te hacen recordar lo que desprecias, y cuando abres los ojos y cres encontrar la clave el lo que olvidaste al principio, te piden que no te desvíes, que lo que querías cuando fuiste a pedirles consejo, es lo más adecuado.

Y ahí estás tú, mareado.

Entonces no te queda más remedio que buscar consejo en tu interior. Deseas tener una pared pintada de blanco dentro del alma en donde se escriban solas las frases, las instrucciones. Es más fácil seguir algo o alguien que abrir camino. No descubro nada nuevo.

Sabes qué pasa. Que siempre he sabido qué tengo que hacer. Pero uno a veces necesita apoyo por mucho que quiera hacerse el fuerte. Pero cuando el apoyo se basa en una metodología, y cuando llegas a comprenderla, los apoyos ya no son más que la expresión más triste del vació que existe a tu alrededor o la risa más gorda del destino, que ahí sigue, divirtiéndose eternamente mientras para ti un año es una vida, y para él… para el un año es algo inasimilable de nimio.

No comments: