A veces, el, ruido de los coches que pasan por la autopista que hay enfrente de mi casa se convierte sencillamente en el sonido de una cauta tragedia. Me acompaña en cualquiera de mis movimientos; ya sea en la cocina, ya sea en el baño… Me lavo la cara; noto cómo se desprende el sudor agrio de mi frente por mi lengua, llevado por la corriente por el agua del grifo.
Si hubiera de elegir a una que me recorriera con sus uñas el pecho, vendrías a ser tu; en aquél auto que cruzaba Méjico. Con tu manera de fumar; Pidiendo sólo cariño y respeto… y yo maravillado por tu cuerpo. Después del primer subidón de éxtasis, me quedé alucinado teniéndote desnuda a mi lado… Y aunque ya haya pasado tiempo, aún te siento encima de mí. Y no pienso conformarme ahora; cuando te llegué a cubrir los hombros del frío que hacía.
Y mírame ahora…
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment