Tuesday, April 24, 2007

Esquela 67: Los chicos me van a odiar cuando cante

Es tan evidente que ya se ha acabado todo lo que rezaba que empezara...

Tú eras un detonador de ojos verdes y grises. Los metros se contaban por puñados desde el inicio de tu expresión, hasta tu colchoneta suave. Tú, podrías haber significado para mí.

Te hubiera enviado un millar de postales con atardeceres hermosos, hubiera coleccionado miles de corales sólo para que los vieras tú.

Cada puto día parece peor de lo que podría haber sido si no andas ahí. Todos los coches del mundo nunca estarán llenos por mucho que los conduzca. Las carreteras serán largas e insulsas, y siquiera el surf y su soledad me harán sentirme lleno de emoción.

Es muy duro ver que te escapas sin haberte parado a pensar que todavía quedaban algunas fichas de autos de choque en tus bolsillos.

Podría ser todo ahora -con el sol y el buen tiempo-, tan perfecto si te hubiera seguido viendo... me hubiera gastado todo lo que tenía en ti, y así por fin hubiera entendido.

Me hubiera esforzado por hacerte reír. Hubiera cerrado todos los bares y hubiera tenido contigo cosas tontas que hubieran pertenecido a la naturalidad y a la literatura.

Pero parece que tú andas en otra etapa y quieres anudar la luna al cielo alzándote de puntillas. Es un momento en que no quieres depender de nadie.

Tú subes y yo bajo. Mi hermano me pide el mp3 porque mañana tiene una hora muerta en el instituto. Y justo en ese momento me siento increíblemente miserable. Mañana trabajo 9 horas, y no te tengo ni a ti, ni le tengo a la música.

Ojalá te conociera un poco más para tener fuerzas de odiarte, decirte que eres tonta por despreciarme, y que no haces más que perder la cabeza. ya sé, que lo único que pasa es que tu vas por otros caminos. Y sólo es eso.

Cómo duele el amor más mundano.

Nunca me va a joder más ver lo preciosos que son los días, notar cómo la gente ríe a mi alrededor, cómo pasean todos tranquilamente y cómo el calor azuza mis ganas de vivir. Odio tenerlo todo menos la última pieza del puzzle.

Debo prescindir de lo más divertido. Y nunca me vas a esperar a la salida de la tienda de tatuajes, tampoco vas a empezar a correr antes de pique a todos los timbres, ni vamos a restregarnos en la misma hierba a escondidas. No tendré un montón de promesas secretas de que presumir contigo cuando sea viejo. Nunca podré decir aquello de que éramos demasiado jóvenes para morir, porque nunca lo habré sentido. Tú no habrás estado ahí.

No comments: