Tuesday, April 03, 2007

Esquela 62: Con amargura para Lena

No valgo para nada. Siquiera soy capaz de oír correctamente los automóviles. Todo es una llanura. Mire donde mire, no hay absolutamente nada.

Y me jode. Me jode que te hayas marchado, y que me saludes únicamente para recordarme que me derrotaste, y que ya no me necesitas para anestesiar la angustia de tu soledad.

Sé que has encontrado a alguien. Sí, para eso sí soy bueno; puedo saber cuándo alguien que alguna vez ha querido estar conmigo quiere estar con otro. Se te nota en la manera que tienes de hablarme: Ya no sientes la necesidad de decir ninguna palabra por encima de las mías. Tampoco me rebates ni me sugieres.

Mis relaciones con las mujeres siempre han sido como una carrera: Rivalidad y ganas de hacer daño. Pero eso solo era para que me sintiera más orgulloso de ti cuando te levantaras. Siempre supe donde estaba el límite. Y tu fuiste la única que adoptó bien el papel.

Ahora es como si abandonaras la competi de repente, no por que te falle el corazón, si no porque mira sencillamente a otro lado. Y yo ando sin mi liebre ya y me siento desorientado, en lo que fue un sendero y ahora es llanura.

Si me preguntan, nunca tengo reparo en reconocer que has sido sumamente perfecta bajo mi percepción. Ideal, y todas esas mierdas. Yo necesitaba saber que iba a ir a tu cuidad y que me ibas a ofrecer tu morada. De ese modo, hubiera conseguido sacar fuerzas para currar cada día y así amasar una fortuna. Fui feliz durante la primera jornada laboral. Y lo seguiría siendo si el dinero para mi tuviera un sentido. El sentido de comprar un pasaje hacia el Charles.

Si bien callejero, no soy un chucho baboso. Sé admitir cuando he perdido.

1 comment:

Anonymous said...

Well said.