Sunday, May 14, 2006

Esquela 15: Lo que queda de ayer

Como siempre, abrazo la noche tan fuerte que...joder, me pregunto si la habré asfixiado. Es un ritual completamente erótico. Incluso las lágrimas de ella, cuando está sola en la cama y se pone a llorar, me parecen enfermizamente sensuales.

La noche duerme en mi cama, o eso me hace creer. Llego tarde a casa, me aflojo la corbata frente al espejo. Por el reflejo veo la melodía de las curvas de aquella niña que siempre viste de negro. Ha sido un día muy duro. Me quito los zapatos, el uno con un pié, el otro con el otro.

Silencio, hay tanto silencio que es muy fácil sentir cómo tratas de que no oiga tu llanto. Me acurruco suavemente cerca de ti, y entonces lloras un poco más fuerte. Me planteo si es mejor que me vaya, si es mejor que te deje tirada en la cama frente al violeta de la luz ultra lunar. Claro, es eso; tu miniatura bella de sollozos significa "dejame sola".

Joder, esque te vuelves tan irresistible, cuando no me quieres explicar nada.

Es lunes, ya es lunes, y la noche se ha quedado durmiendo en mi cama, se ha quedado ahí tirada, y los días pasan, se pintan de rojo unos a otros, se empujan contra la pared hasta que estallan. Después la dejan chorreando de una pintura espesa y mi alma se deshace con suma facilidad. No lo puedo evitar, joder, no lo puedo evitar, pero mi alma se me escapa y se restriega por la puta pared: Así es como me siento.

Después del lunes viene el martes, después del puto martes viene el miércoles, y los días estallan. Estallan y mi alma se rebaña en la puta pared como lo haría un cerdo en el barro. Lame lo que queda de los días que se matan, bebe de los resquicios de lo que podrían haber sido momentos de gloria. Se aferra a los rescoldos de pequeñas grandes sobras... a cornisas antaño derribadas. ¿Y qué sentido tiene, y que sentido tiene que el sol me pegue en la cara?

Después de la mañana viene la tarde, y entonces mi alma se recoge un poco, hace acopio de la dignidad todavía no lapidada, y ello solo provoca en mi corazón una sensación de desazón total. Me siento como un raquetista (que no tenista, por que de haber llegado a ser tenista, le hubiera llamado tenista, pero como nunca llegó a serlo, solo es raquetista), me siento como un raquetista ahogado por su entrenador, cobro la jodida perspectiva, cobro la jodida perspectiva...recoger la poca dignidad que me queda solo sirve para dar un paso atrás, mirarme desde la platea, y ponerme a llorar un poco más fuerte...

"pero has visto como disfruta ese cerdo bebiendo de los días muertos...?" “es como un famélico caníbal que devora a sus mejores amigos, pero nunca engorda”.

Después de la tarde, llega por fin la noche, llega la noche, que ha estado dormida todo el día en mi cama, intento hacerle el amor, pero no se deja, no se deja porque esta tan enfadada como me la encontré la última vez. Y cansado de pasarme llorando toda la tarde, no atino a vomitar ya más lágrimas, y me lamento por parecer tan frío ante la noche... ella no sabe que he estado llorando todo el día. Ella solo ve mi expresión austera, agreste, exhausta pero recta y entumecida de todos los putos palos del día...

La noche se cree que no soy capaz de derramar una lágrima por ella, y aún así, este es el momento de las 24 horas en que me siento más feliz.

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