El pasto de los sueños

Un tipo de vuelta a casa

Una suerte de regreso

Los arrieros, con las manos endurecidas. Es el frío, el aceite, son las sirgas de los buques. Y en la cabeza, siempre la vuelta a casa.

Más aún cuando se hunden en el mar...

Es entonces cuando los sueños y anhelos se convierten en el único punto de luz que les guía desde la profundidad.

El océano lo sabe, y nunca, nunca le habremos venerado lo suficiente.

Por suerte, el océano está por encima de nuestros ruegos.

Verás. Cuando te encuentras hundido en el mar, la muerte deja de importar, pero sin embargo, tienes la necesidad de querer regresar, querer regresar a cualquier lugar.

Es otro tipo de existencia, basada únicamente en el proceso. Al fin dejan de importar los principios y los finales.

Lo has sentido alguna vez?

Es el pasto de los sueños. El jodido océano es el pasto de los sueños.