En el reverso del alma, las sensaciones
campan a sus anchas, y por eso, también es más fácil dañarlas. Hay veces que la
coraza que cubre los verdaderos sentimientos, se queda en casa. Sales sin ella.
Cuando no me aprietas, cuando no quieres que
me vacíe en ti, cuando no me persigues incesantemente preguntándome porqué,
cuando no me haces sentir como alguien que no está a tu altura,
Cuando no me ruegas, cuando vuelas a través
de tus labios tan perfectos, a través de tus ojos tan afilados, cuando crees
que puedes hacerlo, cuando piensas que
cualquier cosa puede ser tuya, cuando dejas que los demás observemos todo de lo
que eres capaz,
Cuando entiendes por fin que primero tienes
que ser tú,
Cuando tu pelo cae desordenado por tu cuello, y cuando no lloras
porque no lo estoy haciendo como tú esperas.
Cuando te atreves a cantar y tu voz se coloca
perfectamente en paralelo a la mía, cuando te vas de la terraza para practicar
y vuelves silenciosa. Cuando fumas.
Es entonces cuando tengo miedo de perderte.
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