Lo que pasa, Peter, lo que pasa…
(entonces me agarra la cara con sus palmas, noto la humedad de sus lágrimas en mis mejillas).
Lo que pasa es que estoy jodidamente harto de ser Blanco.
Pronto me someteré a una operación para alargarme el pene, y a otra para tostarme la piel.
Yo le dije que para lo primero sí que era necesario operarse, pero que para lo segundo sólo hacía falta tomar el sol
Él me contesta que no tiene tiempo, y de repente me da por pensar que sus problemas no tienen nada que ver con los míos.
Yo sueño con una california instaurada en Catalunya; con un nuevo país lejos de Rajoy y sus esbirros.
Hoy leo que uno de cada cuatro españoles aboga por abolir el sistema autonómico. Genial. Parece que todos estamos de acuerdo en que las cosas deben cambiar. Unos nos vamos y otros se centralizan, y tan contentos.
Ese es uno de los problemas que me rondan por la cabeza; el otro es averiguar porqué te sigo recordando, porqué no te dije que te quería cuando hicimos aquél picnic en el Tibidabo, porque no traté de hacerte el amor la segunda o la tercera noche. Porqué lo hice tan mal. Hoy sigues teniendo un sabor muy poco residual, demasiado instalado en mi interior; profundo y según como doloroso. No te interesas por mí; siempre soy yo quien pregunta. Te hice mal? Es eso? Eres rencorosa? Fue aquello de Madrid? Fue que cuando estuve allí no te fui a ver? Eres jodidamente hermosa. No tenemos nada que ver. No te llamo la atención lo más mínimo. Tendré que follar a mujeres ocasionales. Tú podrías haber hecho que me detuviera; ahora estaría disfrutando de un sistema de bienestar mucho mejor que el mío; estaría pasando frío en las calles, pero no respiraría aire contaminado. Practicaría turismo sanitario y sería tan hijodeputa como los tuyos.
Tú, tu teatro. Menos mal que te dedicas a esa mierda. Cuando lo pienso, me relajo y me digo que no eras para tanto; soy un maldito tsunami cuando pienso en ti, me vuelvo inestable. Una masa más que tectónica, tetónica. Bueno, tetónica tu, que buenas peras tenías.
Qué mal lo hice todo. Nunca he perdido nada porque nunca he tenido nada. Algunos firmarían por obtener este resultado. Yo ya estoy harto de los empates.
Ah, una cosa más: Cuando me siento feliz, me siento TAN feliz que soy incapaz de compartir mi felicidad.
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