Si acercas la caracola a la oreja, desde su interior te responde el mar, precisamente porque la carne ´que albergaba se murió hace mucho tiempo. Eso es lo que nos pasa a nosotros también cuando morimos. Desaparece nuestra carne, pero respondemos en forma de sonidos durante toda la eternidad. Sonidos que los vivos aún podemos escuchar, pero a los que no atendemos.
Los muertos son como caracolas de mar, y su sonido puede ser de viento, de hojas secas, de pájaros, de agua que cae o íncluso de neones.
Da igual, en este mundo ya no caben apenas los vivos... imagínate los muertos...
Y no quiero preconizar religiosamente, solo quiero trazar con firmeza el rastro que va escupiendo mi corazón mientras renquea y va hacia el lugar equivocado.
Cada día me acerco más a la estrella que más se aleja de mi vista; eso soy yo; una disdtancia infinita e inalcanzable. Algo que si aprietas un poco más, deja de existir porfin para fundirse con lo infinito. yo sólo vine a quí para descansar; solo que se les ocurrió darme forma y de algún modo, también deseo. Y heme aquí, como un mal animal, como un bestia que rompe mesas y sillas, como un ignorante que trata de comunicarse con las esquinas, con el calor, con las pequeñas estampas de color que pueblan su vista. Solo quiero que me dejen malvivir en paz, porque ya no tengo nada que demostrar; Noto que estoy preparado para deshacerme en una especie de arpegio enterrado entre capas y más capas de universo; soy una cucaracha vuelta al revés que se muere porque le rasquen la barriga; Quiero porfin ver mi propio velatorio en silencio, quiero dejar de ser una molestia para mí mismo; quiero caer al suelo y partirme en mil pedazos, quiero ser el agua que cae de cualquier cubo a las 4 de la madrugada de un día cualquiera desde un ático destartalado.
Quiero escribir mi propio camino aunque cueste entenderlo. Quiero tener la fuerza para rescatarme, quiero hacer la comunión, pero sin que esté presente el dios del que habla todo el mundo. No quiero que me digan que ya saben a lo que me refiero, ni quiero que me asocien con los referentes que todo el mundo tiene en la cabeza. No quiero que utilizn varaz contiguas a mi trayectoria para calcular la magnitud de mi descarabro; no quiero ver ningún nombre mientras existo o desciendo, no quiero que nadie crea nada, porque el sencillo ejercicio de su pensamiento me molesta en mi cabeza, no quiero que nadie se de cuenta de nada, porque mi existencia para mí, no tiene nada que ver con mi existencia para los demás. Es un deseo expreso de este perro al que le otorgaron esa virtud o desgracia...la de desear un poco desde la nada.
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