Un dios inventado trato de confundirme con sus caprichosos pensamientos, sus esperanzadas situaciones en las brasas... Acaso noblota entendió; tuve qe pasar por ello, pues pertenezco a un lugar donde nada importa ni nadie ama, una ciuda ubicada en el corazón de infierno; y todas estas letras concebidas en la Islandia, me las apropio sin el consentimiento de nadie; pues hablan de la verdady y la verdad es inabordable por ningún ser vivo.
Oigo que gritan, gritan y ni callan a la puerta de la densa Navidad. Y yo estoy en el corazón del centro comercial, comprando los regalos que creo adecuados; envejeciendo al ritmo adecuado y sonriendo al compás de los demás. Adoro mi ubicación durante unos momentos. Hago acopio de mi amoralidad; la la luzco con orgullo; nunca algo fue tan fácil.
Y una vez en plena corriente de lo tosco, lo abominable, me dispongo a reprender el contacto con una chica que ahora debe haber cumplido 18.
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